¿Por qué están subiendo las listas de espera en Aragón?

Los casi 8.400 pacientes de ahora no se contabilizaban desde marzo de 2022 Y es el peor dato en la comunidad en dos años

Sanidad tiene pendiente elaborar un nuevo plan de choque para reducir las demoras y de la auditoría que se anunció en septiembre todavía no se tienen noticias

Una operación en los quirófanos del hospital Miguel Servet, en una imagen de archivo.

Una operación en los quirófanos del hospital Miguel Servet, en una imagen de archivo. / ÁNGEL DE CASTRO

Ana Lahoz

Ana Lahoz

A nadie se le escapa que las listas de espera quirúrgicas en Aragón se han disparado. El incremento que se viene repitiendo ha llevado a que los casi 8.400 pacientes que en estos momentos están pendientes de una operación desde hace más de seis meses (dato a enero de 2024) sea la peor cifra en dos años. No se alcanzaba un dato tan alto desde marzo de 2022.

Las demoras han crecido y, mientras políticamente unos y otros se acusan de la situación, los números son objetivos (los puede consultar cualquier ciudadano) y arrojan una subida constante de las listas desde agosto. La situación preocupa en la consejería de Sanidad que dirige José Luis Bancalero y en el propio Gobierno de Aragón, que tienen pendiente elaborar un plan de choque –el vigente caducó a finales de 2023-– para reducir las esperas, una circunstancia todavía sin plazo y sin fecha concreta de cuándo estará.

Volviendo a los números. En junio de 2023 (todavía con el PSOE al frente del Ejecutivo), el dato de listas quirúrgicas era de 4.139 pacientes. El más bajo desde que estalló la pandemia del covid en 2020, una circunstancia inédita que disparó las cirugías pendientes hasta los 11.000 usuarios en agosto de 2020. A partir de ese momento, las cifras en Aragón alternaron una dinámica de bajadas y subidas durante dos años, pero esa situación irregular revirtió en octubre de 2022 porque desde entonces se dieron nueve meses seguidos de caída (ver gráfica) hasta llegar al dato de junio de 2023.

De julio de 2023 no figuran cifras públicas –momento del cambio del Gobierno– y las primeras del Ejecutivo de Azcón (6.149 personas en agosto de 2023) apuntaron a una subida considerable con respecto a junio (4.139), justificada por el propio Bancalero en los «errores» en los sistemas de información gestionados por parte del Gobierno de Lambán, que según Bancalero dejó de contabilizar usuarios en las listas de espera.

Ese momento marcó un punto de inflexión en las cifras porque la buena dinámica se descuadró, los datos dieron un salto al alza y se anunció entonces (septiembre) una auditoría para pulir los procesos, un hecho del que todavía no hay noticias. Fuentes de la consejería señalan que «todavía tardará un poco».

Aquella acusación al PSOE de maquillar los datos se coló en debates parlamentarios y en ruedas de prensa y ha seguido coleando mes a mes cada vez que se publicaban las listas de espera. Sin embargo, pasado ese momento de transición entre gobiernos y volviendo a los datos, las demoras han seguido al alza bajo la gestión del actual Ejecutivo. Y lo han hecho sumando cada mes cifras tan altas como los 850 pacientes de agosto a septiembre, los 259 de septiembre a octubre, los 683 de noviembre a diciembre o los 432 de diciembre a enero. Incrementos muy elevados que han derivado en alcanzar el peor dato de demoras quirúrgicas en dos años.

Cierto es (y objetivo) que en estos seis meses de subida han coincido los meses de verano y la Navidad, periodos en los que habitualmente se cierran camas por vacaciones y se hacen menos operaciones quirúrgicas. Sin embargo, los picos que se han dado no han sido tan acusados en años anteriores.

¿Cuáles son los motivos?

¿Qué hay detrás del incremento de las listas de espera? Desde Sanidad argumentan que está habiendo una actividad más elevada en Consultas Externas, lo que deriva en ver a más pacientes y, por tanto, a indicar más intervenciones quirúrgicas. Esto es positivo porque esa detección precoz lleva a más usuarios en las listas de espera.

Sin embargo, este diario ha podido saber por fuentes del personal que la actividad de tarde en los quirófanos de los hospitales «no ha sido del 100%» y eso ha perjudicado a las cifras. No siempre resulta fácil encontrar equipos al completo para poder llevar a cabo una cirugía de tarde en lo que se conoce como peonadas para los trabajadores (son horas remuneradas). Es decir, que la actividad en suelo quirúrgico se ha visto algo mermada en los últimos meses.

Tampoco las operaciones en sábado han sido generalizadas en todos los hospitales –de hecho desde septiembre solo se han realizado en el Provincial y en el San Jorge–. El motivo, precisamente, es también que no siempre se cuenta con profesionales para estas jornadas (retribuidas) que se desarrollan fuera del horario habitual de lunes a viernes, tal y como señalan fuentes del personal. «Después de una semana de trabajo intenso, el fin de semana la gente quiere conciliar. Es una fórmula que puede servir puntualmente, pero no puede ser la clave para reducir las demoras», señala un profesional del hospital Clínico.

Operaciones en sábado: 417 cirugías desde septiembre

El Salud mantiene vigentes las operaciones en sábado que se estrenaron en la comunidad en noviembre de 2022 para intentar reducir las listas de espera. Desde septiembre de 2023 y hasta este mes de febrero se han realizado un total de 417 cirugías, según los últimos datos de la consejería de Sanidad. Por hospitales, se han realizado 230 intervenciones en el Provincial de Zaragoza (de cataratas) y 187 en el San Jorge de Huesca (156 de cataratas y 31 de Cirugía General). Llama la atención que en estos seis meses no se han dado operaciones en sábado ni en el Miguel Servet ni en el Clínico –los dos centros sanitarios con mayor demora–, que sí ejecutaron alguna previamente.

 La mayoría de estas intervenciones son ambulatorias, por lo que el paciente no se tiene que quedar ingresado. En cualquier caso, si hay alguna persona que requiere la estancia de alguna noche, también existe la posibilidad. Para poder llevar a cabo estas cirugías, son los profesionales los que se tienen que ofrecerse de forma voluntaria a trabajar en sábado y, obviamente, son jornadas remuneradas. Es decir, no es el Salud el que determina quién o en qué hospitales se opera en sábado, sino que la iniciativa parte de ellos y lo organiza cada dirección. 

Por otro lado, las derivaciones a centros privados se han visto mermadas en los últimos meses por el cierre de la Clínica del Pilar de Zaragoza el pasado mes de julio, que dejó en el aire 300 operaciones previstas y que en principio iban a asumir el resto de hospitales con los que se tiene concierto. Tampoco el acuerdo con la MAZ ha resultado ser satisfactorio (solo se han hecho 120 operaciones de las 329 acordadas), mientras que con el resto de clínicas sí se han mantenido las cirugías.

"Después de una semana de trabajo intenso, el fin de semana la gente quiere conciliar. Operar los sábados es una fórmula que puede servir puntualmente, pero no puede ser la clave para reducir las demoras», señala un profesional del hospital Clínico.

En otro orden de cosas, todo cambio de color en el Gobierno de Aragón obliga también a mover piezas en las direcciones de los hospitales y en puestos de gestión de la propia consejería. Estas circunstancias, según ha podido saber este diario, también están repercutiendo en las listas de espera «por el desconocimiento» en el manejo de ciertas parcelas y el periodo de adaptación. Hay casos, por ejemplo, en los que se han tenido que repetir reuniones con los equipos hasta en tres ocasiones para fijar la hoja de ruta de funcionamiento de un hospital.

Dos profesionales sanitarios en un quirófano, en una imagen de archivo.

Dos profesionales sanitarios en un quirófano, en una imagen de archivo. / JOAN CORTADELLAS

Los pacientes, «hartos»

Las consecuencias del incremento de las listas de espera en Aragón las sufren los mismos de siempre: los pacientes. No han sido una ni dos ni tres las veces que han exigido soluciones a los diferentes Ejecutivos autonómicos ante un tema está enquistado. Los ciudadanos ya no solo están «hartos» por la demora quirúrgica, sino también por la gestión de las pruebas diagnósticas y los retrasos reiterados.

Es cierto que el actual Ejecutivo ha incrementado este tipo de actividad y eso deriva en más detección precoz y, consecuentemente, en la inclusión de más personas en la lista, pero hay «muchas demoras», según denunciaron la semana pasada desde la Federación de Asociaciones de Barrio de Zaragoza (FABZ). Concretamente, el colectivo mostró su malestar por la «dualidad hospitalaria» que sufren los vecinos de la margen izquierda, que «indistintamente» son citados para pruebas en hospital Royo Vilanova y en el Provincial. «Pedimos que se clarifiquen por escrito a todos los usuarios las especialidades y urgencias que cubre cada uno de estos hospitales, y que se rebajen los tiempos de espera para consultas, pruebas y operaciones en este sector sanitario», apuntaron.

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