Salud pública

Carlos Martín: «Además de apoyo emocional, la vacuna contra la tuberculosis necesita el económico»

El catedrático de Microbiología de la Universidad de Zaragoza cree que con la vacuna y el tratamiento "podemos pensar en erradicar la tuberculosis"

Carlos Martín, en su laboratorio.

Carlos Martín, en su laboratorio.

Eva García

Eva García

El otro día, Esteban Rodríguez, CEO de Biofabri decía que la vacuna de la tuberculosis iba a suponer un hito mundial similar al de la expedición Balmis, que promovió la vacunación masiva de viruela. ¿También lo cree usted así?

Así preguntado… Todos los que estamos trabajando pensamos que es un proyecto muy ambicioso. Cuando empezamos, éramos muy poquitos en la universidad, después se unió Biofabri en 2008, que tienen un equipo grande. Ahora, si contamos con los equipos americanos, todas las personas implicadas en los ensayos clínicos, tanto en bebés, más de mil madres que han dado permiso para vacunar a sus bebés; y el estudio que se inicia en adolescentes estudios… y si se demuestra la seguridad en adultos como se ha mostrado en los modelos animales y bebés. Y aún nos falta el marcador de protección, porque si la vacuna protege contra la tuberculosis sí que es un hito importantísimo.

Parece mentira que aún no haya una vacuna contra la enfermedad.

En septiembre hubo una reunión en la ONU donde se habló de tuberculosis y allí, Mark Hatherill, director de la Iniciativa Sudafricana de Vacuna contra la Tuberculosis, explicaba que si el 1 de enero de este año hubiéramos tenido una enfermedad que nos iba a producir 1,3 millones muertos y 10 millones de nuevos casos seguro que la sociedad mundial se pondría, como se puso para el covid, a luchar contra la enfermedad. Pero la tuberculosis lleva matando desde hace años, a dos millones de personas, baja con el covid o con el VIH y luego vuelve a subir. Es una enfermedad que vemos de lejos, porque en Zaragoza, en Europa tenemos un tratamiento. Como se cura no le damos importancia. Si aquí tenemos diez casos por cien mil, en Sudáfrica, en 2012, uno o dos niños de cada 100 niños desarrolla la enfermedad y si no se trata a ese bebé muere en un 50% de los casos.  Parece que está asociada a la pobreza, pero es porque si las personas mejorasen su alimentación disminuiría la tuberculosis.

¿Han encontrado en Biofabri al compañero perfecto?

Esteban Rodríguez es un emocionado de la vacuna. Montó una empresa de producción para vacunas, que luego sirvió para el covid, porque en España no había ninguna fábrica de vacunas para humanos. En 2008 apostaron por MTBVac, y construyó una fábrica porque, como dice él, no vamos a ir con un bote que ponga producido en veterinaria. Ahora tiene una fábrica en Galicia, otra en Portugal y está en conversaciones con India para que se produzca la vacuna. Lo que hemos aprendido con las de covid es que primero tiene que funcionar bien en esta fase tres, pero para que te autoricen tienes que demostrar que puedes producir tantas vacunas como se necesitan. Y solo en bebés al año de BCG (la vacuna actual) se necesitan 200 millones de dosis. Si vacunamos a adultos- adolescentes habría que producir mucho más y están preparándose haciendo inversiones. De hecho, ya tiene un sistema de aceleración en la EMA, que solo se ha conseguido para otras cuatro vacunas. Entonces está todo preparado para que en el momento que sepamos que funciona pedir la autorización para producir, porque si no funciona se acaba todo. El impacto puede ser brutal. Porque si tiene una protección del 60 70 o un 50% a esta población ya no habrá que tratar, habrá que diagnosticar y tratar al resto de la población. Pero con una vacuna y dando el diagnóstico y el tratamiento podemos pensar en erradicar la enfermedad

Y es un proyecto 100% español.

Así es, creada por la Universidad de Zaragoza, que ha desarrollado una empresa con ayuda europea, pero para la fase de bebés sigue faltando dinero. Querríamos que fuese financiación española.

«En Europa o en España, cómo se cura, no le damos importancia a la tuberculosis»

Lleva ya 25 años en el proyecto. ¿Qué le llevó a él?

Llevo más. Fue en los 80 cuando empezamos a poner la genética de Micobacterias en Francia, en el 87, hasta el 92, que fue cuando vuelvo a Zaragoza, cuando hubo una epidemia de tuberculosis multirresistente que estudiamos aquí. Y lo que vimos que los genes se reactivaban y lo que hicimos a partir de ahí fue intentar desactivarlos. Ahí es cuando empezamos a trabajar en la universidad; y en 2008 buscamos una empresa para producir la vacuna. Nadie en Europa la quería producir porque es un patógeno; y nunca se había probado en humanos una cepa de tuberculosis humana atenuada.

Entonces, sí que puede ser un hito, como la Expedición Balmis.

Fue importantísima porque sale del puerto de la Coruña con los 22 niños que van transmitiendo la cepa y se vacunó a más de medio millón de personas. Fue el inicio de la vacunación masiva y de la erradicación de la enfermedad. Pero cuando volvieron a España fue la invasión francesa y pasó desapercibida. Por eso si esta vacuna funcionase y fuésemos capaces de vacunar en masa… Cuando yo estudiaba medicina, en el 82, se iba a erradicar la tuberculosis en el año 2000, y estamos en el 2024 y hablamos de 2050 o más. Es una enfermedad muy compleja.

¿Por qué?

Nosotros hemos inactivado el bacilo de la tuberculosi, pero no lo eliminamos, lo que buscamos es producir una infección leve; que el individuo reconozca esa bacteria y con ella luche contra la forma patógena de la enfermedad. Esto es importante porque un cuarto de la población mundial, es decir 2.000 millones de personas está o han estado infectados y solo una de cada 10 o cada 20 va a desarrollar la enfermedad. Lo que queremos con MTBVAC es que nunca desarrollen una enfermedad y se protejan como esos infectados porque sabemos muy poco de la tuberculosis; no tiene toxina; pero infecta a la persona y cuando esta deja de alimentarse, cuando tiene VIH o te haces muy mayor y la inmunidad no funciona, es cuando se hace tuberculosis pulmonar y se transmite.

Hablemos de financiación.

En EEUU una fundación que vacuna contra el sida va a recibir una financiación de 55 millones para los ensayos en adolescentes-adultos de MTBVac, por lo tanto tiene una proyección internacional que es muy importante. La reunión el otro día con el presidente de Aragón, es lo que queríamos trasmitirle, y que también pretendemos que se reconozca a nivel nacional, que es una vacuna española. Biofabri aceptó que sea accesible y universal, por lo que necesitamos.

Usted como investigador estará acostumbrado, pero los plazos son muy largos. La valoración en bebés se hará hasta 2028.

Es así, Lo normal son 15 o 20 años, nosotros estamos entre 20 y 25 , peropor métodos clásicos porque solo se aceleró con el covid porque a los seis candidatos, el gobierno americano les dio 2.000 millones para comenzar a desarrollarla. Al final funcionaron tres. Estamos hablando de que en las vacunas de tuberculosis la inversión puede ser 100 veces menor. Pero el dinero tiene que ser público porque las compañías saben que no van a ganar. Además, en las vacunas covid se vio que la protección era para dos meses, la nuestra para dos años, así que hay que esperar dos años para valorar. Biofabri es un socio totalmente creíble y además, nos deja investigar.

¿Qué más se investiga con MTBVac?

Tenemos a Nacho Aguiló, que es un investigador senior, todavía con contrato no fijo, que está trabajando en cáncer y en MTBVac. BCG (la vacuna actual contra la tuberculosis) es el tratamiento actual contra el cáncer de vejiga no invasivo. Tiene unos modelos en ratón y varios investigadores trabajando con él y viendo que en el modelo de ratón cuando no funciona BCG funciona MTBvac. También se está trabajando en otros tipos de cáncer, en asma, porque BCG y MTB Vac son vacunas vivas atenuadas que dan una respuesta inmunitaria que es muy potente. También está Jesús Gonzalo, otro investigador senior, que ha hecho todos los estudios de genómicaproteómicaa, lipidómica, es decir, MTBVac es de las vacunas a nivel mundial que más estudios completos tiene. Esos nervios en la espera los salvamos a base de seguir investigando.

Decía que si no se demuestra su eficacia, se paraba todo. ¿Se lo plantea?

En 2008, Biofabri invirtió en una fábrica de vacunas para humanos y si no es por ella no hubiera podido producir vacunas covid, porque en España no había ninguna y eso es una aberración porque cuando hay emergencia sanitaria se va a dar prioridad a los países que las producen. No estamos acostumbrados en España a apostar por proyectos de larga duración como es este, pero en EEUU sí. Unos funcionan y otros falla, peroo el que funciona moverá a los demás. En nuestro caso, hemos llegado hasta aquí, fase 2, que es un gran logro. Estamos en fase 3, hemos demostrado seguridad en muy pocos números, seguridad e inmunidad en fase 2 en muchos números y en fase 3. Además, la fábrica tenemos.

En España tiene que ser ya.

Aquí no se tenía costumbre de hacer ni fase 1 ni fase 2, el fase 3 sí, contra el cáncer que se prueban en hospitales españoles. Está genial empezar desde el principio. De hecho, nosotros estamos en Sudáfrica en el sitio donde en el 2012 no funcionó la vacuna de Oxford. Se aprende de lo que funciona y de lo que no funciona, esto es así. En EEUU lo ven muy bien y en otros países de Europa, pero en España no, tiene que estar todo en periodos de cuatro años, que es el periodo electoral. Estamos muy contentos de que nos apoye todo el mundo, desde el principio, de forma emocional, pero ahora no queremos forma emocional, ahora queremos de forma nacional. Esta es la vacuna española y pedimos apoyo, aunque puede que no funcione. Es un proyecto a más largo plazo de cuatro años. Hemos recibido el apoyo de todos pero necesitamos pasar de ese apoyo emocional al económico.

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