El nuevo Gobierno en la comunidad

El PAR apoya a Azcón incluso sin firmar el "no" al trasvase del Ebro

Alberto Izquierdo pide reforzar el autogobierno, las lenguas propias y subir el FITE a 100 millones

Nolasco asegura que el pacto con los aragonesistas «no entra en contradicción» con el de PP y Vox

Jorge Azcón y Alberto izquierdo, durante la reunión de este martes

Jorge Azcón y Alberto izquierdo, durante la reunión de este martes / Andreea Vornicu

Jorge Azcón afronta este miércoles el primero de los últimos pasos antes de llegar al Pignatelli como nuevo presidente aragonés. Setenta y tres días después de las elecciones autonómicas del 28 de mayo en las que se proclamó ganador por delante del candidato socialista y presidente en funciones, Javier Lambán, el popular tiene garantizada su investidura gracias a los apoyos del PP, Vox y el PAR, que se sumó el martes en el tiempo de descuento. El camino parecía claramente trazado cuando el resultado de las urnas dejó en 28 diputados al PP y en 7 a la ultraderecha, rebasando el umbral de la mayoría absoluta en la Cámara aragonesa (34 escaños). Pero esta vía se truncó con el adelanto de las elecciones generales, lo que cambió el pie y los tiempos a todo el PP.

Entonces Azcón empezó a hablar de formar un Gobierno en solitario y convocó a los partidos. Los últimos contactos han acabado esta mediodía, con la firma del pacto entre el PAR y el PP que pone el tinte aragonesista del que adolecía el de Vox, pero que no incomoda ni a los de Abascal. De hecho, quien será vicepresidente, Alejandro Nolasco, consideró que ambos acuerdos «no entran en contradicción». El PAR, que había marcado en rojo la oposición al trasvase del Ebro, se contenta con un acuerdo que tan solo dice que «no renunciarán a sus posiciones máximas en defensa del agua en Aragón». La palabra trasvase no aparece. Pero arranca un incremento de la dotación del Fondo de Inversiones de Teruel hasta los 100 millones, introduce la defensa de las lenguas propias y pide reforzar el autogobierno, con una financiación adaptada a las consecuencias de la despoblación, y aboga por recuperar las relaciones bilaterales Aragón-Estado en los primeros cien días del nuevo Ejecutivo.

Más de dos meses después de votar, los aragoneses tendrán el Gobierno que se podía vislumbrar tras el resultado electoral. Es el periodo más largo para la formación de un Ejecutivo de toda la democracia. De media, desde el primer Gobierno en 1983, transcurren 48,5 días entre las elecciones y la investidura. Veinticinco jornadas menos que en esta ocasión. 

Los presidentes en funciones

Los presidentes en funciones

A poco más de 12 horas del inicio del debate de investidura, el PP y el PAR cerraron un acuerdo programático en el que llevaban semanas trabajando y por el que el diputado aragonesista Alberto Izquierdo votará hoy a favor de Azcón. Con este acuerdo, Azcón se garantiza un pacto «de amplia base» que le permite difuminar su coalición con Vox en el Gobierno de Aragón al introducir a un tercer socio que no ha mantenido hasta la fecha ni una reunión con la extrema derecha. 

Al mismo tiempo, el PAR logra sacar petróleo del único diputado autonómico que ostenta que, sin ser necesario para la mayoría absoluta en la Cámara, le permite al PP su objetivo y a los aragonesistas arañar poder. Una decisión clave para su supervivencia material después de la crisis en que está sumido desde hace un par de años, con la judicialización del último congreso del PAR y las distintas escisiones, como la de Elena Allué, Aragoneses, integrado en el PP, y con quienes compartirán previsiblemente Ejecutivo.

Según el comunicado conjunto del PP y el PAR, en un pacto sin foto ni comparencia pública, el acuerdo de gobernabilidad pretende «dar estabilidad y eficacia a las instituciones aragonesas» y reflejar «la pluralidad de la sociedad aragonesa, demostrada en la permanente y excepcional ausencia de mayorías absolutas en todas las legislaturas». La secretaria general del PP, Ana Alós, mostró su «satisfacción» por un acuerdo que «amplía la base del suscrito con Vox» y «va a dotar de mayor solidez y estabilidad al futuro gobierno».

El secretario general del PAR y portavoz parlamentario, Alberto Izquierdo, añadió que el pacto «supone fijar compromisos y proyectos para Aragón y los aragoneses, con marcado carácter territorial propio y aragonés». Se mostró «satisfecho» por el acuerdo, incluso en la política hidráulica. «Todo el mundo conoce nuestra posición máxima respecto a la defensa del Ebro», dijo, sin desvelar todavía quién o cómo formará parte el PAR en el próximo Ejecutivo. «El cumplimiento del pacto se puede garantizar de muchas maneras, en elGobierno o el Parlamento», defendió. Pero en el PP ya cuentan con que los de Izquierdo ostentarán varias direcciones generales en compensación a su apoyo. Lo que ya ocurrió en la Diputación de Teruel, con un voto inicial sin cargos, y su presencia en el Ejecutivo después. 

El PP delega en su número 2 las firmas de los pactos

El PP delega en su número 2 las firmas de los pactos

Jorge Azcón estuvo presente en todas las reuniones con Vox y el PAR para buscar sus apoyos definitivos en La Aljafería. Dejó a Ana Alós protagonizar las firmas y las fotos de los documentos que le llevarán definitivamente hasta el Pignatelli. 

El líder de los populares en Aragón es el único nuevo presidente autonómico que ha evitado las cámaras. A Alejandro Nolasco, futuro vicepresidente y cabeza de Vox en la comunidad, la mano se la tendió la propia Alós. Ambos compartieron estrado para explicar esos 80 puntos de acuerdo de las dos formaciones que estarán en el Ejecutivo autonómico. De Azcón, ni rastro.

Mismo procedimiento, aún más escondido, para garantizarse mañana el apoyo del PAR. En el secretismo de la negociación no hubo fotos y las rúbricas, esta vez, fueron de Alberto Izquierdo y también de Ana Alós. 

Azcón siembra alguna duda por su ausencia en los dos momentos definitivos para sentenciar su llegada a la presidencia. Alós, por su parte, cumple con la promesa hecha en la constitución de los Cortes: recoger su acta en el Congreso tras asegurar la gobernabilidad autonómica.