PARLAMENTO AUTONÓMICO

Las Cortes de Aragón se quedan sin la pausa para la comida

La empresa encargada del cáterin de las Cortes de Aragón entra en concurso de acreedores

El servicio de restaurante deja de darse desde el lunes

Cafetería de las Cortes de Aragón.

Cafetería de las Cortes de Aragón.

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

El restaurante de las Cortes de Aragón es un lugar que permite unir a políticos de todos los colores en torno a una mesa tras el alto voltaje que define lo que pasa últimamente en los plenos. La cafetería iguala a propios y extraños, algo que a partir del próximo lunes no se podrá llevar a cabo con tanta facilidad como era habitual hasta ahora. 

El restaurante de las Cortes de Aragón dejará de prestar servicio la próxima semana ya que la empresa encargada de prestarlo, Catering Arcasa, entró en concurso de acreedores hace un tiempo y no podrá seguir ejerciendo su tarea. Una licitación que comenzó a finales de 2022 y cuya duración se alargaba hasta finales del presente 2024, aunque la mala situación de la firma empresarial le ha llevado a paralizarla casi de inmediato. En las Cortes ya buscan una fórmula para solucionar el problema.

Lo que era un rumor en los últimos tiempos en el hogar de todos los aragoneses se hizo efectivo ayer, cuando un correo interno alertó a todos los miembros –políticos, empleados de los partidos y trabajadores de la casa– del cese de la actividad: «Se informa que a partir del próximo lunes día 4 de marzo, con motivo del cambio de concesionaria del servicio de restaurante-cafetería de las Cortes de Aragón, se producirá el cese temporal de la actividad en el restaurante, permaneciendo, por ahora, abierto el servicio de cafetería». Ese runrún que se sentía en los pasillos de la casa se notaba en algunos comentarios, como que los proveedores no daban más material; o en la reducción de ofertas de menú del día, pasando de las habituales tres opciones por plato, recogidas en el pliego del contrato, a tan solo dos.

Además, en las últimas semanas, ante la negativa de algunos proveedores de seguir facilitando alimentos al restaurante, se había comenzado a limitar el número de comensales «de fuera de la casa» que tenían acceso al restaurante de La Aljafería, una elección bastante habitual de los miles de turistas que cada año visitan el palacio.

El compromiso de la empresa de cáterin era prestar el servicio dentro de la relativa normalidad hasta el pleno de ayer. De hecho, el asedio por parte del sector primario hizo que, por momentos, se temblase ante la posibilidad de tener que dar de comer a todas las autoridades asistentes al pleno, los equipos de los partidos y los periodistas que cubrían la información. «Pues no debe haber comida para todos», señalaban empleados de la casa, mientras el café no se dejaba de despachar ante los nervios por la revuelta del sector primario.

En torno a una decena de empleados perderán su puesto de trabajo este lunes con el cese de la actividad de Catering Arcasa en las Cortes de Aragón.

No es la primera vez que la mala situación de Arcasa afecta a la población aragonesa. Hace tan solo un par de semanas, la empresa Combi Catering, filial de Arcasa, comunicó al Ayuntamiento de Zaragoza que dejaba de prestar servicio en las 13 escuelas municipales, lo que afecta a más de 950 alumnos. El consistorio zaragozano evitó el problema y se pudo seguir prestando el servicio de comedor sin problemas.

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