LIBRO DE ARAGONÉS

Un libro recopila 2.500 palabras y expresiones del aragonés propio de La Almunia

'Repués: Asinas se charraba en L’Almunia de Doña Godina' es obra del almuniense Gonzalo Orna, miembro del Consello D´A Fabla Aragonesa y de la Asociación Cultural L´Albada

Gonzalo Orna, autor de Repués Asinas se charraba en L´Almunia de Doña Godina

Gonzalo Orna, autor de Repués Asinas se charraba en L´Almunia de Doña Godina / MAASZOOM Comunicación

El Periódico de Aragón

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El Ayuntamiento de La Almunia de Doña Godina (Zaragoza) celebra el Día Internacional de la Lengua Materna -que se celebra mañana martes 21 de febrero- con la presentación de un nuevo libro que pretende recuperar y proteger el aragonés hablado tradicionalmente por los almunienses. Repués: Asinas se charraba en L´Almunia de Doña Godina es una colección, o “replega” en aragonés, de más de 2.500 palabras y expresiones utilizadas o conocidas en La Almunia que han sido recopiladas por el escritor almuniense Gonzalo Orna Soria, miembro del Consello D´A Fabla Aragonesa y de la Asociación Cultural L´Albada.

El estudio sobre el aragonés en La Almunia será presentado el próximo viernes 24 de febrero a las 20 horas en el Salón de Actos del Centro de Cultura Comunitaria de La Almunia (CCCLA), situado en la Plaza de la Cultura. El evento contará con la presencia del propio Gonzalo Orna; de José Manuel Latorre, concejal de Cultura y Participación Ciudadana de La Almunia; Ignacio López Susín, director general de Política Lingüística del Gobierno de Aragón y Francho Nagore, doctor en Filología Aragonesa y miembro del Consello D’A Fabla Aragonesa.

Al finalizar la presentación, habrá una actuación musical en aragonés recordando al grupo almuniense “Rolde” que será el colofón a la agenda de actividades promovidas por la Concejalía de Cultura y Participación Ciudadana de La Almunia por este Día Internacional.

Una obra que comenzó en los años 80

La publicación Repués: Asinas se charraba en L´Almunia de Doña Godina es el fruto de un dilatado trabajo de recopilación que comenzó al inicio de la década de los 80 del siglo pasado, cuando Orna se comprometió con el aprendizaje de la lengua aragonesa en un momento en el que esta contaba con un escaso reconocimiento social. Las páginas recogen palabras propias de la zona como “ziza” -avispa-, “encapuzarse” -meterse en el agua- o animales como “raposas, zapos, paniquesas o tafujos”.

El concejal de Cultura y Participación Ciudadana, José Manuel Latorre, cuyo impulso ha sido determinante en esta última fase de publicación del estudio y “replega”, recuerda cómo en el momento en el que el autor del libro inició su investigación, el aragonés “carecía de apoyo político y de falta de reconocimiento como parte importante de nuestro patrimonio cultural e histórico y como seña de identidad. A la vez, se encontraba escasamente valorada por la sociedad aragonesa y carente de prestigio social en las zonas donde es lengua patrimonial”. 

Latorre destaca que el autor de “Repués” –restos, en castellano- “en este tiempo y con este contexto, fue tomando conciencia de la importancia de la lengua propia, paradójicamente en una zona plagada de aragonesismos como La Almunia, pero en la que el aragonés, como vehículo de comunicación, dejó de conocerse y emplearse”.

Portada de Repués Asinas se charraba en L´Almunia de Doña Godina

Portada de Repués Asinas se charraba en L´Almunia de Doña Godina / Gobierno de Aragón

Para el responsable municipal de Cultura, “esta situación pudo empezar a revertirse gracias al empuje y compromiso institucional, especialmente gracias a la creación de la Dirección de Política Lingüística del Gobierno de Aragón y el creciente interés de los aragoneses y aragonesas por su conocimiento y aprendizaje”, apunta.

El trabajo de investigación de Orna comenzó hace 40 años con la elaboración de una encuesta con una docena de personas para conocer el estado y situación de algunas palabras aragonesas que, posteriormente, han sido revisadas con distintos diccionarios históricos y con trabajos de autores modernos. El autor ha contado además con la colaboración y supervisión de la filóloga Paz Ríos Nasarre y de Francho Nagore, uno de los padres del aragonés moderno.

El autor de la obra, ha explicado que los aragoneses “deberían asumir y tener conciencia de lo propio para poder defenderlo y mantener la identidad como pueblo”. Asimismo, ha explicado que el aragonés padece diglosia. Ejemplo de esto es cuando “los labradores hablaban del panizo en el campo, pero cuando estaban en un entorno como la Cooperativa le llamaban maíz. La gente tenía miedo a que se burlaran de ellos por hablar de una manera que entendían que no era correcta”.

Orna advierte que el aragonés “continúa sufriendo un proceso de asimilación. Poco a poco se va perdiendo la lengua propia de Aragón”. Y respecto a la situación en La Almunia, Orna señala que muchas de las palabras y expresiones recogidas durante el estudio desafortunadamente ya no se usan y que su desaparición total es una posibilidad cada vez más cercana.