Han tenido que pasar 84 años para que la familia del soldado Antonio Viñuales -vecino de Tierz- por fin conozca dónde descansan sus restos tras haber fallecido combatiendo en la guerra civil. Era muy posible que Viñuales tuviera descendencia ya que murió a los 38 años y, de hecho, en los últimos días se ha podido dar con una de sus hijas, Josefina, y sus nietos Rafael y Ana. A las puertas de conocer el paradero de su padre se quedó Expectación, la segunda de sus hijas, ya que falleció hace apenas un año. Ahora ya están dando los primeros pasos para solicitar la exhumación de sus restos.
EL PERIÓDICO se hizo eco de la búsqueda de familiares que había iniciado la asociación Fem Poble de la localidad barcelonesa de Sant Pere de Ribes, donde se ubicaría la fosa común con sus restos y los de otros 18 militares. Uno de los dos nietos, Rafael Ciria, cuenta a este diario que han recibido la noticia “con mucha alegría” después de que una prima de su madre se pusiera en contacto con ellos tras reconocer los apellidos que se publicaban en prensa. “Siempre hemos sabido que estaba en una fosa común porque a mi abuela le dijeron que lo habían visto enterrar, pero no dónde”, recuerda Rafael, quien ya asegura que van a luchar por su exhumación.
Para ello ya se han puesto en manos del Ayuntamiento de Tierz. Jesús Alfaro, alcalde de la localidad, explica que desde el consistorio van a actuar como “intermediarios” a la hora de facilitar toda la documentación necesaria para la exhumación como, por ejemplo, las acreditaciones de Josefina, Rafael y Ana como descendientes directos de Viñuales. También se encargarán de la tramitación de la solicitud a la Generalitat de Cataluña.
Irene Estévez, la arqueóloga que ha llevado a cabo esta investigación, mostraba a este diario su enorme satisfacción al haber logrado dar con estos familiares. No obstante, la asociación todavía no ha podido hablar con la familia, de la que espera su llamada cuando estos lo consideren oportuno. En este sentido, Estévez apunta que también han dado con una sobrina-nieta de otro de los militares -Félix Díaz, vecino de Pozoblanco- que estaría enterrado en la misma fosa junto a Viñuales.
Desde que Fem Poble se puso en contacto con el ayuntamiento, el alcalde de Tierz señala que se lo tomaron “muy en serio” y mostraron su “total disposición a colaborar”. “Empezamos a mirar a ver quién podía ser esa persona. La noticia ha caído muy bien en el pueblo, es una familia con la que se tiene mucha relación. Como te puedes imaginar, se comenta en los corrillos”, apunta Alfaro, para quien la exhumación supondría dar “un ‘final feliz’ a la crueldad de la guerra”.
“Vamos a cerrar una herida porque siempre hemos vivido con la misma pregunta: ‘Dónde estará el abuelo después de tanto tiempo?’”
Tanto es así que Rafael tiene grabada la imagen de ver a su abuela con la fotografía de su abuelo y llorar cuando lo recordaba. Su madre Josefina no se acuerda de él, pues tenía apenas ocho meses cuando murió. Ellos son conscientes de que el proceso tardará “un tiempo”, pero por fin podrán descansar para darle un entierro digno junto a su esposa Joaquina en el cementerio de Tierz: “Vamos a cerrar una herida porque siempre hemos vivido con la misma pregunta: ‘Dónde estará el abuelo después de tanto tiempo?’”
