Malestar en Botorrita y Jaulín: «Vienen con el 5G y falla la luz»

Los consistorios de las localidades cercanas a Zaragoza reclaman la mejora del suministro eléctrico

Residencia de San Marcelino. Una residente espera el ascensor en el centro de Jaulín.    | RESIDENCIA SAN MARCELINO

Residencia de San Marcelino. Una residente espera el ascensor en el centro de Jaulín. | RESIDENCIA SAN MARCELINO / a. rillo

A. Rillo

Viven a menos de veinte minutos en coche de la Puerta de la Luz, la escultura de hierro de aire mudéjar ubicada en la salida sur de Zaragoza, pero los vecinos de Botorrita y Jaulín se sienten mucho más ajenos cuando la electricidad viene y va durante días y no reciben una solución por parte de Endesa.

«Las incidencias venían sucediéndose desde hacía tres semanas con cortes intermitentes, pero lo de este fin de semana y el lunes ya fue tremendo porque estuvimos varias horas sin suministro», explica María Pilar Burdío, alcaldesa de Jaulín, aliviada tras dos días sin incidencias aunque con la voz rota de denunciar el caso.

Carta de reclamación 8 Misiva enviada por el Ayuntamiento de Botorrita.  | AYUNTAMIENTO DE BOTORRITA

Carta de reclamación. Misiva enviada por el Ayuntamiento de Botorrita. | AYUNTAMIENTO DE BOTORRITA / a. rillo

Las varias llamadas a Endesa; las quejas de los vecinos con aparatos estropeados; los cortes de suministro continuos, que el domingo deslucieron la representación de Almozandia Teatro en el pabellón; las gestiones con Protección Civil y el 112 para asegurar al menos el suministro a la residencia de ancianos San Marcelino con un generador y la búsqueda del electricista... el finde de las fiestas en honor a la Virgen de Nuestra Señora dio paso a horas de tensión para que el problema no fuese a mayores.

«Las compañeras de los turnos de tarde y noche vivieron con mucha angustia la noche del domingo 3 al lunes 4 cuando el pueblo quedó a oscuras mientras trataban de organizarse para dar la comida a los residentes y trasladarlos por las tres plantas de la residencia sin poder hacer uso del ascensor», recuerda Teresa, administrativa del centro que acoge a 41 residentes.

La refrigeración de las dosis de insulina, los respiradores de oxígeno, el suministro de medicamentos, el pitido continuo del sistema antiincendios que agobió a los ancianos tras cada corte... La residencia es uno de los puntos más sensibles en una línea que conecta Muel, Mozota, Botorrita, Jaulín y María de Huerva. Endesa distribución remitió el lunes una carta al Ayuntamiento de Jaulín explicando que el sábado repararon una avería en un aislador suelto. El mal tiempo del domingo dificultó la búsqueda del siguiente problema y no fue hasta el lunes que el personal de Endesa localizó dos averías, «dos cables sueltos que con el viento pegaban en la torre metálica y provocaban disparos intermitentes», explicó la compañía.

«Parece que es una línea antigua de postes de madera y cableado viejo que ya dio problemas hace unos ocho años y que repararon en parte, pero el tramo que quedó sin cambiar vuelve a dar problemas», identifica Burdío.

Una situación que le resulta «incomprensible» y «desesperante» por la cantidad de problemas que genera en la residencia, en la farmacia, en la consulta médica, en las granjas, en la empresa de prefabricados «y los que teletrabajan y se tuvieron que bajar a Zaragoza», añade. «Es que nos están mandando el 5G y lo fundamental, que es la luz, es lo que falla», se lamenta.

A siete kilómetros y siete minutos en coche de allí, la localidad de Botorrita vio alterada la alegría de sus fiestas en honor a San Agustín por el mismo problema que ya venía amargando a los vecinos días atrás con las idas y vueltas del suministro eléctrico. «Estuvimos dos, tres y hasta cuatro horas sin luz y nadie nos hizo caso», se queja el alcalde José María Castillo, receptor de todas las quejas de los vecinos, de los dos bares, las dos carnicerías, la panadería, el bombeo de agua, imprescindible para abastecer a la localidad a diario... «Si de nosotros dependiese haríamos lo que hiciese falta para solucionarlo, pero aparte de enviar la reclamación que hemos mandado y denunciarlo en los medios qué podemos hacer», se pregunta.

Un malestar que lleva a ambos regidores locales a mirar al vecino de la gran ciudad y recordar esos grandes camiones que hace unos días se desplegaron por la capital para resolver cuanto antes las graves averías que afectaron a miles de usuarios. «A nosotros no nos perdonan los recibos ni nos compensan de ninguna manera, pagamos como todos y qué menos que recibir la misma atención», expresa Castillo.