El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

DÍA MUNDIAL DE LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

Una niña de 10 años salva la vida en Zaragoza tras intentar suicidarse por un caso de "acoso escolar"

La menor se lanzó desde un tercer piso por el balcón y sus padres achacan el intento de suicidio a los "insultos y agresiones" que padecía desde el año pasado / Interpondrán denuncia ante la Policía contra el centro y quienes le "hacían la vida imposible" a su hija

Los padres de Saray, Katya y Carlos, en el domicilio familiar donde se produjo el intento de suicidio. | ANDREEA VORNICU

«Es un milagro que Saray este viva, un verdadero milagro». Esta es la frase que más ha oído en los últimos días Katya, la madre de Saray, una niña de 10 años que vive en el barrio zaragozano de San José y que el pasado viernes decidió acabar con su vida tirándose por el balcón de su casa. Por suerte, no consiguió su propósito y solo sufrió una fractura de cadera y una fisura en su tobillo izquierdo, además de las evidentes contusiones provocadas por la caída desde el tercer piso en el que vive con sus padres, que en ese momento no se encontraban en casa.

Está ingresada en la uci del hospital Miguel Servet y pronto pasará a planta, pero quizá la herida que más le duele ahora mismo es que la pesadilla que le condujo a esa decisión no haya terminado. Sus progenitores lo achacan, según explicaron a este diario, a un supuesto caso de «acoso escolar» que la menor llevaba «sufriendo desde el curso pasado en el colegio Agustín Gericó», donde estudia desde enero de 2021.

«Saray dejó sobre la mesa del salón una nota en la que se despedía de su hermano y de su padre, me pedía disculpas por lo que iba a hacer y me deseaba una larga vida», cuenta su madre.

decoration

El próximo lunes interpondrán una denuncia en comisaría contra el centro y quienes «le hacían la vida imposible casi a diario», asegura Katya, quien asegura estar reviviendo cada segundo previo a lo ocurrido el viernes, e incluso el jueves, cuando ya detectaron que algo no iba del todo bien tras el regreso a las aulas. Aunque nunca sospecharon que acabaría en un intento de suicidio. Cómo el primer día de clase salió «con cara muy triste y ojos llorosos», aunque ella respondía «que solo era que estaba aburrida». O cómo el viernes regresaron a casa desde el colegio tras salir a las 13.00 horas y la madre «tenía que ir a comprar unos limones al lado de casa para la comida» y la niña le pidió no acompañarla esta vez. Y cómo cuando regresaba se encontró a mucha gente junto a su hija que, «tendida en la acera, se quejaba mucho por el dolor».

Lo que se encontraron después al entrar en el domicilio lo aclaraba todo: «Saray dejó sobre la mesa del salón una nota en la que se despedía de su hermano y de su padre, me pedía disculpas por lo que iba a hacer y me deseaba una larga vida», relató Katya a este diario. Una nota manuscrita que tiene en su poder ahora la Policía Nacional, que ya está investigando lo ocurrido, aseguran los progenitores de Saray. Además, la niña le mandó un mensaje a su abuela que vive en Colombia, y con la que está muy unida, a través de Whatsapp, «también despidiéndose de ella».

"Lo pusimos en conocimiento de la tutora, le contamos lo que estaba pasando, que la insultaban y la agredían casi a diario en la hora del recreo otras alumnas de otra clase pero nunca se tomaron medidas", señala la madre.

decoration

«A las 13.56 horas escribe ese mensaje a su abuela y a las 14.05 su madre se encuentra con ella en la calle», añade su tío, Alirio, que vive en Valencia y que estos días está ayudando a la familia y cuidando del hermano pequeño de Saray, que llegó minutos después de que su hermana saltara al vacío, ya que él salía de clase a las 14.00 horas. El padre, Carlos, transportista de profesión, estaba trabajando. 

¿Por qué llegó la niña a esa decisión tan drástica? La investigación determinará qué grado de responsabilidades hay y de quiénes en la historia de Saray, pero los padres lo tienen claro y, según la propia niña ha estado contando, a ellos y al personal sanitario que le atiende, aseguran que está relacionado con el «acoso escolar» que empezó a sufrir el año pasado por parte de otras compañeras de curso. «Lo pusimos en conocimiento de la tutora, le contamos lo que estaba pasando, que la insultaban y la agredían casi a diario en la hora del recreo otras alumnas de otra clase pero nunca se tomaron medidas», relató Katya.

"Le decían sudaca de mierda, vuelve a tu país, o puta colombiana no vas a tener amigos, le golpeaban, le tiraban del pelo, le mojaban la ropa...», cuenta la madre.

decoration

«Le decían sudaca de mierda, vuelve a tu país, o puta colombiana no vas a tener amigos, le golpeaban, le tiraban del pelo, le mojaban la ropa...», contó la madre. De hecho, «la niña acabó repitiendo curso» y casi era un alivio: no coincidiría con quienes le martirizaban. Pasó el verano y volvieron las clases este jueves. Y volvieron las agresiones, insultos y burlas «por haber repetido». A eso achacan el intento de suicidio, a que esta vez Saray solo pudo aguantar dos días.

Compartir el artículo

stats