Azcón y Garamendi urgen a Sánchez amarrar la gigafactoría de Stellantis

Aragón y su potente sector del automóvil aprietan los dientes para no dejar escapar la gigafactoría que Stellantis plantea instalar en Figueruelas, junto a la histórica fábrica de automóviles de la compañía. El presidente de la comunidad, Jorge Azcón, ha elevado la presión sobre el Gobierno de España para amarrar de forma definitiva este proyecto estratégico, que sigue en alero tras no lograr el apoyo suficiente en la última convocatoria de ayudas del Perte del vehículo eléctrico. «Vamos tarde», ha urgido al nuevo ministro de Industria, Jordi Hereu, al que ha instado a cerrar «cuanto antes» un acuerdo con la empresa para concederle el mismo nivel de subvenciones que otras inversiones similares como las de Volskwagen en Valencia. 

Así lo ha asegurado con motivo de su participación en el Foro de Movilidad Sostenible organizado en el Mobility City por la CEOE Aragón y la Fundación Ibercaja, que ha reunido a 150 asistentes que han conocido la visión y previsiones del sector de la mano de las tres grandes organizaciones empresariales nacionales que agrupan a los fabricantes de automóviles (Anfac), los proveedores (Seranauto) y los concesionarios (Faconauto). El encuentro ha contado con la presencia del presidente nacional de la CEOE, Antonio Garamendi, quien se ha sumado al alegato de Azcón en favor de una mayor apoyo estatal a esta inversión.

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«Es especialmente importante que la fábrica de baterías se convierta en una realidad», subrayó Azcón, que insistió en que es necesario que el ministerio «se comprometa con Stellantis» en este proyecto porque así se asegurará el «futuro» de la planta de coches de Figueruelas y de un sector que genera en Aragón miles de empleos de calidad y riqueza. Pero el presidente subrayó que no es algo que interese solo a esta tierra, sino a toda España, porque materializar esa gran inversión aseguraría la permanencia en el país del mayor producción nacional de automóviles que hay actualmente. Abarca un tercio de total gracias a sus tres factorías —Vigo y Madrid, además de la de Zaragoza—.

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El presidente aragonés tuvo palabras de agradecimiento hacia el anterior titular de Industria, Héctor Gómez, que hace un mes se comprometió «al 220%» con esta iniciativa en otro acto celebrado en el Mobility City. «Estoy convencido que dentro de pronto tendremos oportunidad de pedir ese compromiso a su sucesor, Jordi Hereu», destacó. En este sentido, confió en tener con el nuevo responsable de la cartera la misma relación «fluida» y «directa» que tuvo con su antecesor.

Igualdad de trato

Azcón no quiso ahondar en las razones por las que el proyecto de gigafactoría de Stellantis solo haya recibido una cuarta parte de los ayudas que solicitó la empresa al Perte —en concreto, 55,9 de los 200 millones a los que aspiraba—, aunque en el sector se atribuyen a problemas técnicos en el que encaje de la propuesta de la empresas con las bases de la convocatoria. «Aragón ha hecho su trabajo. Ahora falta que lo haga el ministerio y el Gobierno», recalcó. Solo así, continuó, se conseguirá hacer realidad una inversión que aseguraría que la comunidad «siga teniendo un presente esplendoroso y un futuro sin nubarrones ni tormentas». «Es de justicia que pueda venir esa fábrica», reiteró. 

Las ayudas asignadas a la multinacional que capitanea Carlos Tavares está muy por debajo de lo recibido por otros proyectos de similar tamaño. La firma china Envision ha obtenido casi seis veces más fondos en la misma resolución del Perte, al hacerse con 300 millones (200 de subvención y 100 en préstamos). También es notablemente superior la cantidad que se concedió hace un año a Volkswagen para su planta de Sagunto (Valencia), que logró finalmente 195 millones (100 del primer Perte y 95 de otra partida). 

Por este motivo, Azcón reclamó a Madrid «un plan global» que asegure «igualdad en el trato» a las diferentes empresas y autonomías. «No quiero ni pensar que el ministerio apueste más por una fábrica o comunidad», agregó.

Por su parte, Garamendi reivindicó que los fondos europeos «se apliquen correctamente» y se inviertan «en las cosas que realmente son necesarias». «Es fundamental que lleguen a Aragón», dijo, para que se ponga en marcha la citada fábrica de baterías, algo que desde la CEOE «se va a empujar» a fin de que el proyecto de Stellantis «siga adelante». «En los demás países ya están en marcha —plantas de este tipo— y aquí todavía no hemos puesto la primera piedra», recordó.

De la captación de este tipo de industria depende, agregó, que el sector del automóvil «siga estando en España» y no se deslocalice. «Hay una competencia entre las propias marcas de los distintos países para ver dónde va cada proyecto», advirtió. H