Las consecuencias de una tormenta histórica

Parque Venecia urge una reunión para estudiar el futuro del colegio María Zambrano

La asociación de vecinos no descarta protestas si en diez días no se citan con DGA, ayuntamiento y CHE

Educación deja en manos del Ejecutivo debe valorar el traslado del centro educativo

Sillas, mesas y mobiliario escolar se agolpan en el patio del CEIP María Zambrano. | ANDREEA VORNICU

Sillas, mesas y mobiliario escolar se agolpan en el patio del CEIP María Zambrano. | ANDREEA VORNICU / EVA GARCÍA / iVÁN TRIGO

La máxima preocupación para los padres y los vecinos de Parque Venecia es tener un colegio seguro y creen que en estos momentos el CEIP María Zambrano no lo es tras haber visto las consecuencias de la histórica riada del pasado jueves. El centro está situado justo en la salida del Barranco de la Muerte por donde se canaliza el agua cuando llueve intensamente. Este lunes, todavía estaban sacando mobiliario al patio a la espera de la evaluación completa de daños.

La asociación de Vecinos Parque Venecia y la Asociación de Padres y Madres del centro educativo se han reunido para trazar una línea conjunta de propuestas, que se centran en «solicitar que haya una zona segura» no solo en el colegio, sino en todo el perímetro del barrio para que si en septiembre los niños comienzan el curso en el centro «sea seguro» si se repite una situación similar a la del pasado jueves, asegura el presidente del colectivo vecinal, José Antonio Andrés. Además, van a solicitar un informe en el que se explique «qué es lo que ha pasado, por qué y qué soluciones existen» . La tercera línea será una cita con DGA, ayuntamiento, CHE y las familias del centro para analizar «cuál es la mejor situación» y si es necesario «moverlo de ubicación, ver qué parcelas habría o si se mantiene» en el mismo escenario. Dan de plazo este mes y esperan ser convocados «en unos diez días». Si no, incluso se plantean protestas a pesar «de las vacaciones o del nombramiento del Ejecutivo»

Las obras de Primaria se reanudaron ayer. | ANDREEA VORNICU

Las obras de Primaria se reanudaron ayer. | ANDREEA VORNICU / EVA GARCÍA / iVÁN TRIGO

Desde la asociación de vecinos consideran que lo más beneficioso sería el cambio pero las familias explicaron en la reunión que por los metros necesarios para su cambio quizá no sería viable en el barrio y no verían con tan buenos ojos salir de él. Por eso, quieren conocer si existe la posibilidad de que «cambiando el proyecto se puedan evitar afecciones» y si levantando un muro no se producirían nuevas avenidas y si «estamos todos de acuerdo, estamos abiertos», reconoció Andrés. De hecho, mientras en el colegio de Infantil se afanaban por ver daños y sacar mobiliario al patio, en el contiguo edificio de Primaria se retomaron las obras de construcción, que en principio también estaban previstas para el próximo curso.

Por la mañana también se trató el tema en la Junta de Seguridad. Fue allí donde la directora de Personal del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón, Olga Alastruey, dejó claro que el posible traslado del colegio no es labor de este Ejecutivo, ahora en funciones. «No estamos en disposición de tomar ese tipo de soluciones. Le tocará ya al próximo Gobierno», afirmó. La prioridad ahora es procurar que el próximo septiembre los alumnos del centro «tengan garantizado el servicio educativo», ya sea en las propias instalaciones del María Zambrano o en centros próximos.

Desde el Gobierno de Aragón, dijo Alastruey, han solicitado «por escrito» un informe al Ayuntamiento de Zaragoza para saber si funcionaron todos los sistemas de prevención, como es el tanque de tormentas, un enorme depósito subterráneo situado al otro lado del colegio.

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, explicó en la reunión de la Junta de Seguridad que el centro que el Plan General de Ordenación Urbana se modificó en 2004 y ya entonces se solicitaron informes sobre la idoneidad de la parcela. No obstante, ha dicho Chueca, la Confederación Hidrográfica del Ebro no llegó a enviar la documentación solicitada. Sí que lo hizo el Instituto Aragonés del Agua. «Ahora tenemos que hacer análisis para evaluar los riesgos y las distintas alternativas que hay para prevenir otro suceso similar», insistió Chueca,

Todos los alimentos se mezclan con el barro.  | ANDREEA VORNICU

Todos los alimentos se mezclan con el barro. | ANDREEA VORNICU / EVA GARCÍA / iVÁN TRIGO

El Lidl, cerrado

Las calles están ya prácticamente limpias aunque todavía permanecen las cintas de la policía que prohiben el paso tanto en la zona del colegio como en el cercano Lidl, cerrado y sin fecha previsible de apertura. «No será mañana ni al mes que viene», y las fechas aproximadas que se dan son de noviembre, aseguran desde el supermercado, ya que todavía se están evaluando los daños. Han pasado cuatro días desde la catástrofe y todavía las marcas de donde había llegado el agua eran visibles. También los resultados, ya que las palas salían del supermercado llenas de productos. «No hay nada rescatable», afirman, ya que todo está lleno de barro y en el garaje todavía se está achicando agua.

Varios curiosos se acercaban hasta la zona. «Está todo arrasado», decía un vecino de la calle Miguel Servet que, pese al calor, se había dado un paseo hasta Parque Venecia para comprobar la situación in situ. Lo mismo que una pareja, que recordaba que ellos solían venir desde su barrio hasta el establecimiento y «siempre dejábamos el coche en el garaje», recordaba con pena.

Donde ya han vuelto a la normalidad ha sido en el centro de salud Torrero-La Paz, ya que las consultas que habían quedado inutilizadas tras las filtraciones ya recuperaron este lunes su actividad. La consejera de Sanidad en funciones, Sira Repollés, visitó el consultorio, desde donde destacó las «labores de recuperación y la celeridad» para recuperar cuanto antes la asistencia a los vecinos. Los desperfectos provocados por las filtraciones de agua ya han sido resueltos y ahora solo presenta «daños estéticos»» que no afectan al funcionamiento habitual del centro de salud.