ENTREVISTA | CONTRACORRIENTE CANARICULTOR

Juan Carlos Acerete: «Desde los 9 años tenía el balcón de mi madre lleno de pájaros»

Juan Carlos Acerete, con uno de sus canarios ganadores.

Juan Carlos Acerete, con uno de sus canarios ganadores. / MARÍA MUÑOZ

El zaragozano Juan Carlos Acerete ha ganado tres medallas de oro en el 71 Campeonato Mundial de Ornitología, celebrado este año en España, en Talavera de la Reina. Lleva cuatro décadas criando pájaros, una afición en general desconocida pero con numerosos seguidores.

¿Cómo se siente uno tras haber ganado un mundial de ornitología, y además en casa, en España?

Bueno, lo primero que quiero decir es que yo pertenezco a la Federación Virgen del Pilar, de Zaragoza, y cinco de nosotros hemos sido premiados, por lo que estamos contentos. En concreto yo he ganado tres medallas de oro, dos por equipo, por digamos un conjunto de cuatro canarios, y una individual por uno de los pájaros.

¿Qué se valora en estos concursos?

Hay tres ramas. Unos compiten a color, al color más bonito, digamos, otros a canto y otros a postura...

¿A postura?

Sí, es algo curioso, tienes que entrenar al pájaro a que haga determinadas posturas en el palo, y según cómo queden, los jueces puntúan de una manera u otra.

¿En su caso, en el de color, en qué consiste su trabajo, más allá de lo bonito que sea el canario?

Primero hay que aclarar que los jueces valoran muchas cosas, como el tamaño, el aspecto... Una pluma fuera de sitio y el pájaro está descalificado. El animal de por sí tiene una coloración natural, pero tienes que ir criando y cruzándolos, y luego tienes que ir potenciando el color con carotenos, colorantes que añades a la alimentación, y requieren un cuidado constante. Por ejemplo, yo este año he competido a color con canarios rojos de pico rojo; tenía unos amarillos de pico amarillo y por una semana que me tuve que ir y no los pude cuidar, se me echaron a perder.

Acerete, con su hijo, en su aviario.

Acerete, con su hijo, en su aviario. / MARÍA MUÑOZ

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Parece una afición muy exigente, ¿cuántos años de vida hay que estar cuidando a un canario para competir?

Los canarios viven unos 15 años, pero solo pueden competir el primer año, en algunas categorías dos, luego ya se usan para criar, y hay que regalarlos o venderlos, porque no se pueden mantener tantos. Yo puedo llegar a tener 300, y hay que tener un local específico, una limpieza, el pienso... No se pueden soltar, en la naturaleza no sobreviven. Es todo muy caro, desde luego no se hace para ganar dinero.

¿Es un hobby costoso, entonces?

Yo llevo 40 años dedicándome a esto y creo que si echara cuentas de lo que me gasto al año, me asustaría y lo dejaría. Así que no me lo planteo (ríe).

Con estos condicionantes, ¿hay mucha gente metida en el mundillo?

Mucha. Este mundial de Talavera de la Reina, que por cierto era la edición número 71, criadores no sé cuántos estábamos, pero había 25.000 pájaros de 30 países distintos. Y la inscripción de cada uno costaba 20 euros para los españoles, y más para los extranjeros, creo. Lo bueno es que la gente joven aún se aficiona, yo por ejemplo fui en coche con dos chavales de 28 años.

Si se mueve dinero, ¿hay dopaje?

En general no. Se oyen cosas, que si hay pájaros tocados, digamos depilados, alguna vez hay alguna descalificación por cosas así... Pero un juez que lleva décadas valorando pájaros en seguida te pilla la trampa.

¿En su caso, cómo se aficionó a esto?

Desde pequeño, a los 9 años en el pueblo, Miedes de Aragón, ya tenía el balcón de mi madre lleno de pájaros, y en Zaragoza toda la casa también. Es una afición bonita para quien le guste la naturaleza.

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