El nuevo trazado entre el Barranco de la Bota y la Masía de la Torreta de la N-232 en el Puerto de Querol, en Morella, ya es una realidad. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, inauguraron este miércoles una obra que responde a una reivindicación histórica de casi un siglo en la provincias de Castellón y Teruel, en especial en el Maestrazgo y Los Puertos de Morella.
La actuación, que ha conllevado una inversión de 51 millones de euros, salva las 68 curvas del Puerto de Querol y elimina barreras físicas y sociales para ayudar a la vertebración del territorio entre la costa y el interior, y entre Castellón y la zona del Bajo Aragón. «Un hito histórico», en palabras de los presentes.
«Mejoramos un punto clave que hasta ahora presentaba unas condiciones inadecuadas y la conectividad de Los Puertos, zona del Maestrazgo y Bajo Aragón, así como se mejora la unión de la Comunidad Valenciana con Aragón, de Castellón con Teruel. Es un ejemplo de unir, vertebrar y cohesionar al país socialmente y territorialmente», remarcó Pedro Sánchez en su discurso. El presidente del Gobierno se dirigió al morellano Puig: «Sé que es una obra muy importante para ti en términos emocionales».
También desgranó distintos detalles del proyecto, del que afirmó que «es una carretera ejemplar en ingeniería y en la integración dentro del ecosistema en el que se enclava». «La antigua carretera tenía enormes dificultades en este tramo, con 12 kilómetros sin arcenes y puntos con pendientes de un 10%. Se avanzará en rapidez, movilidad y en seguridad. Y hay que poner énfasis en cómo se ha hecho», añadió.
Sánchez también destacó el beneficio para la gente de la zona y en la apuesta por el desarrollo rural, contra la despoblación y «para que España avance en sostenibilidad, porque solo siendo sostenibles combatiremos el cambio climático», destacó, en el marco de la ola de incendios que azota España en los últimos días. Por último, dirigiéndose al alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, aseguró que el nuevo trazado acercará a la ciudad amurallada a los visitantes, «y facilitará dar a conocer las maravillas de estos pueblos».
Contra la despoblación
Ximo Puig, por su parte, subrayó el valor «emocional» de la jornada. «Hoy es un gran día para todas estas comarcas, y también desde el punto de vista emocional», dijo. «Esta obra es mucho más, después de accidentes, personas atrapadas por la nieve... Ya se empezó de hablar de eliminar las curvas en un artículo de 1927, cuando se decía que era una peligrosísima carretera», argumentó, poniendo en valor la obra que este miércoles se inauguró.
«Esta es una reivindicación histórica, sin duda. Y es ahora cuando es una realidad. Hay que agradecer al Gobierno de España su compromiso para potenciar la igualdad de oportunidades. Y las infraestructuras ayudan», comentó Puig. El presidente valenciano enfatizó el «impacto enorme en accesibilidad», para facilitar la movilidad entre Castellón, el sur de Cataluña, Aragón, Navarra, La Rioja o el País Vasco: «Es una apuesta con contenido económico». Al respecto, señaló el impacto multisectorial, tanto en el turismo, el sector agroalimentario y en la cerámica. «Pasan centenares de camiones que van de las minas del Bajo Aragón a las azulejeras, por lo que la nueva N-232 tendrá un efecto positivo en la economía de Castellón», ejemplificó.
Un muro mental
Para acabar, Puig explicó la importancia de la obra en la lucha contra la despoblación y para mejorar la conexión cultural o universitaria tras un «gran trabajo en común». Puso como ejemplo el Alpe d’Huez, –aludiendo a la afición de Sánchez por el ciclismo–, «que tiene 21 curvas y aquí teníamos el triple, 68, entre la Torreta y la Bota». «Hoy, después de casi un siglo, vemos cumplir este sueño, porque las curvas de Querol nos dejaban como una isla. Eran un muro secular. Un muro mental que se derriba. No quiero comparar, pero un 20 de julio el hombre llegó a la Luna. Es un día de cosas buenas», concluyó el 'president'.
El alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, subrayó el valor «histórico» de la jornada. «Por fin está operativa esta nueva carretera que supone unas comunicaciones dignas y debe ser generadora de oportunidades», dijo. El presidente de la diputación, José Martí, valoró que con esta obra «se hace justicia y se da respuesta a las necesidades de la gente y a una reivindicación de muchas décadas».
La cita contó con la participación de asociaciones y entidades locales como representación de la sociedad morellana, y también acudieron alcaldes y alcaldesas de la comarca de Los Puertos y el alcalde de Alcañiz invitados por el ayuntamiento de Morella. El presidente de Aragón, Javier Lambán, no pudo participar al acudir a los incendios en Ateca, donde se dirigió Sánchez tras el acto.
Los tiempos se reducen 15 minutos
La puesta en servicio del nuevo trazado de la N-232 entre el barranco de la Bota y la masía de la Torreta, salvando el Puerto de Querol en Morella, se explica a través de los números –con más de 51 millones de euros de inversión–, pero también a través de las vidas de las personas, que mejorarán en calidad con la eliminación de las 68 curvas que ejercían de muro físico y mental en la principal vía de comunicación entre las comarcas castellonenses y el Bajo Aragón.
La nueva carretera ayudará a la movilidad, la seguridad y la conectividad entre comarcas. Consta de una calzada de dos a tres carriles, contando el adicional para vehículos lentos en el ascenso del puerto, y una longitud total, incluyendo ramales, de más de nueve kilómetros. El número total de estructuras construidas es de once. Nueve de ellas son viaductos y dos, pasos inferiores. Se ha ejecutado un falso túnel de 50 metros, y el túnel de Querol, de 192.
El acondicionamiento de la N-232 se traducirá en una reducción en la distancia y los tiempos de viaje en la zona, en unos dos kilómetros y 15 minutos. Contará en adelante con una vía más segura y moderna ante las dificultades derivadas del carácter montañoso del territorio.
