"No se trata de reabrir heridas sino de cerrarlas definitivamente". Así ha justificado este martes el presidente de Aragón, Javier Lambán, su "deseo" de que antes de 2036, cuando se cumplirá el primer centenario de la guerra civil española, el país sea capaz de honrar la memoria de las víctimas "de ambos bandos" de la contienda, pero también la de las que fallecieron a manos del terrorismo. Lo manifestaba en un acto celebrado en Ejea con motivo de la celebración del día de Todos los Santos.
"Víctimas del terrorismo y de la guerra civil se tienen que hermanar en ese entendimiento", ha explicado el propio Lambán, para quien la clave de ese acuerdo pasa por "dejar de interpretar la historia de manera separada" y con "sectarismo", para que todas las víctimas que están en las cunetas o los campos sean exhumadas y enterradas "con dignidad". "Esa será la manera perfecta de celebrar el primer centenario de la guerra civil española", ha añadido.
A todas esas víctimas les une ser "hombres y mujeres que dieron la vida por algo", ha apostillado Lambán, para quien "tanto los terroristas como Franco quisieron acabar con la democracia, Franco lo consiguió y los terroristas no". Lo decía en un acto como el de Ejea de este martes en el que se había convocado para honrar precisamente la memoria de esas víctimas, algo que, en su opinión, se debería hacer en "todos los pueblos y ciudades" para que no caigan en el olvido.
Precisamente en la celebración se ha descubierto un monolito que a partir de ahora servirá para honrar la memoria de las víctimas en el cementerio ejeano, donde se han congredo a decenas de asistentes.
