La evolución de la economía en 2022

Aragón sale del túnel: la riqueza por habitante recupera el nivel precovid

Es la primera que consigue hacerlo. La fortaleza de la industria, el empleo y el sector exterior aceleraron la recuperación de la actividad

La comunidad es la primera autonomía en recuperar el PIB per cápita que tenía antes de la pandemia.

La comunidad es la primera autonomía en recuperar el PIB per cápita que tenía antes de la pandemia. / MIGUEL ANGEL GRACIA

Ricardo Barceló

Ricardo Barceló

La economía aragonesa se desplomó en 2020, cuando la pandemia del covid asoló la actividad productiva, pero lo hizo menos que otras. Este hecho explica, en parte, que la comunidad haya recuperado las constantes vitales de forma más rápida que el resto de autonomías españolas. Los datos de la Contabilidad Regional, correspondientes a 2021 y publicados recientemente por el INE, demuestran que Aragón es la única comunidad que ha superado el PIB per cápita respecto a 2019.

Cada aragonés supera en 180 euros (+0,63%) el nivel registrado hace tres años, lo que supone un salto en este indicador que mide el incremento de la calidad de vida de los ciudadanos. Si antes de la pandemia el PIB per cápita era de 28.379 euros, hoy alcanza los 28.912, lo que la sitúa en el quinto puesto del ránking nacional, a solo mil euros de la cuarta, Cataluña, que está a 4,38 puntos de recuperar el nivel prepandemia. En el conjunto de España, el PIB per cápita está un 3,57% por debajo de la situación previa al covid.

Desde la perspectiva global, Aragón se queda a las puertas de recuperar los niveles de riqueza de 2019, aunque es la autonomía que está más cerca de hacerlo (-0,22%), ya que la media de España está un -3,10% por debajo del PIB prepandemia. Eso sí, si se cumplen las previsiones de crecimiento de 2022 --que la DGA sitúa en el 4,3%-- prácticamente se habrá superado esa barrera.

Pero ¿cuáles son las razones que hacen que la economía aragonesa sea más resiliente? Los expertos consultados por este diario inciden en dos ideas fundamentales: el peso de la industria y la agricultura en el PIB, y una estructura empresarial más diversificada y un mercado laboral más dinámico, dos factores que han permitido resistir mejor el tsunami.

«El descenso del PIB en Aragón fue del 8,7% en 2008, siendo una de las que menos cayó gracias a la contribución de la industria y del sector de la agricultura y la agroalimentación, que amortiguaron el golpe» frente a otras comunidades más expuestas al sector servicios y al turismo que sufrieron en mayor medida las restricciones a la movilidad tras el estado de alarma, según apunta el director general de Economía del Gobierno de Aragón, Luis Lanaspa, que se muestra razonablemente optimista de cara a 2023. 

Perspectivas para 2023

El catedrático de la Universidad de Zaragoza y director de Economía Pública de Funcas, Eduardo Bandrés, sostiene que la capacidad de resistencia de la economía aragonesa reside en buena medida en «una estructura productiva más diversificada, vinculada a un empleo más cualificado y con una fuerte vocación exportadora, lo que obliga a ser más eficientes en la generación de valor añadido». En comparación con el resto de España, «la industria, que es el sector con mayor productividad, aporta un plus en este indicador» mientras que la de la agricultura y de buena parte de los servicios «es también mayor en Aragón que en España», señala Bandrés.

La evolución de 2022, no obstante, ha comenzado a hacer mella en el tejido productivo y en los hogares, aunque hasta ahora el vigor de la actividad se ha sustentado en el incremento del consumo por parte de las familias, el impulso de las exportaciones que apuntan a un nuevo récord en 2022 y en la mayor inversión en bienes de equipo por parte de las empresas.

Para el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza, Marcos Sanso, «todavía no hemos visto lo peor» y vaticina que «ahora empieza lo difícil» por los efectos de las subidas de precios en las familias y las empresas. «El problema es cuando la tormenta no cesa», indica, si bien reconoce que el escenario que se avecina en 2023 «no será ninguna catástrofe» porque «hay proyectos de calado en perspectiva que estimulan el crecimiento». Además, el sector exterior da mucho aliento a la economía y el mercado de trabajo ha tenido un comportamiento excepcional». En este sentido, Bandrés asegura que Aragón tiene como ventaja un mayor empleo indefinido y cualificación de los ocupados, lo que da «estabilidad y viabilidad a las empresas».

El hecho de que Aragón haya recuperado prácticamente el PIB prepandemia abre ahora el debate de la recuperación de los salarios. En 2022, la subida de las nóminas de los trabajadores con convenio fue de apenas el 2% mientras que el IPC rondó el 6%, lo que supone la mayor pérdida de poder adquisitivo de las últimas dos décadas. La negociación colectiva será, por tanto, uno de los retos de este 2023.

Un indicador de riqueza que no deja de crecer desde el año 2000

El Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de Aragón ha ido creciendo a lo largo de la última década, ya que a comienzos de siglo se encontraba en un valor de 104 sobre 100, aunque luego escaló hasta 110 en el segundo decenio y en 2021 se situó en 113. Esta evolución está directamente ligada al incremento de la riqueza por parte de los aragoneses aunque también está condicionado por la demografía, ya que a menos población mayor reparto de la renta. Aunque los ciudadanos con mayor renta per cápita son los madrileños, con 36.206 euros, esta comunidad es una de las que más lejos está de alcanzar el nivel prepandemia (-3,83%). Cataluña es la penúltima (-4,38%), mientras que las últimas dos posiciones son para Canarias y Baleares que todavía están un 10 y un 12% por debajo del nivel de 2019. A la cabeza, figuran Aragón, seguida de Asturias, Castilla La Mancha, Extremadura, Galicia y la Región de Murcia. 

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