El Periódico de Aragón

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POLÍTICA DE DEFENSA

Huesca se vuelca con el Ejército español en el Día de las Fuerzas Armadas

La ciudad ultima los preparativos para el gran desfile mientras los participantes ensayan en las calles

Unos operarios montan el escudo de España en uno de los graderíos para autoridades. ANDREEA VORNICU

Un ejército también puede invadir una ciudad de forma pacífica. Eso es lo que le está pasando a Huesca, que ayer se afanaba en ultimar los preparativos para acoger el mediodía de mañana la celebración del Día de las Fuerzas Armadas, un «acontecimiento único» en la historia local, al decir de muchos vecinos. El evento reunirá a alrededor de 3.300 soldados y oficiales que desfilarán por las arterias principales o surcarán el cielo del Alto Aragón en todo tipo de aeronaves militares.

El acto, que comenzará a las 12.00, estará presidido por los Reyes de España, pero Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, no estará con ellos debido a que, a la misma hora, participa en un mitin del PSOE en Dos Hermanas, cerca de Sevilla, junto a Juan Espadas. Sí figurarán la ministra de Defensa, Margarita Robles, y la de Educación, Pilar Alegría. 

Habrá carros de combate, camiones con pintura de camuflaje, aviones pasando en vuelo rasante sobre los edificios… Y todo ese despliegue de medios humanos y materiales tendrá que caber en la capital oscense, la ciudad más pequeña de cuantas han acogido hasta la fecha la magna celebración castrense. 

Últimos toques a la tribuna real. ANDREEA VORNICU

Todo un reto de logística y organización que económicamente merece la pena, ya que el día grande de las Fuerzas Armadas ha llenado los hoteles, los bares y los restaurantes y ha dado empleo a empresas locales, entre otras Prixma Pro, que ha montado tres grandes pantallas led de televisión en el recorrido del desfile y que serán como otros tantos espejos gigantes que reflejarán a los participantes y sus vehículos. 

"Da mucha vida a la ciudad"

«En el bar oyes comentarios de gente que dice que es un gasto innecesario, un despilfarro, pero la verdad es que toda esta actividad le da mucha vida a Huesca», afirma una hostelera que tiene su negocio en la avenida de los Pirineos.

En realidad, esta ocupación de la capital oscense por tropas amigas empezó al principio de esta semana. Al menos desde el pasado lunes los soldados han ido tomando posiciones, han realizado exhibiciones y han montado las gradas y tribunas desde las que las autoridades, encabezadas por los Reyes de España, presenciarán la gran parada anual del Ejército español.

Limpieza de las gradas antes del comienzo del desfile. ANDREEA VORNICU

Ayer era el último día para poner todo a punto y el centro de la ciudad era un hervidero de actividad. Todo debe de estar a punto para que nada falle hoy en la demostración de orden, disciplina y espíritu marcial que es un desfile militar. Gran parte del esfuerzo se volcaba en la tribuna real. «Se parte desde cero, todo el material que se pone es nuevo y luego, una vez pasado el desfile, se tira o se recicla», informa un vigilante de seguridad.

Ensayar el arriado de la bandera

Además, ayer por la mañana los ensayos que comenzaron el lunes continuaron a buen ritmo. Un grupo de infantes de marina de la Agrupación de Madrid procedió al arriado de la bandera situada frente a la tribuna de honor, el acto que pondrá fin al desfile.

Durante las horas centrales del día no pasaron aviones ni helicópteros, como había sucedido en jornadas anteriores. Pero sobre la medianoche del jueves desfiló arriba y abajo de la avenida Juan XXIII la unidad que recibirá a Felipe VI y doña Letizia, el batallón de honores de la Guardia Real.

Infantes de marina de la Agrupación de Madrid que arriarán la bandera. ANDREEA VORNICU

«Oí la música desde mi casa, que está cerca, y bajé a verlos ensayar», relata el jubilado José Luis Barrao. «Hay gente a la que esto no le va, pero son muchos más a los que sí les va», asegura. En su opinión, la celebración del día de las Fuerzas Armadas en Huesca «es un acontecimiento único», por lo que «no importa que cause pequeñas molestias».

Una de esas molestias ha sido el hecho de que se hayan perdido durante unos días en torno a 1.600 plazas de aparcamiento en las calles del desfile y en las que estacionarán los vehículos militares. «Hay que estacionar más lejos, hacia las afueras, pero qué se le va a hacer», dice resignado un conductor.

3.279 participantes en la parada terrestre, aérea y mecanizada

El desfile del Día de las Fuerzas Armadas, que comenzará a las 12.00 de hoy con la llegada de los Reyes a la tribuna real, se iniciará con la incorporación del batallón de honores de la Guardia Real, al que pasará revista Felipe VI. A continuación se llevará a cabo un salto paracaidista en la explanada situada frente a los monarcas.

Tras el izado de la bandera nacional se realizará un homenaje a los que dieron la vida por España, que incluirá una pasada de la Patrulla Águila. A renglón seguido se desarrollará el desfile aéreo, al que seguirá parada terrestre, con el sobrevuelo de la Patrulla Águila, que formará la bandera de España. El saludo y despedida a las autoridades militares y a los participantes en los desfiles por parte de los Reyes supondrá el final de la celebración, en la que participarán 3.279 militares del Ejército de Tierra y del Aire, de la Armada, de la Guardia Real, de la UME, la Guardia Civil y la Gendarmería, así como de los veteranos, reservistas y personal con discapacidad.

En el desfile aéreo se registrarán 17 pases de aviones en formación, desde cazas y helicópteros a aeronaves de enseñanza y de transporte, con un total de 45 aviones y 24 helicópteros. Por su parte, el desfile motorizado contará con 17 vehículos acorazados y mecanizados y 97 de otro tipo, así como 40 motos. 

Miembros de la Legión en la avenida de Juan XXIII. ANDREEA VORNICU

Pese a todo, «Huesca no se ha visto desbordada», afirma Unai, que trabaja en el restaurante Doña Taberna de la avenida Juan XXIII, que ayer colgó el cartel de completo a la una de mediodía.

«Aparte de que hay más trabajo y de que es llevadero, lo mejor es el ambiente que han traído los militares, me parecen unos tíos muy majos», subraya el camarero.

Antonio Martínez, que tomaba una consumición en un local de hostelería, opina que el jaleo que genera el desfile del Día de las FAS «es algo muy puntual». «A la gente de Huesca en general le parece bien que se celebre aquí», añade.

Óscar, del restaurante Doña Taberna, cuelga el cartel del completo en su negocio de la avenida de Juan XXIII. ANDREEA VORNICU

Dos horas intensas

Es verdad que, para que todo esté en perfecto estado de revista, las brigadas municipales han tenido que hacer un esfuerzo suplementario. «Limpiamos más a fondo», manifestó Óscar, que junto a José estaba barriendo un rincón del parque Miguel Servet, junto a la tribuna real. Ambos pertenecen a la escuela taller del ayuntamiento y estos días, dice, tienen más faena.

«Esta celebración no causa ningún trastorno», indica Juan Guerrero, que se acercó a la zona de las tribunas y graderíos para echar un vistazo a la marcha del montaje de las estructuras para los espectadores.

Óscar y José se esmeran más si cabe al limpiar el parque Miguel Servet. ANDREEA VORNICU

El recorrido mide 1,2 kilómetros. Se inicia junto a la Escuela de Hostelería y, tras atravesar las calles que bordean el parque Miguel Servet por el oeste, gira hacia el hospital San Jorge, donde las unidades romperán filas.

Ese tramo, ni demasiado corto ni excesivamente largo, por el que hoy pasarán hombres y vehículos lleva varios días aislado del resto de la ciudad. Se han colocado vallas y hay una intensa vigilancia en las calles y rotondas adyacentes, pero sin llegar a ser obsesiva.

Carmen despliega una bandera nacional en su casa de Juan XXIII. ANDREEA VORNICU

El desafío es que ese espacio pueda albergar de forma segura a los miles de espectadores que acudan a presenciar el desfile. Serán dos horas intensas, con profusión de banderas y música militar, en las que Huesca inscribirá su nombre en la historia del Ejército español bajo el estruendo de los cazabombarderos. 

José Luis Barrao ve bien que Huesca acoja el gran día de las Fuerzas Armadas. ANDREEA VORNICU

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