Inundaciones

El milagro de la lluvia se vuelve una pesadilla en Épila

Algunas casas y cuevas de Épila amanecen inundadas tras las grandes lluvias de esta semana

Vídeo | La tormenta de las últimas horas inundan Épila

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Judit Macarro

Judit Macarro

Que llueva, que llueva... O no, porque lo que para algunos es un milagro, para otros son días de no dormir. Esta mañana en Épila los barrancos han amanecido bastante crecidos por las lluvias torrenciales de estos días. Con esta caída del cielo, los habitantes se llevan las manos a la cabeza por el desastre generado en sus viviendas y se ponen manos a la obra para sacar con cubos todo el agua.

José Alfredo Polo García, residente en una de las cuevas del pueblo, lamentaba la "jodida situación" que le toca sufrir. Un problema que lleva aguantando desde hace muchos años debido al sistema de alcantarillado nuevo, "se han cargado calles enteras de cuevas porque hicieron mal el hormigonado", explica con pesar García.

La reforma del alcantarillado parecía una solución esperanzadora ante las inundaciones, pero tuvo el efecto contrario. "El problema fue que no quitaron el viejo hormigón, entonces al echar el nuevo encima se crean micro alzas que al no tener otro sitio por donde salir todo el agua cae en el interior de las viviendas", explica el vecino. Delante de él hay 6 cuevas inutilizadas, "además de la mía y otras muchas más".

El vivir en estas condiciones, para muchas familias, se ha vuelto imposible. Solo aquellos que disponen de algunos ahorros se las pueden apañar para intentar mejorar su situación, como es el caso de José Alfredo: "Yo me he tenido que gastar 3 mil euros en geólogos, 600 euros en un perito y lo que me cueste el abogado... pero hay gente que no se lo puede permitir".

Él lleva ahorrando desde hace mucho tiempo, frente al silencio del Ayuntamiento. "Hace 5 años hicieron el amago de arreglarlo e hicieron una pequeña zanja de 2 ó 3 metros de largo y unos 30 ó 40 de alto", expone García y continua mencionando que "todo fue a peor, porque esa balsa crea más filtraciones aún".

El techo de José Alfredo Polo García casi caído tras la inundación.

El techo de José Alfredo Polo García casi caído tras la inundación. / SERVICIO ESPECIAL

En su casa, las lluvias de esta semana han dañado bastantes zonas. "El baño está destrozado y la cocina y los salones tienen el techo hundido", explica José Alfredo mientras señala indignado el techo de una de las salas afectadas. en su bodega, el agua ha entrado en tropel "reventando la puerta por la noche" y calándole los pies al entrar. Un palmo entero de agua, que García ha medido con una lata de Coca-Cola vacía.

Su día a día frente a la lluvia y las grandes inundaciones es una situación que "a muchos no le gustaría" y, si vivieran al menos seis meses como él, "no votarían a quién han votado".

La lluvia ha dejado algunos campor con más de 25 centímetros por la zona del barranco.

La lluvia ha dejado algunos campor con más de 25 centímetros por la zona del barranco. / SERVICIO ESPECIAL

En un paseo con sus perros, García explica que lo que ha visto esta mañana en los barrancos es "una pasada". La lluvia exagerada ha dejado inundados los campos de alrededor del barranco, en algunas zonas el volumen del agua alcanza hasta los 25 centímetros.

Así que no es de extrañar, que si ya las lluvias son un problema para los habitantes de estas casas, los diluvios de estos días son una pesadilla de la que les costará librarse "días o semanas", asegura el vecino. Ante los problemas acuáticos de los vecinos de Épila el ayuntamiento por ahora "guarda silencio", así que si se quiere poner fin a las lluvias en el interior de los hogares "más vale ahorrar", concluye José Alfredo.