Caspe gana el premio a Pueblo Turístico del Año

Caspe es la capital del Bajo Aragón zaragozano. Según datos de 2022, cuenta con una población de 10.220 habitantes y un término municipal de 503,33 km², siendo el cuarto más extenso de Aragón. Obtuvo el título de ciudad en el siglo XIX, a raíz de los destrozos sufridos en las Guerras Carlistas, por concesión de la reina Isabel II.

El relieve del término municipal de Caspe está muy influenciado por el río Ebro, que represa sus aguas en el embalse de Mequinenza, conocido como Mar de Aragón. Precisamente este es uno de los principales atractivos de la localidad. Un embalse construido sobre el cauce del río Ebro que mide 110 km de longitud, hasta 60 m de profundidad y 500 km de estrechas costas y acantilados. Se encuentra ubicado a un kilómetro del casco urbano y a su orilla se alzan dos urbanizciones: El Dique también llamado ‘Poblado de Pescadores y las Playas de Chacón. 

El deporte más practicado en el embalse es la pesca, pues hace que Caspe reciba una gran cantidad de turismo de pesca, no solo nacional sino también internacional. Se celebran campeonatos a nivel nacional, europeo y mundial. La náutica también tiene su lugar en el embalse y por ello Caspe cuenta con varios embarcaderos y un espigón junto al Club Náutico de El Dique.

Además, en el embalse es posible practicar todo tipo de deportes acuáticos, como windsurf, esquí náutico o wakeboard, remo, canoa, kayak y vela, entre otros. Todo ello convierte al municipio en el lugar perfecto para los amantes del mar de interior.

Caspe también atrae a una gran cantidad de visitantes por su riqueza patrimonial. Su pasaje histórico más conocido es el Compromiso o Sentencia de Caspe, que se remonta a 1412. 

Desde la Oficina de Turismo del ayuntamiento, se proponen diferentes visitas guiadas para conocer los encantos de la localidad. Estas rutas suponen una forma didáctica y entretenida de conocer el municipio viendo sus edificios, calles o lugares más importantes mientras conoces su historia. 

La visita más completa es la de Caspe Medieval. En menos de dos horas se recorre la plaza de España, subiendo al Barrio de la Muela para visitar la Ermita de San Indalecio y el Callizo de la Infanzonía, Colegiata de Santa María la Mayor, Mausoleo de Miralpeix y Castillo del Compromiso. Todo esto mientras relatan la historia de Caspe.

Si se desea conocer Caspe a través de uno de sus periodos más relevantes, está preparada la ruta del Carlismo. Durante su recorrido se hace un repaso de lo que supusieron las Guerras Carlistas para Caspe. Por último, está la ruta del Consejo de Aragón 1937, en la que se recuerda la Guerra Civil a nivel nacional. 

Además de Caspe, las otras cuatro localidades que optaban al Premio Pueblo Turístico del Año eran: Aínsa, Alquézar, Cantavieja y Valderrobres.

Aínsa, un sinfín de planes en el pueblo y su entorno

Aínsa, gracias a su estratégica ubicación en el cruce de los ríos Cinca y Ara, es un punto de partida perfecto para realizar excursiones a pie o en bicicleta, para montañeros, esquiadores, cazadores y pescadores, y desde el que visitar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural Posets-Maladeta y, atravesando el ‘Biello Sobrarbe’, el Parque Natural de los Cañones y la Sierra de Guara. Aínsa ofrece un amplio abanico de posibilidades para disfrutar del pueblo y su entorno, mientras te adentras en sus maravillosos escenarios naturales, conoces su patrimonio y te empapas de la cultura del Sobrarbe. Las calles, placetas, plaza e iglesia de Aínsa merecen por sí solos una visita. 

Alquézar, naturaleza e historia en el mismo lugar

No podía faltar Alquézar, la perla del Somontano. Cada día cientos de personas caminan por sus pasarelas. Un recorrido de apenas dos horas en el que descubrir todo un espectáculo natural en torno a la villa medieval. Las pasarelas son uno de los principales atractivos turísticos del municipio, pero también lo es la colegiata de Alquézar. Tiene su origen en una antigua fortaleza árabe fundada en el siglo IX, de la que en la actualidad todavía se conservan las torres y murallas. Además, se puede hacer visitas guiadas por el casco antiguo y el museo etnológico Casa Fabián, así como las rutas de Asque, Quizans y Basacol. Su parque cultural del Río Vero y su arte rupestre es otro de sus encantos. 

Cantavieja, la impronta medieval de un rico pasado

El municipio del Maestrazgo turolense, Cantavieja, cuenta con un rico pasado que ha dejado su sello y sus recuerdos en forma de edificaciones, historias, gastronomía y caminos. Su fisonomía de trazado medieval invita a callejear y pasear por cualquiera de sus senderos trasladarán a lugares sorprendentes como el Mirador de la Tarayuela, la fuente de la Faldrija o las orillas del río Cantavieja. Además, se pueden realizar interesantes visitas guiadas recorriendo el pueblo y visitando el Museo de las Guerras Carlistas que está situado en una casa del siglo XVII. Cantavieja es monumento, historia y naturaleza, donde pequeños rincones cuentan grandes historias que merece la pena conocer. 

Valderrobres y un centro histórico con especial encanto

El enclave de Valderrobres, capital de la comarca del Matarraña, su ubica junto a los puertos de Beceite y el paso del río Matarraña que realzan su monumentalidad. Su magia está principalmente en el centro histórico, con sus callejuelas estrechas y empinadas y un gran patrimonio. Atravesando el puente de piedra del siglo XV, se llega al centro del pueblo. En lo alto de la colina, se encuentran el castillo y la iglesia, recientemente rehabilitados. El Castillo de Valderrobres cuenta con unas amplias y fascinantes estancias, y la Iglesia de Santa María la Mayor del siglo XIV con un impresionante rosetón y portalada. El Museo y Centro de Interpretación también son una parada obligatoria.