Pedro Sánchez se vuelve a olvidar de Aragón en su nuevo libro

Pedro Sánchez se convirtió con 'Manual de resistencia', publicado en 2019, en el primer presidente español en editar un libro durante su mandato. Ahora, con 'Tierra firme', es el primero que publica dos. Cuatro años y una de las legislaturas más complicadas de la política española después, casi cuatrocientas páginas después, el resultado para Aragón es el mismo: la nada más absoluta.

En 'Tierra firme' no aparecen, salvo cuatro honrosas excepciones, menciones a la comunidad autónoma que han gobernado Javier Lambán y Jorge Azcón mientras Sánchez ha habitado La Moncloa. Ni su complicada relación con el secretario general de los socialistas aragoneses ni las novedades políticas en el último lustro en Aragón le han parecido a Sánchez, acompañado en la escritura de Irene Lozano, dignas de mención.

En su descargo, la comunidad del Ebro no es la única olvidada: la política autonómica y la España más allá de la M-30 apenas tienen representación en el ensayo, con el conflicto catalán, el incendio de la Sierra de la Culebra, la crisis de Doñana y la erupción del volcán de La Palma como hechos más significantes para el presidente acaecidos lejos de Madrid.

El batacazo en las autonómicas

Entrando en análisis, Aragón es nombrado en las primeras páginas del libro, cuando Sánchez analiza el batacazo socialista en las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo. La victoria aplastante del PP en la mayoría del territorio cambió el signo también en la comunidad, con Javier Lambán y su cuatripartito cediendo las llaves del Pignatelli a Jorge Azcón, que llegó de la mano de Vox. Para el presidente del Gobierno, el resultado fue «injusto» para «los líderes regionales y locales socialistas que tanto y tan bien habían trabajado». Habría que preguntarle al propio Sánchez si incluía a Lambán dentro de esa lista, ya que el aragonés ha sido uno de los barones socialistas que más quebraderos de cabeza le ha dado, en especial con la cuestión catalana.

En esas mismas páginas de estudio del resultado electoral, el caso del Ayuntamiento de Huesca también es reflejado. Comparada con Sevilla o Valladolid, la capital oscense sufrió, según Sánchez, que «el voto se dispersó en diversas listas a la izquierda del PSOE, lo que abrió el camino a Gobiernos de la derecha». Huesca volvió a manos del Partido Popular, con Lorena Orduna como regidora, tras los mandatos de Luis Felipe. La fragmentación de la izquierda en la capital fue especialmente flagrante, con Cambiar Huesca, Chunta Aragonesista, Podemos y Equo presentándose por separado y rozando la representación, algo que no obtuvieron y dejó a un solo concejal al PP de la mayoría absoluta. Y, hasta aquí, las expresiones explícitas sobre la realidad aragonesa. Algún comentario hacia los parlamentos autonómicos que dirige Vox, como es el caso del aragonés con Marta Fernández, pero sin entrar en los casos concretos. Poco balance a la política territorial por parte de un presidente que tiene como mayor reto igualar a todas las comunidades autónomas.

En el apartado de imágenes, dos aragonesas sí que tienen su espacio. Pilar Alegría, como ministra, aparece en varias fotos de familia o de representación institucional. La otra es la futbolista Salma Paralluelo, ya que Sánchez cierra el capítulo gráfico con su recepción a las campeonas del mundo.

Solo el presidente del Gobierno y su inseparable Irene Lozano saben si estos dos tomos se convertirán en una trilogía al acabar la presente la legislatura. Solo ellos saben si, cuando se sienten frente al folio en blanco, Aragón tendrá un papel más importante que el recogido en esta Tierra firme.