Saica sigue sin deshojar la margarita de su futura energía

El grupo papelero Saica, la mayor compañía aragonesa, se presentará al Perte de descarbonización industrial, cuya primera convocatoria de ayudas está a punto de publicarse, pero la compañía sigue deshojando la margarita sobre la solución tecnológica que adoptará para cumplir con este objetivo medioambiental en sus procesos productivos en España. Dos son las alternativas entre las que se debate, el hidrógeno verde o la biomasa forestal. Aunque en Francia se ha optado por esta última opción, todavía no se ha decidido que hará en sus fábricas zaragozanas (El Burgo de Ebro y el barrio del Picarral), que concentran algo más de un tercio de su producción mundial.

«En España la solución no está definida, estamos estudiando diferentes opciones. No tenemos la decisión definitiva», explicó ayer Ramón Alejandro, presidente de la compañía a preguntas de los medios de comunicación. Recordó que el vecino país galo acaba de dar el visto bueno a su tercera planta de biomasa, lo que le permitirá reducir hasta un 75% las emisiones de CO2 para el año 2025.

Saica refuerza su 'papel' con un centro de I+D y un almacén puntero

Así lo señaló antes de la inauguración de las dos nuevas apuestas de la corporación familiar en el complejo industrial de El Burgo de Ebro, un centro de innovación y un almacén robotizado de bobinas de papel. Sobre el Perte de descarbonización, aseguró que la compañía está preparando su propuesta para la primera línea de ayudas, cuyo plazo finalizará, dijo, a principios de año. La convocatoria del Ministerio de Industria estará destinada a la actuación integral para la descarbonización y contará con 1.000 millones de euros de presupuesto (500 millones en subvención y 500 millones para préstamos). «Estamos estudiándolo para presentar nuestro dossier», precisó.

El veredicto final sobre si se decanta por el hidrogeno verde o por la biomasa dependerá de diferentes variables. «Hay que terminar de profundizar en las diferentes opciones», señaló, pero subrayó la importancia de «garantizar el suministro de la materia prima» de las futuras plantas energéticas. «La descarbonización de las industrias que tenemos aquí —en El Burgo de Ebro—es asignatura pendiente», concluyó.

Bloqueo de Argelia

En cuanto a la facturación, Alejandro anunció que la compañía prevé cerrar el actual ejercicio con una facturación de alrededor de 3.700 millones de euros, lo que supondría un crecimiento aproximado del 3% respecto al 2021 (3.598 millones), el año previo a la crisis del gas, que desvirtuó sus resultados anuales.

Este hidrocarburo, clave en sus procesos de producción por ser un gran consumidor energético, multiplicó su precio por diez en 2022, lo que hizo que se disparará la cifra de negocio de Saica hasta los 4.396 millones, pero esta cifra récord se debió a unos costes de producción «que se incrementaron de manera totalmente desmesurada». También influyó el fuerte encarecimiento de otras materias primas esenciales para la industria papelera como el almidón. Este año el precio del gas «no está tampoco barato, pero sensiblemente más que el año pasado».

Respecto Argelia, uno mercado con cierto peso en las exportaciones de Saica, no quiso pronunciarse sobre el posible fin del bloqueo de este país a España que parece adivinarse tras la llegada de un nuevo embajador a Madrid. «El día que se nos permita expedir nuestros productos de aquí a allí lo valoraré», dijo el presidente del grupo. «Hasta ahora son noticias, pero sigo sin poder vender el papel desde España, lo tengo que vender desde otras fábricas», aseveró.

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