Aragón diagnostica entre 180 y 190 nuevos casos de melanoma al año

La incidencia ha crecido también en España de 10 a 16 por 100.000 habitantes.

La exposición intermitente al sol está relacionada con este tipo de tumor de piel "muy agresivo".

Un melanoma extirpado en el hospital Clínico.

Un melanoma extirpado en el hospital Clínico.

Eva García

Eva García

Es uno de los tumores de piel menos frecuentes ya que supone un 5% pero provoca el 80% de la mortalidad. Es el melanoma, un tumor «siempre difícil de atajar si no se extirpa de forma precoz porque se extiende», afirma Mariano Ara, jefe de Dermatología del hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza, quien señala que en la última década ha aumentado la incidencia, ya que ha pasado a 10 casos por 100.000 habitantes a ahora casi 16, y además, se trata de un cáncer «muy agresivo».

Cada año se diagnostican en España alrededor de 7.500 nuevos pacientes (con más incidencia entre las mujeres que en los hombres) y concretamente en Aragón, entre 180 o 190 nuevos casos al año. Ahora que llega el tiempo de vacaciones, de estancias en la playa, en la piscina y de estar mucho más tiempo en la calle, expuestos al sol hay que recordarlo. Porque la piel se cuida en verano, pero también el resto del año. 

Viendo el mapa de España, la mayor incidencia se da en las zonas de costa y de la isla, pero en Aragón las «cifras no son nada desdeñables». Se da mayor número de casos en Zaragoza, que «está a la altura de Alicante, Almería o Murcia», y también en Teruel mientras que en Huesca es «menor», afirma el jefe de Dermatología del Clínico.

¿A qué se debe ese aumento? Mariano Ara no sabe muy bien por qué ha ido creciendo la tendencia, aunque reconoce que puede deberse a un «cambio en los hábitos de vida y de ocio» al estar mucho más tiempo en la calle, al aire libre, y sobre todo, a la «exposición intermitente al sol», así como a los rayos uva. 

Afecta más a las pieles blancas, a los pelirrojos, a las personas con poca melanina, con muchas pecas, que «van a sufrir más esta patología», asegura. Aunque es muy agresivo y ha aumentado la incidencia, puntualiza el jefe de Dermatología del Clínico, que «no ha crecido la mortalidad» porque «cada vez se diagnostican antes». En el caso de que tenga menos de un milímetro su pronóstico es «precoz» y si es más gruesos ya «puede haber metástasis», señala el especialista.

Para Ara ha habido, «afortunadamente», cambios en los hábitos de vida y existe más control de las lesiones de la piel y se acude antes al dermatólogo; y además «existe más precisión dermatoscópica», señala.

Sin esperas

La autoexploración de los nevus es esencial, y seguir las reglas ABCDE, que se resumen en que sea asimétrico, con bordes irregulares, sin cambio de coloración, de tamaño, entre otros. En cuanto existe una mínima variación, hay que acudir al médico de Atención Primaria, que si es necesario derivará al especialista; aunque como explica Ara, existe la «historia clínica electrónica» por la que se puede enviar una foto al dermatólogo y «un día se diagnostica y al siguiente se extirpa porque esto no puede esperar», señala.

«Buscar el color en verano es un gran error para la salud» dice el dermatólogo

Ahora que es tiempo de vacaciones, de piscinas, playas, etcetera, es común oír hablar de coger color o de terminar las vacaciones moreno, pero para el especialista esto es «un grave error para la salud», explica. Porque sí que tiene claro que la incidencia de la patología es mayor en el caso de la «exposición al sol de forma intermitente», en el caso de aquellos que van un tiempo a la playa, un fin de semana a esquiar en invierno, etc.; mucho más que en el caso de las personas que trabajan en la construcción o en el campo cuya exposición «se da todo el año», afirma el dermatólogo.

Sin embargo, el especialista asegura que ahora está cambiando la tendencia. En los años 20 la moda era el tono blanco de la piel; después estar muy moreno y ahora «se vuelve un poco al principio» pero con conciencia, porque para tomar color «existe también el autobronceado, que puede ser la solución.

La memoria de la piel

Desde Dermatología, recomiendan no exponerse al sol ni a los rayos ultravioleta; pero «eso no significa no ir a la playa o a la piscina» sino que si se va a ir, aplicarse «crema de protección solar de +50, y renovarla cada 3 ó 4 horas; y sobre todo, no exponer a los niños pequeños». La piel tiene memoria y los primeros 25 años pueden ser responsables de las consecuencias; por eso es esencial la «fotoprotección, además de la protección física, como sombrilla, gorro, camiseta»; incluso bañarse vestido, «mejor todavía, sobre todo en los casos de piel blanca». 

Pero no hay que olvidar que algunas superficies, como por ejemplo la arena, el agua, la hierba o la nieve (en invierno) reflejan la radiación como si fuese un espejo; por lo que también hay que protegerse ante esta situación.

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