FALTA DE PRECIPITACIONES

Aragón despide uno de los meses de abril más secos de su historia

Las previsiones de altas temperaturas se limitan, pero pueden romperse récords

El río Huerva, a su paso por Zaragoza en el Puente de los Gitanos.

El río Huerva, a su paso por Zaragoza en el Puente de los Gitanos. / JAIME GALINDO

S. H. V.

Aragón cierra en cuatro días uno de los abriles más extraños de su historia. La extrema falta de precipitaciones y las altas temperaturas, más propias del verano que del ecuador primaveral, han dibujado un panorama que se salía de todas las previsiones y que marca unos precedentes históricos para el futuro.

Ni unas tormentas descomunales en las próximas horas salvarían un abril que seguro estará entre los más secos de una serie histórica que data de 1961. «Aún no podemos asegurar si es el más seco de la historia, porque hay que cerrar el mes, pero probablemente lo será», explican desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Piden precaución para saber en qué puesto finalizará este abril de 2023, pero ya dan por hecho que estará «entre los más secos de la historia de Aragón».

Si la lluvia, o más bien la ausencia de ella, ha sido la causante de la profunda sequía que atraviesa la comunidad, la temperatura tampoco ha dado tregua. Porque la treintena de grados ya se nota en esta semana, cuando lo normal es que no apareciese hasta finales de mayo. «Ha bajado un poco respecto a las previsiones de la semana pasada, por lo que no llegaremos a los 35 grados, pero sí tendremos temperaturas de 32 y 33 grados en varios puntos de Aragón», certifican desde Aemet, donde celebran, ligeramente, que la situación era «más preocupante» al inicio de la semana pasada.

Aunque no lleguen a esos 35 grados, los termómetros de este abril tienen muchas papeletas para colarse en la historia. La máxima de siempre en Teruel en el cuarto mes del año es de 30 grados, «y seguramente llegue a los 32 grados, por lo que se establecerá un nuevo récord». La llegada de un frente cálido por el sur es lo que hace que el Bajo Aragón sea la provincia que más vaya a sufrir este «episodio anómalo de altas temperaturas», que no se puede definir como una ola de calor.

En la provincia central y en el Alto Aragón, al abrigo de los Pirineos, es «poco probable» que los termómetros alcancen cifras para la historia. Pese a que no se revienten los registros, Aemet no limita su voz de alarma: «¡No podemos olvidar que estamos en el mes de abril! Es un episodio extraordinario para el momento del año en el que estamos».

Ni unas previsiones más suaves de lo normal ni unas ligeras lluvias para cerrar el mes van a cambiar lo que ha sido este abril.

Tanto hoy como mañana se alcanzarán las temperaturas más altas de la semana, con un ligero descenso durante el fin de semana: «Bajará este sábado y volveremos a tener registros algo más suaves, pero siguen siendo altos para el mes de abril».

Con esa bajada de las temperaturas llegarán unas tímidas precipitaciones, muy parecidas a las que ya acontecieron el pasado fin de semana y que se quedaron lejos de las esperanzadoras previsiones. «La previsión nos marca un frente que dejará algo de lluvias en la comunidad», concretan desde Aemet, que aseguran que estas lluvias se concentrarán «sobre todo en el Pirineo, pero pueden repartirse un poco por otras zonas de Aragón».

Ni con mucha lluvia ni con algo de fresco se podrá revertir el impacto generado durante los últimos 30 días: «Nada de lo que suceda en estos últimos días va a cambiar el carácter de este anómalo abril».