Los efectos de la tormenta

Clamor por un colegio María Zambrano seguro

Unas 200 personas han participado en un paseo por el barrio de Parque Venecia, que comenzó en el centro educativo

Las familias piden un curso ubicados en otro lugar

Han colocado carteles y crespones negros en comercios y terrazas

Clamor por un Colegio María Zambrano seguro

Eva García

Eva García

No ha sido una manifestación, ni siquiera una concentración. La de este viernes fue una quedada para dar un paseo por el barrio de Parque Venecia con un único objetivo, conseguir un colegio seguro, pero no en el mismo lugar en el que está ubicado. Alrededor de 200 personas se reunieron en la parte de atrás del colegio María Zambrano y salieron a pasear. La Policía se acercó y les invitó a hacerlo en grupos más pequeños.

Los padres del centro educativo (el próximo curso estarán escolarizados 452 pequeños) están «preocupados» por donde acudirán sus hijos a la escuela. La tormenta del pasado 6 de julio, que arrasó el interior del centro educativo ha dejado muchas heridas, también entre los vecinos del barrio y entre las familias de los alumnos.

Este es uno de los pasos que están dando los padres y las madres pero que no solo afecta al colegio sino que quieren«visibilizar» una problemática en la que está implicada toda la población. «Nos preocupa el barrio, la Z-30 y el cementerio», asegura Lucía.

Además, los vecinos se están movilizando y colocando carteles con la leyenda #Por un cole seguro, donde se ve a unos niños y unas líneas que se asemejan a las del agua; y crespones negros en comercios y terrazas «simulando la tragedia que podíamos haber sufrido. No queremos tentar otra vez a la suerte». 

La policía les invitó a que salieran en grupos pequeños. | MIGUEL ÁNGEL GRACIA

La policía les invitó a que salieran en grupos pequeños. | MIGUEL ÁNGEL GRACIA / eva garcía

Estos paseos no son nuevos en el barrio, ya que en 2021, por ejemplo, también se organizaron, en ese caso para mostrar su desacuerdo por comenzar el curso en barracones, además de por pedir que comenzaran las obras del Edificio de Infantil, ahora arrasado por dentro; y de la licitación de Primaria, que actualmente está en obras y con la idea prevista por parte de Educación de abrir sus puertas el próximo curso, cuyo comienzo es el 7 de septiembre.

 La sensación que tienen los padres es de «inseguridad» y aunque explican que aunque en un principio se dio el visto bueno, igual los informes ahora solicitados dicen «que en un barranco no se puede construir, ni un colegio ni nada».

Se pregunta Lucía qué hubiera pasado si la avenida hubiera sido en horario lectivo porque en algunos casos el agua superó el nivel de la pizarra y además, hay algunas aulas que no están en la planta calle.

Paseo en familia.

Paseo en familia. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

 Por eso quieren visibilizar que «no queremos que el colegio esté ahí», quieren seguridad y una solución. La reparación de todos los daños costará más de un millón de euros, pero las familias siguen sin estar convencidas. Y en cuanto al plan de evacuación que podría ponerse en marcha, son 300 niños de Infantil los que habría que sacar del edificio. De ahí, que pidan un cole seguro pero «aquí no».

Los padres han colocado carteles en los establecimientos del barrio.

Los padres han colocado carteles en los establecimientos del barrio.

Barracones, ahora sí

En los últimos días los padres se están reuniendo en la puerta del colegio para exponer propuestas de mejora y proponérselas a la Ampa en una asamblea que se celebrará próximamente. Una de ellas es colocar barracones en la parcela que en un futuro irá el instituto. «Puede parecer contradictorio porque cuando nos los pusieron nos quejamos porque no había calidad educativa en el barracón y ahora los pedimos porque creemos que en los barracones están más seguros que en el colegio, situado en el barranco». Por eso, quieren una «una solución» a un problema que les está afectando anímicamente.

Pero no es la única medida, también han puesto en marcha una recogida de firmas para su reubicación y ya llevan más de 17.000, lo que demuestra que «no solo es un problema del cole».