ALTAS TEMPERATURAS EN LA COMUNIDAD

Calor y rebajas, un plan imperfecto

La apertura comercial en domingo ‘pincha’ con el termómetro a más de 38 grados: «Hoy apetece ir a la piscina, no de compras», dicen los clientes

Varias personas acceden al Corte Inglés, este domingo.

Varias personas acceden al Corte Inglés, este domingo. / ANGEL DE CASTRO

D. L. G.

Será casualidad o simplemente mala suerte, pero el inicio de las rebajas no es acicate suficiente para ir un domingo en tromba a las tiendas, al menos este domingo no lo fue. Sigue abierta la discusión sobre si es efectiva o no esa estrategia comercial de subir la persiana los 365 días del año o varios festivos al año, pero esta vez parece que el ingrediente fundamental, o decisivo, para decantar la balanza fue estar a más de 35 grados en la calle. O a 38,6 que se alcanzó a pasadas las 17.00 horas de la tarde. Empezaba a notarse en Zaragoza la primera ola de calor del verano y eso no hay ofertas que lo compensen.

«Hoy lo que apetece es ir a la piscina, no de compras». Medio en broma medio en serio lo comentaba Antonio, a su mujer, Carmen, bajo la sombra de los árboles que daban cobijo a muchos en la plaza Aragón. La acera en el paseo Independencia superpoblada en un lado completamente en sombra y prácticamente vacía en la otra, soleada y con más gente bajo los porches.

Varias clientas acceden a otra tienda con rebajas en el centro de Zaragoza, este domingo.

Varias clientas acceden a otra tienda con rebajas en el centro de Zaragoza, este domingo. / ANGEL DE CASTRO

En ambas, muchas tiendas abiertas, la mayoría de las franquicias de grandes marcas que estas oportunidades de abrir en festivo no las desaprovechan nunca. Aunque sus trabajadores cada vez entienden menos «qué rentabilidad se saca de estar abiertos si luego entra muy poca gente». Mejor no decir de cuál, por si acaso. Pero a nadie se le escapa que entre las pequeñas tiendas, aquellas que no tienen detrás una multinacional, cada vez son más las que hace tiempo que tiraron la toalla con estos domingos. Este domingo, la mayoría. «La realidad es que no vale la pena, se vende poco y se gasta más abriendo que estando cerrados», explica otro dependiente.

Y es que los domingos, o al menos el de hoy, era más propicio para huir del calor asfixiante que empezaba a notarse en cada rincón de Zaragoza. Y eso que el pico de las temperaturas llegaba después de comer, con 38,6 grados pasadas las cinco de la tarde. Pero por la mañana era ya insoportable estar a la intemperie. Aunque hay quien sacaba partido de tener tiendas abiertas hoy, «al menos con el aire acondicionado se lleva mejor que en la calle», apuntaba Mario, que había aprovechado para dar una vuelta por El Corte Inglés de Independencia.

Un joven se refresca en una fuente de Zaragoza, donde se llegaron a superar los 38,5 grados al inicio de la tarde.

Un joven se refresca en una fuente de Zaragoza, donde se llegaron a superar los 38,5 grados al inicio de la tarde. / D. L. G.

Las rebajas se adelantaban al día 22 y contaban con este primer fin de semana de apertura comercial en festivo para sacar partido a los descuentos, pero «nada que ver con un sábado» y en algunos casos aseguraban haber «vendido más el viernes que hoy». Pura lógica para muchos, clientes y comerciantes, y es que «el verano ya está aquí y este fin de semana se está notando que ya hay familias que han empezado las vacaciones», atestiguan muchos.

Lo cierto es que bajo un sol abrasador, el plan perfecto por la mañana para muchos pasaba más por darse un chapuzón que por ir de compras a la caza de una ganga. Por eso la imagen de muchas piscinas, abarrotadas, contrastaba con la de las tiendas de Independencia o el entorno de Damas, el centro medio vacío. Desértico incluso a mediodía. No hay tantas ganas de descuentos como para desafiar al termómetro. O al menos es lo que parecía en lo que era el primer domingo de apertura comercial desde abril y el único hasta el mes de noviembre ya.

«Ni crisis ni nada, la gente no va a las tiendas hoy porque hace un calor insoportable», zanjaba Maribel, que había salido a dar un paseo con amigas. El caso es que para el que sí le gusta ir de compras, un domingo siempre es más agradable, «sin los agobios de un sábado por la tarde», añadía. Pero es que nunca solea a gusto de todos.