INFRAESTRUCTURAS

El regadío de ‘El Tormillo’ ya es una realidad después de 60 años

El proyecto beneficia a 155 regantes de Sariñena, Peralta, Ilche y San Miguel de Cinca

Acto de inauguración de la obras del nuevo regadío de El Tormillo. | GOBIERNO DE ARAGÓN

Acto de inauguración de la obras del nuevo regadío de El Tormillo. | GOBIERNO DE ARAGÓN / el periódico

El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

Tres generaciones han tenido que pasar, desde que en 1956 se aprobase por el Estado el Plan General de Colonización de la zona dominada por el Canal del Cinca, para que el riego de las parcelas de El Tormillo sea una realidad. El consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, y el director general de Desarrollo Rural, Jesús Nogués, inauguraron ayer las obras de este nuevo regadío.

«Han sido 67 años de insistencia y esfuerzos continuados, pasados de padres a hijos, de los agricultores de la zona con el fin que este proyecto llegue a ser hoy una realidad que permitirá transformar la economía de la zona, asegurando un modo de vida real para futuras generaciones», señaló el consejero durante su intervención.

Asimismo, recordó que este fue uno de los primeros proyectos de creación de regadío que consiguieron desbloquear a su llegada a la consejería, gracias al plan de choque impulsado en 2016.

El proyecto, que técnicamente se denomina Sector XX-Bis del Canal del Cinca, se localiza en el sistema de Riegos del Alto Aragón y va a beneficiar a 115 regantes. El Tormillo tiene una superficie regable de 1.495,70 hectáreas repartidas entre los municipios de Sariñena (410,86 hectáreas), Peralta de Alcofea (948,65 hectáreas), Ilche (119,49 hectáreas), San Miguel de Cinca (16,70 hectáreas).

El presupuesto total aprobado ha sido de 13,4 millones de euros y cuenta con una subvención del Gobierno de Aragón de 7,4 millones de euros a pagar en 25 anualidades (2022-2046).

Desde 1956, muchas han sido las vicisitudes sucedidas, y muchas insistencias hacia las administraciones y esfuerzos que dichos agricultores han tenido que llevar a cabo para que este proyecto no decayera. En 1984 se acordó por la Administración redactar el plan coordinado de obras de la zona concreta de El Tormillo. Una vez redactado, obtuvo la aprobación técnica en 1990, y en 2008 se aprobó por Orden Ministerial el Plan Coordinado de Obras para la zona.

Sin embargo, la crisis financiera que afectó en ese momento a toda la sociedad y también a la capacidad inversora de las administraciones, hizo que proyectos de inversión pública significativa como éste, quedaran relegados para otro momento.

«Es precisamente ese largo anhelo y trabajo pasado de padres a hijos, lo que hace que la puesta en riego de un sector como éste vaya mucho más allá de mera revolución económica que supone, adentrándose en el campo de las emociones personales y del subconsciente colectivo», apuntó Olona.

Fue ante el escenario descrito, de zonas de regadío «eternamente pendientes de concluir», incluso algunas con obras ya ejecutadas y concentraciones parcelarias finalizadas por las administraciones a lo largo de tanto tiempo, que el Gobierno de Aragón diseñó en 2016 un plan de choque que permitiera la finalización de estas actuaciones.