Cajamar aboga por invertir más en infraestructuras hidráulicas para garantizar la seguridad alimentaria

La banca cooperativa Cajamar ha presentado, en la segunda jornada de la Feria Internacional de la Maquinaria Agrícola (FIMA), en Zaragoza, el libro ‘Regadío y seguridad alimentaria. La situación en España’, en un acto celebrado en el estand de la entidad en FIMA en el que han participado el coordinador de la obra y catedrático de Economía Agraria de la Universidad Politécnica de Madrid, Alberto Garrido, y el director del Servicio de Estudios y Publicaciones de la Fundación Grupo Cajamar, Ignacio Atance.

Tanto Alberto Garrido como Ignacio Atance han puesto de manifiesto la importancia de realizar más inversiones en infraestructuras hidráulicas para dar respuesta a la necesidad actual de recursos hídricos, lo que supone una de las principales limitaciones del sector agrícola, junto a los efectos del cambio climático, garantizando así la seguridad alimentaria de la población creciente. "Ningún modelo de producción agrícola tiene futuro sin agua", ha destacado Atance, quien ha destacado la importancia de alejarse de la controversia política para facilitar la toma de este tipo de “decisiones estratégicas”. Además, ha puesto el foco en la necesidad de impulsar medidas que permitan un uso más eficiente del agua para hacer frente a una situación climática "cada vez más extrema".

Por su parte, Alberto Garrido ha explicado que aquellos países del mundo que están invirtiendo en infraestructuras hidráulicas y aumentando la expansión del regadío son conscientes de que la disponibilidad de agua supone un elemento de seguridad para los productores y están trabajando para ser más eficientes. Asimismo, ambos han coincidido en la necesidad de mejorar el aprovechamiento de las aguas residuales, reforzar la capacidad de almacenamiento hídrico con más presas y embalses, reducir el coste del agua desalada para uso agrario y hacer un uso más eficiente del recurso.

Resaltar la importancia del regadío español

El libro, en el que participan una decena de autores especialistas bajo la coordinación de los catedráticos de Economía y Política Agraria Jaime Lamo de Espinosa y Alberto Garrido, realiza un recorrido histórico por el regadío español hasta llegar a la actualidad y resalta la importancia que posee para la sociedad en general, el turismo y, principalmente, para el desarrollo sostenible del sector agroalimentario, por su contribución a la generación de riqueza y empleo, así como a la vertebración de los territorios, tanto urbanos como rurales. También recoge la evolución que ha experimentado en el ámbito tecnológico y su aportación a la calidad y la estabilidad de las diferentes producciones, garantizando el suministro de alimentos, y al manejo de los suelos, gracias a una óptima gestión del agua.

Durante la celebración de FIMA, el expositor de Cajamar se ha convertido en punto de encuentro del sector donde se celebran reuniones y encuentros de trabajo con empresarios y técnicos agrícolas para analizar y debatir acerca de la situación actual y los retos de futuro, tanto de la agricultura como de su industria auxiliar, además de servir de escaparate de las herramientas de transferencia de conocimiento que la banca cooperativa Cajamar pone a disposición de los agricultores y ganaderos, a través de sus centros experimentales y su comunidad del conocimiento, Plataforma Tierra. Una comunidad por y para la digitalización y sostenibilidad del sector agroalimentario que ofrece a sus miembros más de 500 indicadores sectoriales, una amplia colección de cursos, vídeos didácticos, informes especializados, manuales y publicaciones en torno a la mayor parte de las ramas del sector primario.

Convenio con la Comunidad de Regantes APAC de Mequinenza

El segundo día de la feria, el director territorial de Cajamar, José Antonio Montero, y el presidente de la Comunidad de Regantes APAC de Mequinenza, Antonio Sanjuán, han rubricado, en el estand de Cajamar, un convenio de colaboración que facilita a sus comuneros realizar las inversiones necesarias para modernizar sus instalaciones de riego y acometer nuevos proyectos de mejora en sus cerca de 3.000 hectáreas, además de tener acceso y disponer de productos y servicios en condiciones preferentes para el desarrollo de sus actividades agropecuarias.