La empresa zaragozana Frío Aragón, una de las firmas más emblemáticas del sector del transporte de Zaragoza, ha entrado en concurso de acreedores tras 34 años de actividad. La deuda total por la que ha sido declarada la suspensión de pagos asciende a un pasivo de 12 millones de euros, la mayor parte de la cual está contraída con entidades bancarias, según informaron a este diario varias fuentes conocedoras de la situación. La compañía, que tiene su sede en Villanueva de Gállego, ha solicitado la liquidación de su patrimonio para proceder a la venta de la unidad productiva a otro operador. Por el momento, han sido despedido 40 trabajadores, la mitad de la plantilla que le quedaba.
La firma, propiedad de Juan Antonio Aparicio, se ha visto obligada a dar este paso debido a la delicada situación económica que venía arrastrando desde hace años. No obstante, no tiene deuda pública ni tampoco debe salarios a los trabajadores.
El Juzgado de lo Mercantil Número dos de Zaragoza declaró el concurso de esta firma de transporte de mercancías por carretera hace dos meses, según recoge el Boletín Oficial de Estado (BOE) del 12 de septiembre. En un edicto fechado el pasado 6 de septiembre, se designó a Navarro y Llima SLP como administración concursal.
Posteriormente, el 20 de octubre, la titular del juzgado admitió a trámite la solicitud de extinción colectiva de todos los contratos de la compañía mediante la aplicación de un expediente de regulación de empleo (ERE) para sus 80 trabajadores. La administración concursal y los representantes de los trabajadores y de la empresa alcanzaron un acuerdo para ejecutar este ajuste laboral, que se está llevando a cabo de forma escalonada. De momento, han sido despedido 40 empleados con la indemnización que marca el mínimo legal, es decir, i20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades.
El cese del resto de la plantilla se producirá en función de las necesidades productivas de la concursada y de la propia administración concursal. Su futuro laboral depende de que lleguen a buen puerto las negociaciones que se mantiene para la venta de la unidad productiva de Frío Aragón.
Venta fallida al Grupo Jorge
«Se está intentando vender la unidad productiva. El fin es mantener el máximo número de puestos de trabajo», afirmó Esther Navarro Llima, administradora de la empresa concursada. Otras fuentes apuntaron a que inicialmente está previsto que una empresa vinculada al Grupo Jorge se hiciera cargo del negocio, pero la operación no se ha acabado materializando.
La empresa logística zaragozana contaba hace dos años con una flota de más de 350 vehículos, en su mayoría tractoras y semirremolques frigoríficos. En 2019 contaba con una plantilla de 130 trabajadores, una cifra que se ha ido reduciendo progresivamente hasta los 80 que tenía hasta ahora. Las ventas de las empresa se stituaron en 2020 en los 14,5 millones de euros, un 6% menos que el ejercicio anterior.
