DÍA DE LA MUJER

Nathalia Antas, empresaria: "A las mujeres nos cuesta más llegar arriba en el mundo empresarial"

La consejera delegada de Zaragoza Servicios, empresa líder del sector de los eventos, relata su experiencia y trayectoria profesional al frente de un negocio con 160 trabajadores, al tiempo que apuesta por un feminismo despolitizado

Nathalia Antas, consejera delegada de Zaragoza Servicios, en las oficinas de la empresa en La Almozara. | ÁNGEL DE CASTRO

Nathalia Antas, consejera delegada de Zaragoza Servicios, en las oficinas de la empresa en La Almozara. | ÁNGEL DE CASTRO

Las mujeres siguen siendo una minoría absoluta a la hora de emprender o dirigir una empresa, aunque cada vez son más las que dan el paso. Nathalia Antas Martínez (1977, Zaragoza) es uno de esos referentes femeninos que rompe moldes en el mundo empresarial de Aragón. Hace 15 años decidió montar su propio negocio, Zaragoza Servicios, que a base de perseverancia, sacrificio y altas dosis de creatividad ha logrado convertir en la firma líder del sector de los eventos a nivel local. «Los principios fueron complicados al ser mujer y joven. Aunque es una actividad muy feminizada abajo, los que cortan el bacalao eran hombres y costaba meter cabeza», recuerda.

Desde pequeña tenía cierta vocación empresarial. «En BUP hice un test de la revista Super Pop y me salió que mi perfil laboral era de ejecutiva. Lo de ama de casa, desde luego, no iba conmigo», recuerda entre risas. En casa tenía antecedentes de autoempleo. Su padre fue un directivo comercial en Grundig y en los últimos años de su vida laboral emprendió junto a su madre: «tuvieron una famosa papelería en el barrio de San José».

Antes de ser empresaria y tras graduarse en Relaciones Laborales, su primer trabajo formal fue curiosamente en un sindicato, en la USO, donde estuvo nueve meses de asesora. Pero la mayor parte de su vida laboral la desarrolló en empresas de recursos humanos, donde llegó a ser la directora en Aragón de firmas como Lester y Bicolan.

El «destino» la llevó a crear una empresa en 2009, el mismo año que fue madre. «Era como un doble parto. Iba todo el día con el niño colgado a la teta, al ritmo que podía», rememora. El proyecto nació más una agencia de azafatas pero poco a poco fue creciendo y diversificando. Ahora cuenta con 160 trabajadores, la mayoría fijos discontinuos por el tipo de sector, y un abanico de 120 actividades para despedidas, empresas, eventos o fiestas, así con una gran especialización en animación infantil.

Forma parte de la junta directiva de la Asociación Aragonesa de Mujeres Empresarias (ARAME) y celebrará el 8M «trabajando». «Nos cuesta más llegar arriba en el mundo empresarial. La maternidad sigue siendo un lastre difícil de resolver», afirma. Aunque se declara feminista, rechaza «el feminismo que se nos vende desde la parte más politizada». «Sin duda hay que luchar por la igualdad para llegar a una equidad, pero sin cuotas», sostiene. También cree necesario fomentar la vocación emprendedora «desde abajo» en niñas y jóvenes, pero con «realismo». «No es un camino de rosas», apunta.