Tras el aumento de casos de violencia de género durante la pandemia, ¿en qué punto nos encontramos en la lucha contra esta lacra social?

Durante el Estado de Alarma vivimos una situación sin precedentes a todos los niveles. Se ha avanzado mucho en la última década gracias a los avances normativos y al impulso del movimiento feminista, lo que hace que exista una mayor sensibilidad social y la violencia contra las mujeres se considere un problema de primer orden. Estamos en un momento en el que ya nadie se imagina nuestro país sin leyes que protejan y garanticen derechos en este sentido. A la par que esto sucede, vemos cómo se incrementan las usuarias del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), lo que por una parte nos señala que se ha conseguido verbalizar más la violencia, somos más capaces de identificarla y, por otra parte, que es imprescindible seguir apostando por reforzar todos los recursos disponibles. 

¿A cuántas mujeres atiende actualmente el IAM?

Actualmente estamos recibiendo a través de la línea 900 504 405 una media aproximada de 400 llamadas anuales. Estas llamadas siguen diferentes cursos, son derivadas a las trabajadoras sociales, psicólogas u otros organismos que pueden aportar la solución a la necesidad que se plantea. 

¿Qué recursos pone el Gobierno de Aragón a disposición de las víctimas de violencia de género?

Son muchos los recursos disponibles. En primer lugar, la propia línea 900 504 405. Este teléfono que está atendido las 24 horas del día los 364 días del año –es el homólogo al 016 en nuestra comunidad autónoma– despliega otros recursos como, por ejemplo, la guardia social y la jurídica que supone el desplazamiento de las profesionales para hacer el acompañamiento necesario a las mujeres desde el minuto cero. 

Disponemos también de recursos habitacionales de emergencia para aquellos casos en los que es necesario salir del domicilio y viviendas tuteladas para una estancia más prolongada en el tiempo.

Otro apartado importante son las ayudas económicas, tanto las establecidas en la norma estatal como nuestras ayudas complementarias. También contamos con asesoría laboral y empresarial especializada. 

Me gustaría también mencionar la asesoría psicológica para niños y niñas víctimas de violencia de género y el programa espacio que trabaja con hombres que tienen problemas de conducta. 

Las conductas y actitudes machistas aumentan entre la gente joven pese a las continuas campañas de concienciación. ¿Qué es lo que falla?

No creo que aumenten en la juventud actual, el machismo siempre ha existido, lo que sucede es que se adapta y lo que observamos son nuevas formas de violencia, por ejemplo, el control digital a través de las redes sociales. 

Debemos de ser capaces de hacer campañas de sensibilización y prevención adaptadas a las formas de comunicación de la juventud, acertar con el código y el canal. 

¿Qué acciones desarrolla el IAM con los jóvenes para mejorar su sensibilización?

Trabajamos de la mano del Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ) en esta materia. Entre otras acciones desarrollamos talleres, realizamos jornadas y, desde hace apenas un año, tenemos en funcionamiento un escape room cuya temática es la violencia de género.

¿Qué otras medidas son necesarias para acabar con la violencia machista?

En primer lugar y siempre insistimos en esto, es que hace falta educación feminista, una educación libre de estereotipos de género, que muestre referentes femeninos y, en este sentido, la formación es también imprescindible a todos los niveles. 

En segundo lugar, es fundamental la sensibilización social y el compromiso unánime de todas las administraciones, no se puede ser neutral frente al machismo. Además, se ha de trabajar de forma coordinada y contando con las asociaciones de sobrevivientes. 

Y en tercer lugar, la implicación de los hombres, los hombres deben de ser partícipes, abrazar el feminismo y contribuir a crear una sociedad libre de violencia contras las mujeres y niñas.