Aquara, experiencia y tecnología para asegurar la calidad del agua en el territorio

El cambio climático y sus numerosos efectos como la sequía han convertido en un reto el garantizar la disponibilidad de agua de calidad para el futuro. Contar con un recurso hídrico suficiente y de calidad es fundamental para la economía y el desarrollo de los municipios aragoneses y Aquara, empresa que presta servicios diarios del ciclo integral del agua a más de 700.000 personas de las tres provincias de la comunidad autónoma, lleva 30 años apostando por la colaboración público-privada para ayudar a los ayuntamientos en la gestión de este recurso esencial.

El reto de calidad es todavía más exigente desde la aprobación del Real Decreto 3/2023 de 10 de enero, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y su suministro. Esta nueva normativa obliga a los organismos de cuenca, a la administración –ayuntamientos y otras entidades públicas que tienen competencia en el ciclo del agua en los municipios– como a los operadores a cumplir con una serie de requisitos con tres objetivos primordiales. 

En primer lugar, establecer criterios técnicos y sanitarios para las aguas de consumo, de su suministro y su distribución a lo largo de todo su recorrido, desde las masas de agua hasta el grifo del consumidor, así como su control y su vigilancia. En este último ámbito, además de modificar a la baja los valores de referencia en algunos elementos como ciertos plaguicidas, se introducen nuevos parámetros microbiológicos individuales como la Legionella, el Uranio, los cloritos y cloratos o los colífagos somáticos que hacen que los titulares del abastecimiento –en su mayoría, los ayuntamientos– tengan que realizar un control analítico mucho más frecuente y especializado. 

Aquara, como compañía que realiza más de 20.000 determinaciones analíticas al año en laboratorios acreditados por ENAC, brinda a los consistorios su experiencia en la realización de analíticas, así como su capacidad tecnológica para la actuación tanto preventiva , aplicando medidas en las plantas de tratamiento de agua que eviten los incumplimientos de calidad de agua de consumo, como reactiva, en cuanto a la puesta en marcha de soluciones para corregir esos incumplimientos. 

En segundo y tercer lugar, la nueva directiva se centra en garantizar y mejorar el acceso, la disponibilidad y la salubridad del agua, así como en proteger la salud de las personas de los efectos adversos derivados de cualquier tipo de contaminación. En este punto cobra especial importancia la gestión y la evaluación del riesgo en las zonas de captación, abastecimiento y edificios prioritarios. Así, el RD 3/2023 de 10 de enero obliga a tener Plan Sanitario del Agua (PSA) a todas las zonas de abastecimiento, clasificadas en la anterior directiva, estableciendo distintos plazos en función de los metros cúbicos suministrados en el municipio por día. De esta forma, los medianos municipios ya deberían tener el PSA elaborado y cuentan con un plazo de dos años para aplicar las medidas correctoras. Los pequeños, por su parte, deberán contar con su PSA en enero y tener en marcha las medidas correctoras en enero de 2027. 

Los indicadores detallados son sólo un extracto de todas las nuevas exigencias del RD 3/2023 que pone de relevancia el papel de las administraciones como principales garantes de la calidad del agua que consumen sus habitantes. Por ello, Aquara entiende que las alianzas entre los sectores público y privado constituyen la mejor manera de adaptar los sistemas de abastecimiento de agua aragoneses al nuevo marco legal, al mismo tiempo que se contribuye a la preservación del recurso hidráulico como uno de los principales motores de la economía de la comunidad autónoma.