EL PATRIMONIO INDUSTRIAL

Jaque mate al carbón en Andorra

La tercera estructura más alta de toda España ha sido derribada este jueves con 265 kilos de dinamita, poniendo punto y final a 42 años como símbolo de la economía del carbón y faro en el 'skyline' del Bajo Aragón histórico

La villa minera de Andorra ha visto caer este jueves ante sus ojos el último símbolo de la antaño boyante economía del carbón. Como el rey derrotado que se desploma sobre el tablero de ajedrez, la chimenea de la central térmica, que medía 343 metros y era la tercera estructura más alta de España, ha sido derrumbada para convertirse en 25.000 toneladas de escombros. A las 11.30 horas se ha certificado el jaque mate en una partida en la que Andorra había jugado con las piezas negras del carbón, lo que le permitió llevar la delantera durante décadas y llegar a ser la localidad aragonesa con mayor renta per cápita. 

Todo se fue a pique con el cambio climático: cayeron las torres (de refrigeración), los peones tuvieron que dejar sus puestos de trabajo y ahora tan solo queda el recuerdo de la partida. Las vencedoras, sin embargo, no han sido blancas, sino verdes: sobre los restos de la mole de hormigón levantará Endesa, la propietaria de la central térmica desde su inauguración en 1981, un mar de renovables para producir con energía solar y eólica 1.843,6 megavatios de potencia instalada en siete parques híbridos.

La mole de hormigón ha sido perforada en su base antes de que los técnicos accionasen la explosión de 265 kilos de dinamita. La estructura se ha abierto por la base como se tala un árbol, se mantuvo en vilo durante siete largos segundos en los que todo aquel que se acercó a admirar el espectáculo contuvo la respiración... y cayó. Se ha derrumbado durante 25 segundos, el tiempo que han tenido los andorranos para despedirse del faro que ubicaba a Andorra en el 'skyline' del Bajo Aragón Histórico. Tan solo la antena de comunicaciones de Guardamar (Alicante) y la chimenea de la central térmica de As Pontes (A Coruña) son más altas que la de Andorra. La Torre Eiffel se queda por debajo con sus 300 metros.  

La demolición no ha estado exenta de críticas. Numerosas voces han clamado por la conservación de este símbolo del patrimonio industrial, que representa una era de prosperidad en las comarcas mineras del sur de Aragón. Endesa, que era la propietaria de la central térmica, asumió que el coste del mantenimiento era demasiado alto, por lo que se decidió a la demolición. Cuatro millones de euros para una actuación inmediata, unos 300.000 al año en materia de seguridad y trabajos de mantenimiento específico cada 10 años con un coste de un millón de euros.

Este ha sido el momento en el que era derribada la chimenea de la Central Térmica de Andorra

Los datos fueron revelados por Ignacio Montaner, el director general de Endesa en Aragón, previamente extraídos de un informe encargado por la propia compañía eléctrica. «La chimenea y la central térmica estaban preparadas para trabajar durante 40 años, que se han cumplido justo ahora». «Nadie ha asumido ese coste ni ha propuesto un uso útil para esa chimenea», ha destacado el responsable de la eléctrica, que admitió haber recibido propuestas para darle una utilidad a la chimenea, aunque ninguna «podía acompasarse al proyecto que planteamos para Andorra». 

El último reducto del carbón en Andorra ha caído mientras en las tierras leonesas se debate por un asunto similar. En Ponferrada, la central térmica Compostilla II debería haber dicho adiós a sus torres de refrigeración el 26 de enero, pero un recurso de alzada de Bierza Ya! ha retrasado la ejecución de la demolición. En ese caso, la central también es propiedad de Endesa, y se cifra en 20 millones de euros el coste de mantener en pie esta estructura. Teruel Existe ha llevado a cabo una protesta tras la que han pedido las dimisiones del consejero de Cultura de Aragón y la Directora de Patrimonio. 

LOS DETALLES DE LA DEMOLICIÓN

Para la demolición se han utilizado 170 detonadores no eléctricos, 108 conectadores de superficie, 8 detonadores no electrónicos y 265 Kg de explosivo, que se han colocado en la estructura mediante taladros distribuidos para dirigir la caída en la dirección planificada. En el proyecto se ha fijado un radio de seguridad de 600 metros.

Al contrario que en la demolición de las torres de refrigeración, llevada a cabo el 13 de mayo de 2022, esta vez no ha parecido una celebración. El adiós a la chimenea se ha llevado a cabo de una forma discreta, sin aplausos, con una cuenta atrás de cinco segundos y pocas declaraciones.

Hoy, la central térmica de Andorra se encuentra al 65% del proceso de desmantelamiento. El territorio vive todavía inmerso en un mar de dudas, con todas las esperanzas depositadas en que el plan de Endesa para el Nudo Mudéjar sea efectivo. La compañía eléctrica se impuso en el primer concurso de renovables del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico con un proyecto que prevé una inversión de 1.500 millones de euros y la construcción de 1.843 megavatios de potencia renovable. Según el convenio firmado por la compañía, se generarán tantos empleos fijos como tenía la central térmica de Andorra cuando cerró en junio de 2020 (en torno a 580), además de 6.300 puestos de trabajo indirectos. 

Sin embargo, esta central provocó también graves consecuencias medioambientales en una extensa zona forestal del norte de la provincia de Castellón. Entre 1984 y 1987, sus emisiones contaminantes devastaron 200.000 hectáreas de bosque por efecto de la lluvia ácida y llevaron a una veintena de ayuntamientos a presentar una querella contra Endesa por delito ecológico. Un acuerdo, que incluía el compromiso de Endesa de efectuar una elevadísima inversión en medidas correctoras para acabar con las emisiones de dióxido de azufre, frenó la demanda civil contra el entonces presidente de la eléctrica.

EL PERIÓDICO DE ARAGÓN analiza el derribo de la icónica chimenea de Andorra

Jaime Galindo

La base del proyecto energético contempla la instalación de 14 plantas renovables hibridadas: siete parques solares (más de 1.200 MW de potencia instalada) y otras siete eólicas (695 MW) que se ubicarán en Albalate del Arzobispo, Híjar, Samper de Calanda, Castelnou, Andorra, Calanda, Alcañiz, La Puebla de Híjar, Jatiel, y Alcorisa. Se levantarán dos plantas de almacenamiento con baterías, un electrolizador de hidrógeno verde, un compensador síncrono, un centro de fabricación de electrolizadores. 

Demolición de la chimenea de Andorra vista desde un dron

ENDESA

Este jueves se ha dicho adiós a una era, quizás la más boyante de la historia de las comarcas eléctrico-mineras de Aragón. El jaque mate es definitivo, convitiendo el pasado reciente de Andorra en 25.000 toneladas de escombro. Y la partida que está por jugarse servirá de ejemplo al resto de comarcas mineras de España. Juegan verdes. Apertura andorrana.