La ministra Teresa Ribera llevará el próximo lunes, 21 de noviembre, a la villa minera de Andorra la noticia más esperada de los últimos años: el prometido convenio de transición justa que anunció hace casi cuatro años. Regresa la titular del Ministerio para la Transición Justa y el Reto Demográfico después de su último paso por el municipio, en enero de 2019, en un tenso encuentro en la localidad para hablar del futuro después de la central térmica.
La cita ahora está fijada para las 16.00 horas en la Casa de Cultura de la localidad de Andorra. En la convocatoria se anuncia la presencia del presidente aragonés, Javier Lambán, y ya se está trasladando invitación a los municipios interesados en este documento que marca el futuro los municipios mineros. Un futuro que todo el mundo entiende que no debe pasar únicamente por las renovables, ya que el empleo que debe sustituir al carbón no solo se basará en placas fotovoltaicas o molinos de viento, aunque las renovables también aportarán importantes ventajas y beneficios a la zona.
Han pasado cosas desde aquella última visita a Andorra. Pocas, pero las hay. Y entre ellas destaca una, quizá la más relevante y que sigue sin despejarse, que es la adjudicación del llamado Nudo Mudéjar, el primero de los 22 concursos a convocar en España con el fin del carbón. Endesa lleva camino de gestionar los 1.202 megavatios de capacidad que se liberaron con el cierre de la central térmica de Andorra con energías renovables, a pesar de que su oferta solo planteaba hacerlo con 953.
Ahora, como las bases no permitían adjudicar las restantes a otra empresa, está en trámite que el Miteco le entregue la totalidad con un proyecto que ya ha modificado y trasladado la compañía, que también ha entregado los avales. Solo falta el visto bueno de Ribera. Eran 1.200 millones de inversión que ahora serán más, y 3.500 empleos que también crecerán. Quizá este lunes también se sepa algo de esto.
Nueve municipios están a la espera de las noticias que traiga Ribera: toda la comarca de Andorra-Sierra de Arcos y dos en la del Bajo Aragón, Foz-Calanda y Alcorisa. Es un convenio que empezó a fraguarse días antes del estallido de la pandemia del covid en España, en aquella reunión con 80 agentes sociales en las que se abría un proceso de participación ciudadana.
El objetivo era contribuir a diseñar un documento que se debe firmar con la DGA, que debe satisfacer a esta también porque debe incorporar dinero al mismo, y para el que se recibieron decenas de proyectos a incorporar, iniciativas que aún hoy se desconoce si saldrán o no.
"En pocas semanas"
En el camino también quedan los intentos fallidos de tener el documento que por fin llegará a los municipios mineros el día 21. El más sonado, el compromiso que el propio presidente aragonés trasladó a la zona tras un encuentro en Madrid en septiembre de 2021: salió de la reunión diciendo que Ribera visitaría Andorra «en pocas semanas» para firmar, por fin, el convenio para la transición justa. Ha pasado un año y dos meses desde aquella frase y nunca más se supo.
Ahora parece que por fin es el momento, el convenio de transición justa está a falta de firmar pero completamente acordado entre el ministerio y la DGA, que este año se han cruzado aportaciones al borrador inicial entregado por la ministra al Ejecutivo aragonés.
