A UN MES DEL PERÍODO VACACIONAL

El turismo aragonés afronta la Semana Santa con "mucha ocupación"

Los hosteleros tienen un buen número de reservas a un mes de que los tambores vuelvan a sonar / La variedad en la oferta cultural de la comunidad atrae a turistas de todas las partes de España

El Bajo Aragón atrae a numeroso público en el acto de Romper la hora. En la imagen, Híjar, el año pasado.

El Bajo Aragón atrae a numeroso público en el acto de Romper la hora. En la imagen, Híjar, el año pasado. / EFE / Javier Cebollada

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Queda un mes para que los primeros toques de las procesiones de Semana Santa empiecen a sonar, pero los más previsores ya tienen fijada las fechas de sus próximas vacaciones. Los amantes de la tradición ya tienen marcadas qué cofradías van a visitar en esa semana y aquellos que prefieren algo más relajado tienen claro en qué zona de Aragón descansarán en el próximo período de vacaciones. Todo ello, visto con «mucha esperanza» por parte de los profesionales del sector turístico. 

Tras una Cincomarzada que ha sido exitosa en muchos puntos de la comunidad, el sector turístico ya mira hacia la Semana Santa, «el pistoletazo de salida» a la fuerte actividad viajera por todo el país. Unas fechas que se miran con «muchas ganas y con mucha esperanza» y que ya empiezan a registrar zonas con casi el 70% de ocupación, que seguro irá a más a un mes de distancia de las fiestas. 

La radiografía por el territorio aragonés es muy positiva, se mire al norte, al sur, a las grandes ciudades o a los pequeños municipios. En esas zonas rurales la Semana Santa es una fecha «con pocas reservas hasta ahora, pero con muy buena pinta», según valora Jesús Marco, presidente de la Asociación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur). «Es una época buenísima, sobre todo cuando cae más tarde porque el tiempo, que es clave, suele ser mejor», detalla Marco, contento porque en este 2023 las fechas festivas se extiendan durante la segunda semana de abril.

Las casas rurales, una de las opciones preferidas del turista aragonés en los últimos años, abrazan «la definitiva normalidad» de una pasión que se celebrará con las restricciones de la pandemia completamente olvidadas. «Aunque a nosotros no nos fue del todo mal, ya que mucha gente buscaba esos espacios al aire libre, cerca de la naturaleza», recuerda el presidente de Faratur, que admite llevar «una temporada larga» en la que los resultados son buenos, «aunque sabemos que para el verano la cosa bajará, porque el turista prefiere ir a otros destinos». 

Con julio y agosto muy lejos del radar, Marco «abraza» al perfil del turista que opta por las casas rurales para descansar: «Hay de todo tipo, aunque destacan muchos grupos de amigos que se reencuentran tras el invierno y familias que preparan excursiones de varios días». 

«La Semana Santa es una fecha para aprovechar el fin del invierno y hacer cosas diferentes a lo que se ha hecho en el inicio del año», concluye el representante de Faratur. 

Destinos concretos

Frente a la cantidad de casas rurales que hay repartidas por toda la comunidad, algunos atractivos son fijos. La naturaleza del Pirineo aragonés o la Ruta del Tambor del Bajo Aragón siempre están disponibles en Semana Santa, dando un gran abanico de opciones. 

La presidenta de la Asociación Empresarial Turística de Sobrarbe, Paz Agraz, asegura que el norte de la comunidad tiene «una previsión muy fuerte, como todos los años, porque es una fecha muy buena para nosotros». Tan buena es la previsión que las reservas empiezan a desbordarse, «con un nivel muy alto y con mucha ocupación ya asegurada para esas fechas». 

El Pirineo es uno de los lugares preferidos para gente de todas las comunidades autónomas, aunque en el perfil destacan «la gente de las regiones más próximas, sobre todo País Vasco, Navarra y Cataluña». Pese a ello, para Agraz, el atractivo de la naturaleza aragonesa llega mucho más lejos, ya que todos los años «vienen muchos andaluces a pasar algunos días por esta zona». «Tenemos muchas ganas de que lleguen estas fechas porque serán muy buenas», completa. 

Otra de las zonas donde el turismo llenará los alojamientos será Sos del Rey Católico, que ya tiene «en torno al 70% de ocupación para la Semana Santa». Lo asegura Felipe Díaz, presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de Sos, que considera que «las actividades de la propia semana y el patrimonio cultural que siempre tenemos son atractivo más que suficiente para que la gente quiera disfrutar de Sos y de sus alrededores». En plena celebración del nacimiento de Fernando de Aragón, Díaz define la Semana Santa como «unas jornadas con la misma importancia que esta primera semana de marzo, donde lo damos todo». 

Las expectativas están por las nubes en el sector turístico aragonés. La Semana Santa de 2023 apunta a ser la lanzadera del resto del año para los empresarios hosteleros. El propio presidente de Faratur lo tiene muy claro: «Es una época de la que siempre sacamos buenos resultados, así que seguro contamos en abril que todo ha ido muy bien». 

Vuelos casi llenos a muchos destinos

No solo el turismo de los aragoneses se queda en la comunidad o en el resto del panorama nacional. Muchos eligen la Semana Santa como el momento del año para visitar otros países y culturas.

Así lo refleja el aeropuerto de Zaragoza, donde muchos de sus vuelos, preparados especialmente para estas fechas, ya rozan el lleno, según explican desde la Asociación de Agencias de Viaje de Aragón. «Hay un montón de salidas siempre para estas fechas y muchos de estos vuelos ya están muy completos, algunos casi llenos», detalla Jorge Moncada, presidente de la mencionada asociación.

El propio Moncada afirma que en su sector están «muy contentos» con lo que implica ese período vacacional para ellos, una fecha que «siempre gusta para hacer viajes fuera de España». «Suele ser el primer momento de viajes importantes del año», resume el presidente de las agencias de viajes.

La importancia de que Zaragoza mantenga vuelos chárter es clave para las agencias, ya que «hace que el turista aragonés salga desde nuestra tierra y no tenga que irse a Madrid o Barcelona para salir hacia otro país».

La oferta de vuelos que parten desde el aeropuerto de la capital aragonesa es variada, con presencia de muchos destinos europeos y algunos de otro continente. Italia lidera la clasificación con viajes a la Toscana, Taormina, la isla de Sicilia o Catania. Todos estos viajes rondan los 1.000 euros, con estancias de cuatro o cinco días en suelo italiano.

La misma duración del viaje pero más hacia el norte sale por un precio similar. El centro de Europa es otro destino del que podrán disfrutar los aragoneses: Estrasburgo, Alsacia y Selva Negra, todo en un mismo viaje, así como Suiza, Selva Negra y Alsacia. Praga cierra la oferta turística europea, que se completa con Estambul, entre Asia y el viejo continente.

Para los que prefieran algo más cercano, Granada también se puede visitar con vuelo directo, aunque el puente de San Jorge. El viaje y la estancia en la ciudad andaluza sale por unos 400 euros.