El obispo de Teruel pide "no mirar hacia otro lado" tras conocer el informe sobre abusos sexuales en la Iglesia

José Antonio Satué ha señalado que el documento "enmarca" un "doloroso problema" en el amplio contexto del abuso sexual a menores en la sociedad

El papa Francisco nombra al obispo de Teruel y Albarracín miembro del órgano vaticano para la elección de los prelados.

El papa Francisco nombra al obispo de Teruel y Albarracín miembro del órgano vaticano para la elección de los prelados. / IGLESIA EN ARAGÓN

El Periódico de Aragón

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El obispo de Teruel y Albarracín, monseñor José Antonio Satué, se ha referido al informe sobre abusos sexuales en la Iglesia Católica presentado por el Defensor del Pueblo y ha considerado que "el dolor de tantas víctimas exige que no miremos hacia otro lado y pongamos nuestro punto de mira en este problema, con el fin de reparar los daños causados y evitarlos en el futuro".

Monseñor José Antonio Satué se ha expresado así tras la presentación del informe y la celebración de una Asamblea extraordinaria de la Conferencia Episcopal Española.

"Me parece necesario destacar que el informe del Defensor del Pueblo, aun con sus límites, ofrece no pocos aspectos positivos", ha indicado, puesto que ha supuesto un proceso de escucha a 487 víctimas, "arrojando luz sobre los devastadores efectos de los abusos sexuales, que tienen su origen en procesos de abuso de conciencia; y denuncia algunas prácticas inaceptables dentro de la Iglesia, sin dejar de reconocer avances en la legislación canónica y en la forma de abordar dichos abusos".

Asimismo, ha señalado que el documento "enmarca" un "doloroso problema" en el amplio contexto del abuso sexual a menores en la sociedad, proponiendo iniciativas a la Iglesia y a las administraciones públicas para prevenir y reparar los daños causados. "Es un estudio que, en su conjunto, merece ser considerado atentamente", ha apostillado en un artículo publicado en el Diario de Teruel, recogido por Europa Press.

Dolor por el daño causado

Así, el obispo de Teruel y Albarracín ha afirmado que, a la vista del informe, los obispos reunidos en Asamblea Plenaria, junto con los responsables de la Confederación de Religiosos y Religiosas, "manifestamos de nuevo nuestro dolor por el daño causado por algunos miembros de nuestra Iglesia y pedimos perdón sinceramente".

Ha continuado: "Muchos de nosotros hemos escuchado el testimonio de víctimas y su sufrimiento nos ha permitido comprender mejor la magnitud del daño que produce el abuso, particularmente cuando el agresor está vinculado a la Iglesia, y nos ha hecho caer en la cuenta de la importancia de escucharlas, darles credibilidad y apoyarlas decididamente, para que puedan sanar sus heridas".

En este sentido, ha expuesto que en la Asamblea de la Conferencia Episcopal se ha decidido encomendar a su servicio de Protección de Menores una propuesta para aplicar las recomendaciones del Defensor del Pueblo.

"La necesidad de escuchar, dar credibilidad y apoyar a las personas que nos confían el dolor de haber sufrido un abuso no supone un atropello de los sacerdotes acusados, en su derecho a la presunción de inocencia. Es fundamental entender que, en estos casos, nuestra actitud no ha de ser juzgar, absolver o condenar, sino escuchar, acoger y respaldar", ha observado.

En este punto, monseñor José Antonio Satué ha aseverado que determinar la responsabilidad de los denunciados corresponde a los órganos y procedimientos jurídicos que se siguen, tanto en la sociedad como en la Iglesia. Del mismo modo, ha pedido no librar una batalla contra los sacerdotes en su conjunto, ya que en la Iglesia, al igual que en las familias y otras instituciones, hay quienes cometen abusos y quienes buscan la verdad, la justicia y el bien de las víctimas.