Se cumplió el guion y las Cortes de Aragón aprobaron por unanimidad la cuarta reforma del Estatuto de Autonomía por la que se elimina el aforamiento de los diputados autonómicos y del presidente y los consejeros del Gobierno aragonés, además de fijar en 14 escaños el mínimo de cada circunscripción.
El pleno aprobó en sesión extraordinaria el proyecto de ley de reforma que, en un plazo máximo de 30 días, tendrá que trasladarse a las Cortes Generales, donde deberá ser aprobado mediante ley orgánica. Las Cortes de Aragón designarán a una delegación que participará en la tramitación de la reforma, que deberá ser aprobada por mayoría absoluta en el Congreso. Además, existe la posibilidad de convocar en un plazo de seis meses un referéndum de ratificación.
Para el diputado del PSOE Darío Villagrasa, quien ha coordinado la ponencia de la reforma, esta «consagra los derechos de la ciudadanía aragonesa». Tanto la supresión de los aforamientos, como la nueva distribución del número de escaños, responden a una voluntad «consensuada de avanzar y profundizar en el Estatuto de Autonomía», añadió.
La portavoz del PP, Mar Vaquero, destacó que para esta reforma se han aportado «criterios rigurosos» y comentó que el Gobierno del PP ya propuso en 2014 suprimir los aforamientos. Vaquero abogó por «recuperar el vínculo de confianza» y suprimir el «privilegio» de los aforamientos, que «se ha llegado a contemplar como un factor de discriminación o desigualdad entre ciudadanos».
Sobre la asignación de un mínimo de 14 escaños a cada provincia, Vaquero hizo notar que esta medida «no soluciona la despoblación» y emplazó a tomar medidas «efectivas de compromiso político y emocional para el conjunto del territorio», recordando que Teruel lleva años perdiendo población.
La diputada de Cs Beatriz García afirmó que, con esta reforma, «ningún diputado ni los miembros del Gobierno tienen un fuero especial», sino que van a ser juzgados «igual» que cualquier ciudadano, en los tribunales ordinarios. Hasta ahora, les correspondía el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) para delitos cometidos en Aragón y en el Tribunal Supremo para los cometidos fuera. «Hoy es un día para darnos la enhorabuena, nos autofelicitamos porque por fin no hay aforamientos en Aragón», manifestó.
El portavoz de Vox, Santiago Morón, calificó los aforamientos de «privilegios procesales que deterioran la imagen de los políticos», de manera que «es contrario al principio de igualdad de todos ante la ley». Respecto a la asignación de escaños, apostó por «salvaguardar la representatividad de las provincias».
La parlamentaria de Podemos Itxaso Cabrera aseveró que el Estatuto de Autonomía «sigue siendo una carta viva» y que la figura del aforamiento «era anacrónica», de manera que «hoy se marca un hito en la historia» y el Parlamento «se acerca más a la ciudadanía». La diputada de CHA Carmen Martínez defendió esta reforma para «garantizar la pluralidad política dentro de las Cortes». De los aforamientos aseveró: «No necesitamos una prerrogativa procesal». El portavoz del PAR, Jesús Guerrero destacó el «sentir sosegado» de todos los grupos con esta reforma estatutaria.
Desde IU, Álvaro Sanz apoyó la supresión de los aforamientos y reclamó que esta llegue a la Casa Real. Sobre la distribución de escaños, reconoció que «con la fórmula elegida un voto en la provincia menos poblada va a pesar tres veces más que un voto en la más poblada».
Las Cortes podrían retirar esta reforma con un apoyo de dos tercios de los parlamentarios, y si las Cortes Generales rechazaran la propuesta, esta no podría volver a debatirse hasta dentro de un año.
