Los efectos de la crisis energética

Aragón gasta un 2,6% menos de luz en el año del precio más caro

La demanda se desploma un 6,8% en la industria y sube un 2% en hogares y comercios / Baja por el alto coste, la menor producción de las fábricas y el ahorro, a pesar de crecer el PIB

La demanda eléctrica de Aragón bajó en 2022 como consecuencia de los altos precios provocados por la crisis energética.

La demanda eléctrica de Aragón bajó en 2022 como consecuencia de los altos precios provocados por la crisis energética. / REDEIA

Nunca antes los consumidores y las empresas habían estado tan pendientes de sus facturas de la luz como en el turbulento 2022, marcado por una crisis energética que tiene su principal detonante en la invasión de Ucrania por Rusia. Los precios alcanzaron en España, y toda Europa, su nivel más caro de la historia, lo que puso en apuros a muchos negocios, sobre todo en la industria, y achicó los bolsillos de las familias. La alta tensión de este mercado se hizo notar en la demanda de electricidad, que en Aragón cayó un 2,6% el pasado año, según los datos facilitados a este diario por Endesa, la distribuidora eléctrica de referencia en la comunidad.

El descenso se debió a la menor producción en las fábricas, en gran parte por los precios estratosféricos de la energía, que también forzaron a los hogares a reducir el consumo. También influyeron las medidas de ahorro energético impulsados por el Gobierno desde el verano. Todo apunta a que la demanda de Aragón en 2022 será la más baja de la década, con la excepción de 2020, cuando sufrió un abrupto desplome por la irrupción de la pandemia. Así lo apuntan los últimos datos de Red Eléctrica (grupo Rediea), el operador del sistema nacional, que no cuenta todavía con los números regionalizados del último trimestre, en el que la contracción del consumo fue aún más acusada.

El gasto eléctrico de la comunidad en los nueve primeros meses de 2022 fue de 7.766 gigavatios hora, casi un punto menos que en el mismo periodo de 2021 y un 4,6% por debajo de 2019, el año previo a la pandemia. En el conjunto de España, la evolución fue muy similar, con una bajada del 2,3% en todo el ejercicio, una caída algo mayor una vez corregida la influencia del calendario y de las temperaturas (-3,1%).

«A falta de los datos definitivos, todo apunta a que 2022 ha sido un año de ajustes, en el que se observa una caída de la demanda, vinculada en parte a las medidas impulsadas por la UE para bajar el consumo y no tener problemas de abastecimiento energético en los últimos meses, algo lógico en un escenario de contexto internacional inestable», explica José Ignacio Lallana, delegado de Redeia en Aragón.

El comportamiento no fue homogéneo entre los dos grandes segmentos de consumidores en Aragón, según los datos de Endesa. La demanda de la industria, que supuso el 50% de total frente al 52,3% de 2021, bajó un 6,8%, mientras que entre los clientes residenciales y de servicios (comercio y oficinas) se incrementó un 2%. A juzgar por estos datos, podría pensarse que en los hogares y consumidores terciarios no tuvo efecto el Plan de Choque de Ahorro y Gestión Energética en Climatización puesto en marcha por el Gobierno el pasado verano para cumplir el compromiso exigido por la Unión Europea de bajar el consumo de gas un 7% en plena crisis energética. El análisis detallado, sin embargo, apunta a que sí dieron sus frutos medidas como bajar termostatos, apagar luces de edificios oficiales o cerrar puertas de locales climatizados.

Desplome en diciembre

En los siete primeros meses de 2022 (de enero a julio) la demanda eléctrica de Aragón se mantuvo casi invariable, con una leve caída de apenas dos décimas respecto al periodo comparable de 2021 –de 6.092 a 6.082 gigavatios hora, según datos de Red Eléctrica—. En cambio, en agosto y septiembre, los dos primeros meses en los que estaba en vigor el plan de ahorro energético, se registraron caídas anuales del consumo del 3,1% y 4,2%, respectivamente.

La tendencia menguante del gasto de luz se agudizó en el último trimestre del año, como así lo revelan las estadísticas nacionales, aunque Red Eléctrica no dispone todavía de datos de Aragón de este periodo. Los registros de diciembre de Endesa apuntan a ello, con una bajada general del 8,3% en Aragón, un retroceso que fue más intenso en la industria (-9,9%), pero que también se produjo en el sector residencial y de servicios (-6,8%).

La demanda eléctrica se considera que es un fiel indicador de la marcha de la economía, que suele seguir las tendencias que marca la evolución del Producto Interior Bruto (PIB), pero esta regla se rompió en 2022, cuando el crecimiento estimado de Aragón superó el 4%.

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