La Aemet anuncia "un cambio drástico de tiempo" en Aragón con la entrada de la borrasca Betty

De la gran secada a la gran remojada. La entrada de la borrasca Betty a partir de este viernes terminará de manera definitiva con la ola de calor más larga jamás registrada en Aragón. La consecuencia será evidente, aunque menos brusca de lo que a principios de semana parecía. Así lo ha anunciado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a través de una nota informativa en la que alerta de un "cambio drástico de tiempo".

Zaragoza, por ejemplo, dejará atrás una semana de temperaturas que se han movido entre los 40 grados de máximo y los 25 grados de mínima, pulverizando récords de valores nocturnos y donde, por primera vez en la historia, se han registrado noches tórridas, que además han sido consecutivas. Y lo hará perdiendo hasta 13 grados de manera progresiva.

Este viernes ya se ha empezado a notar de manera leve. Según la previsión de la Aemet, la capital aragonesa no sobrepasará los 38 grados. Un valor normal para esta época del año, pero que contrasta con lo recientemente vivido. Y da un cierto alivio.

El sábado se producirá otro bajón significativo, haciendo que Zaragoza se estanque en los 32 grados, y no será sino el preludio de lo que vendrá el domingo e inicio de la próxima semana: máximas de 27 grados y mínimas que por fin servirán para aliviar cualquier atisbo de calor.

Resto de Aragón

Ese bajón se notará en toda la geografía española y a lo largo y ancho de Aragón. En Huesca, por ejemplo, se pasará de los 36 grados de máxima este viernes a los 25 grados de domingo o lunes. Más de 10 grados de caída.

Más brusca será la caída en Teruel, donde este viernes se registrarán 38 grados, según la previsión de la Aemet. Dentro de dos días, el mercurio se quedará apenas en 24 grados.

Las mínimas también se verán afectadas de manera significativa, al pasar de las noches tropicales en estas dos capitales en la comunidad a los 14 de Huesca y de 9 en Teruel del próximo lunes.