AGRICULTURA

Tormenta perfecta en el cereal: la cosecha cae un 34% en Aragón y bajan los precios

En la comunidad se trabajan 783.403 hectáreas de cereal de invierno y este año se han recogido 1,34 millones de toneladas

Una jornada de la Lonja de Binéfar analiza la situación del sector tras una campaña "mala sin paliativos", con inversiones "muy altas para rendimientos muy bajos"

Dos cosechadoras en campos de trigo en la localidad zaragozana de Sádaba.

Dos cosechadoras en campos de trigo en la localidad zaragozana de Sádaba. / RED ARAX

El sector de los cereales se encuentra inmerso en una tormenta perfecta. La caído de los precios coincide con un fuerte descenso de la cosecha tanto en Aragón como a nivel nacional como consecuencia de la sequía. Menos cantidad por un valor económico más bajo. Todo ello, por si fuera poco, tras una campaña con los costes de producción más caros de la historia. En la comunidad se trabajan 783.403 hectáreas de cereal de invierno y este año se han recogido 1,34 millones de toneladas, según datos de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón. Es decir, un 33,9% menos que en 2022, cuando se obtuvieron una de las producciones más bajas de los últimos años.

La actual situación de este importante mercado se analizó este miércoles en la jornada titulada '¿Qué está pasando con los cereales?', celebrada en el salón de actos de la Lonja Agropecuaria de Binéfar. La sesión presencial fue impartida por José Francisco López-Duplá, del departamento de compras del grupo cooperativo AN, y Carlos Lapetra, de la empresa Tereos.

«Se nos han ido los rendimientos al traste. La cosecha ha sido mala sin paliativos. Inversiones muy altas para rendimientos muy bajos», afirmó el primero de estos ponentes en declaraciones a este diario antes de participar en la jornada. La caída de la cosecha llega al 40% en el conjunto de España, un retroceso seis puntos mayor que en la comunidad, donde el impacto «va por barrios» según la comarca al ser un territorio «muy diversos a nivel climático».

Teruel se lleva la peor parte

Donde mejor parados han quedado es en la zona de Jaca gracias a que «se pudieron aprovechar» la lluvias de mayo. También se han salvado los muebles en el regadío, aunque en ambos casos con una «cosecha media» y «producciones justas», según el representante del grupo cooperativo navarro AN, que tiene una fuerte implantación en Aragón, con 16 cooperativas integradas y vinculaciones con otras 60.

La peor parte se la ha llevado el corredor del Ebro, los secanos más áridos y Teruel. En esta última provincia se sembraron 178.697 hectáreas, un 7,5% más que en 2022. Sin embargo, la cosecha ha descendido un 67,5%, hasta las 146.309 toneladas.

La campaña del cereal de invierno se cierra con los datos más negativos de los últimos años. La prolongada sequía y las altas temperaturas –con hasta 35 grados en mayo– son las responsables de una bajada de producción histórica a nivel nacional.

Más leguminosas

«El sector en España no está carente de cierta crueldad al haber ido a la contra del mercado internacional», apuntó López-Duplá. La baja producción nacional contrasta con la buena cosecha que se registrado en el resto del mundo, lo que «presiona a la baja la cotización» de esta materia prima agrícola en los puertos marítimos. El trigo ronda los 252 euros por tonelada, unos 150 menos respecto al pico de precios alcanzado el pasado año, cuando los valores se dispararon por la guerra de Ucrania.

La cosecha española alcanza este año los 10,2 millones de toneladas, lo que no permite cubrir ni un tercio de la demanda nacional de cereal, que se sitúa entre los 33 y 34 millones de toneladas, de las que cerca de la mitad se consumen en Aragón y Cataluña por el fuerte peso de la ganadería porcina. «Por cada grano que producimos hay que importar dos», subrayó el experto. La mayor entrada de producción foránea va a suponer «un reto logístico» para los puertos marítimos.

A pesar de las dificultades, en la próxima campaña «se va a seguir sembrando y abonando», pero «los ánimos están bajos» entre los productores. «El agricultor es consciente de que este es un negocio pese a los riesgos», destacó. Entre las tendencias que prevén darse destaca el incremento de las hectáreas de leguminosas (alfalfa, guisantes, habas, etc), algo que viene propiciado por la nueva PAC.