Esteban González Pons ha presentado en Zaragoza su segunda novela, El escaño de Satanás, "un esperpento, una caricatura, una falla" sobre la política española, en palabras del autor, que introduce en el Congreso de los diputados a algunos vampiros y retuerce en una gran metáfora los riesgos de la polarización política en España.
Entre rostros conocidos, el eurodiputado y ahora recuperado para el núcleo duro del PP por Alberto Núñez Feijóo, ha desgranado las claves de una novela de ficción política en una conversación junto a Borja Giménez Larraz –con quien se encontró en Bruselas– y Pedro Baranda.
González Pons ha presentado su libro ante una nutrida representación del PP de Zaragoza, con el alcalde, Jorge Azcón, que llegó para recibirle; el presidente provincial, Ramón Celma, las concejalas María Navarro, Natalia Chueca, Paloma Espinosa y el concejal Ángel Lorén; así como la portavoz parlamentaria Mar Vaquero y la diputada Marian Orós. En primera fila, la expresidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, y la secretaria general, Ana Alós.
En el libro los lectores se encontrarán a actores conocidos de la política española, al PP, al PSOE y al partido Ele Ele (trasunto de Ciudadanos), aderezados con la imaginación del autor.
"En el primer capítulo, el vampiro se come a un diputado del PSOE por Teruel", ha empezado entre aplausos y sin miedo a los spoilers el dirigente popular y escritor.
La historia discurre después de una pandemia, cuando los extremos políticos se radicalizan hasta el punto de estar liderados por un fiscal anticorrupción que quiere encarcelar a todos los políticos y un imán integrista.
"Es una caricatura con la que intento narrar la política española de hoy y mostrar que los monstruos no vienen de los extremos, sino del centro cuando la derecha y la izquierda dejamos de hablar entre nosotros", ha reflexionado González Pons, que no ha dedicado tiempo a valorar cómo está la política aragonesa, sino a analizar a grandes rasgos las características de la política española.
Dentro de los elementos históricos que recoge la novela está que bajo el hemiciclo había una cripta de un convento de monjas que podría pertenecer a Magdalena de Guzmán, el vampiro que irrumpe en la vida parlamentaria en la crónica del valenciano. Su protagonista, Marga Saavedra, toma prestado su físico de una española real, diputada por Sevilla, aunque dice el autor que "nada de lo que le ocurre en la novela le sucedió".
Una mirada diferente hacia la política española de un político que lleva ya tiempo en Bruselas, aunque ha estado en Zaragoza en calidad de escritor. Borja Giménez Larraz en su presentación ha definido la novela como una "radiografía sin tapujos" de la política actual. "Los populismos, los nacionalismos y la falta de valores democráticos", ha resumido, quedan retratados en esta novela esperpéntica.
