Las reacciones a la sentencia del Tribunal Supremo han continuado este jueves entre los grupos de ecologistas y los de regantes, a quienes el Alto Tribunal dio la razón sobre el embalse de Mularroya en el cauce del río Grío al rechazar los deterioros medioambientales argumentados por la oenegé y la plataforma del Valdejalón. La pelota ha vuelto a la Audiencia Nacional, que anteriormente declaró la nulidad de las obras y ahora tendrá que resolver sobre el resto de motivos de impugnación de la presa, relacionados con la seguridad, incumplimientos en la protección de aves o con la recuperación de costes. En cualquier caso, el fallo del Supremo disgustó a los ecologistas y satisfizo a los regantes.
La Asociación Seo/BirdLife y la Plataforma Jalón Vivo han lamentado la reciente sentencia del Supremo que anula la declaración de nulidad de las obras de Mularroya acordada en marzo de 2021 por la Audiencia Nacional, al entender que la resolución judicial «no llega a entrar» en el fondo del litigio, el empeoramiento del estado del río a causa de este proyecto de regulación.
Las organizaciones han firmado este jueves un comunicado en el que destacan que la Audiencia Nacional tomó su decisión de paralizar el proyecto de Mularroya sobre la base de la pérdida de calidad de las aguas y la imposibilidad de establecer caudales ecológicos en los ríos Grío y Jalón tras la entrada en servicio de la presa y del azud.
Consideran que la sentencia del Supremo, que descarta que el proyecto incumpla la Directiva Marco del Agua, no valora las afecciones medioambientales causadas a un espacio protegido declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Además, denuncian que en la actualidad continúan las labores de extracción de roca y de acumulación en una explanada junto al río Grío que, subrayan, «crece día a día, devorando el poco soto fluvial que quedó tras arrasar las obras con todo rastro de vegetación».
Tras destacar el «alto valor» ecológico de la zona afectada, las figuras de protección que amparan el entorno y los daños irreversibles que se producirían, los ecologistas solicitan la paralización inmediata de las obras, la restauración del impacto ambiental causado y la demolición de la presa, y el encausamiento judicial de los responsables directos de la autorización del proyecto y de los estudios de impacto que lo avalan.
La Federación de Comunidades de Regantes de la cuenca del Ebro (Ferebro) ha manifestado su satisfacción por el pronunciamiento del Supremo, «que avala el interés general de la obra y el procedimiento administrativo seguido en dicho proyecto».
Dicho aval «satisface las necesidades de los usuarios de la cuenca del Ebro en este momento tan delicado de crisis energética y alimentaria», a fin de ir realizando todos los proyectos en marcha de dicha cuenca.
Asimismo, la sentencia «confirma que el trabajo realizado, tanto administrativo como técnico, en la realización de este proyecto «se ha ejecutado cumpliendo la normativa europea y española». Al ser proyectos que por su envergadura y ejecución se alargan en el tiempo, y con sujeción a cambios normativos, «el pronunciamiento del tribunal supone un respaldo legal que puede afectar al resto de proyectos de la cuenca del Ebro».
Ferebro y la Junta Central de Usuarios del río Jalón «agradecen al ministerio, la Confederación Hidrográfica del Ebro y el Gobierno de Aragón el apoyo y el interés que han demostrado para que esta obra del Pacto del Agua sea una realidad».
