Romper la brecha digital

La tecnología se ha convertido en una puerta de entrada hacia el empleo, la educación, la salud o el ocio. Por lo tanto, cuando se dificulta el acceso de las personas a los entornos digitales, se está vulnerando un derecho básico. Pero la realidad nos muestra que las personas con discapacidad intelectual o con dificultades de comprensión, por su edad avanzada o determinadas patologías, se ven gravemente limitadas en el pleno ejercicio de sus derechos de ciudadanía como consecuencia de la brecha digital.

Con el fin de reducir dicha brecha, Plena inclusión Aragón ha participado durante los últimos meses en el proyecto Transformación Digital para la Inclusión, liderado por Plena inclusión España y enmarcado en el Plan de Recuperación y Resiliencia del Gobierno de España, coordinado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, gracias a los fondos europeos Next Generation.

Este miércoles, 13 de diciembre, se ha celebrado en Madrid una jornada para hacer balance final del proyecto, que, entre otras acciones, ha comprendido la formación de agentes públicos y comunitarios de servicios sociales y de la salud para ampliar su conocimiento sobre las necesidades de las personas con discapacidad intelectual. Asimismo, se ha desarrollado una aplicación para fomentar el acceso de este colectivo al empleo público. Y se ha implantado una herramienta para extender la eliminación de medidas restrictivas en centros residenciales.

La delegación aragonesa se ha ocupado de presentar los datos estatales de participación en los cursos de adquisición de competencias digitales recibidos por 300 personas con discapacidad intelectual de toda España, casi 40 en Aragón. En el encuentro de Madrid, los asistentes han podido conocer, a través de un video, los testimonios del alumnado de las formaciones impartidas en Calatayud, Monzón y Huesca, que ha relatado cómo este curso le ha facilitado la entrada en el mundo digital.

La jornada, además, ha acogido la puesta de largo de una iniciativa fraguada al calor del proyecto de Transformación Digital para la Inclusión, pero que es a partir de ahora cuando empieza a caminar. Se trata de la Alianza Tecnológica por la Inclusión, en la que el movimiento asociativo ha invitado a las empresas tecnológicas y de base tecnológica a unirse al reto de reducir la brecha digital para las personas con dificultades de comprensión. Con esta alianza, se busca implicarlas para que apliquen criterios de accesibilidad cognitiva en sus desarrollos y dispositivos, ya que esto no solo es justo, sino que también puede resultar rentable.