El Gobierno de Aragón apuntala su estructura con 27 nombramientos

El ansiado gobierno monocolor de Jorge Azcón durante la negociación hoy coge forma, aunque con una paleta muy variada. Mar Vaquero, vicepresidenta segunda y portavoz del Gobierno de Aragón, anunció el nombramiento de 27 nuevos directores generales, entre los que se incluían nombres elegidos por el propio PP, Vox, PAR y esa escisión de los aragonesistas, Aragoneses, que ya vive dentro de la alargada sombra popular que también ha absorbido a antiguos miembros de Ciudadanos.

La casi treintena de nombramientos atravesó todas las consejerías pero dejó algunos sillones vacíos. Fuentes del Ejecutivo confirmaron que aún faltan por confirmarse la llegada de otras 14 personas, entre directores generales y organismos autónomos. En esa nueva firma de cargos, que no se extenderá mucho en el tiempo, aparecerán los nombres de Cristina Navarro (directora del Instituto Aragonés de la Juventud), Javier Betorz (delegado territorial en Huesca) y José Sancho (asesor en la delegación territorial en Teruel), así como Marina Sevilla, ex del PAR ahora en Aragoneses, que será directora general de Administración Local. 

En Presidencia, Interior y Cultura, Gloria Pérez será la encargada del Patrimonio Cultural, tras haber hecho lo propio en Turismo en el cuatripartito bajo las siglas del PAR. Las idas y venidas ideológicas de Pedro Olloqui, que llegó a estar con IU, le llevan a ser director general de Cultura en un gobierno de PP y Vox. Completan los nombramientos Miguel Ángel Clavero, que asciende de responsable del 112 con el PSOE a director general de Interior y Emergencias; y Miguel Ángel Lafuente, nuevo director general de Relaciones Institucionales, Acción Exterior y Transparencia.

Mar Vaquero recupera para la dirección general de Trabajo a Jesús Divassón, que ya estuvo en el gabinete de Luisa Fernanda Rudi. Le acompaña, en la cartera de Energía y Minas, Yolanda Vallés. 

En Hacienda, las últimas incorporaciones son caras conocidas de la administración pública. Ignacio Barquero deja la Cámara de Cuentas para dirigir los Presupuestos, Carlos Belda abandona el Ministerio de Asuntos Económicos (estaba desde 2020, con el PSOE al mando) por la Función Pública de la DGA y Ángel Sanz se hace con la gerencia de la Entidad Pública Aragonesa de Servicios Telemáticos. Ha estado en los gobiernos de Lambán desde 2015, como jefe de Temas Informáticos e Infraestructuras.

En Fomento, Vivienda, Movilidad y Logística, Octavio López rescata a Miguel Ángel Aína, que ejerce el mismo camino que su consejero desde el Ayuntamiento de Zaragoza hasta el Pignatelli. Aína deja de ser técnico en el consistorio para ser el nuevo director general de Transportes. El otro nombramiento corresponde a María Pía, que será la encargada de Vivienda.

Donde sí ha cogido peso el Partido Aragonés es en la consejería de Medio Ambiente y Turismo, donde el popular Manuel Blasco lidiará con Raquel Giménez en Educación Ambiental y con Luis Estaún en el Instituto Aragonés del Agua. Estaún participó en el último Ejecutivo autonómico, aunque fue director general de Desarrollo Estatutario. 

María Luisa Feijóo (Universidades), Luis Mariano Mallada (Planificación, Centros y Formación Profesional) y Ana María Moracho (Política Educativa, Ordenación Académica y Educación Permanente) completan el equipo de Claudia Pérez Forniés, consejera de Educación y Universidades.

En la consejería de Sanidad, la incógnita de Francisco Javier Falo se resolvió con la entrada en la dirección general de Salud Pública de Nuria Gayán. Tampoco será Sergio Larraga el director general de Cuidados y Humanización, cuyos rumores de llegada levantaron ampollas en los sindicatos médicos. El puesto lo ocupará Estíbaliz Tolosa.

La última de las consejerías con color azul, la de Bienestar Social y Familia, tendrá como directora general de Mayores a Ana Isabel Berges. Eva Fortea es directora general de Familia, Infancia y Natalidad, en otro caso de alto cargo que se mantiene dentro del Ejecutivo tras cuatro años con el cuatripartito. Fortea fue con Lambán la directora general de Comercio. 

Juan Manuel Hernández es el nuevo director general de Despoblación y Esmeralda Pastor es la titular de Justicia. Los dos seguirán las órdenes del vicepresidente primero y consejero de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia, Alejandro Nolasco. 

La segunda de las consejerías que dirige la ultraderecha, tras la de que gestiona el propio Nolasco, es la de Agricultura, Ganadería y Alimentación. Tras el consejero Ángel Samper, el organigrama lo componen Carlos Calvo (ProducciónAgraria), Rosa Charneca (Desarrollo Rural), Fernando Laguna (Calidad y Seguridad Alimentaria), Juan José Orriés (Innovación y Promoción Alimentaria) y Jorge María Valero (Caza y Pesca). El propio Valero llega a la administración pública siguiendo el mismo camino que Ángel Samper, ya que abandona la dirección de un sindicato agrario, en su caso Araga, por un puesto en la consejería del sector primario.

"Identidad única"

Precisamente fue Mar Vaquero, como portavoz del PP en la pasada legislatura, una de las voces más vehementes con la organización del Ejecutivo de Lambán, al que acusó de ser «una jaula de grillos» por la presencia de PSOE, CHA, Podemos y PAR en el nivel más alto de la organización autonómica. 

Es cierto que la nave que hoy dirige Jorge Azcón solo tiene dos colores en las consejerías, con un dominio 8 a 2 para los populares frente a Vox. Bajando hacia direcciones generales y organismos de segunda fila, el PAR, Aragoneses y algún rebotado de Ciudadanos han conseguido acomodo. 

«La estructura del Gobierno es un reflejo de la pluralidad aragonesa que se transmitió en las elecciones», explicó Vaquero, que aseguró que el Ejecutivo de Azcón aportará «una estabilidad fundamentada en perfiles muy experimentados y comprometidos». 

Los colores y las siglas por las que cada uno se mueve se quedan, según la teoría de Vaquero, fuera del Pignatelli:«El compromiso es único y no hay ninguna intención en el Gobierno de Argón de poner etiquetas políticas a cada una de las direcciones generales». Vaquero detalló que los nombramientos responden a «los acuerdos a los que se ha llegado en los últimos tiempos». Sin jaulas de grillos ni etiquetas. Por ahora.