CRIPTOMONEDAS

La fiebre por las criptomonedas despierta adicción y estafas en Aragón

Los gurús de internet y el ciclo alcista de Bitcoin motivan una entrada masiva de inversores inexpertos a un mundo volátil y complejo que promete convertir en millonario a aquel que se adelanta al mercado

Imagen de archivo de un panel informativo que muestra las cotizaciones de distintas criptomonedas

Imagen de archivo de un panel informativo que muestra las cotizaciones de distintas criptomonedas / Agencias

Claman las carátulas de cientos de vídeos diseminados por Youtube, TikTok y verticales digitales especializados en esparcir consejos financieros sobre criptoactivos que es el momento de hacerse millonario. Fácil, sencillo y a golpe de clic, hay que aprovechar el fin del criptoinvierno, un ciclo bajista de los valores de las divisas digitales que el mercado ha experimentado en los últimos cuatro años. Bitcoin, la moneda virtual de mayor valor y reputación, toca estos días máximos históricos con valores que ya superan los 70.000 dólares al cambio.

El caldo de cultivo es perfecto para alumbrar una entrada masiva de inversores más ignorantes que doctos a un mercado tan proclive a las ciberestafas como volátil. El desconocimiento sobre una red financiera proclive a la especulación ha desatado una tormenta de inversores que acaban desarrollando adicciones por las inversiones, del mismo modo que ocurre con la bolsa o los casinos online y que ya ha desembarcado en Aragón.

Frente a lo que cabría esperar, dicen los expertos que el escepticismo brilla por su ausencia en esta fiebre cripto. «A diferencia del que compra y vende acciones en bolsa, el trading (la inversión en torno a los movimientos de los precios de las divisas) de criptomonedas se pueden hacer sin intermediarios. Puedes hacer miles de operaciones al día, sin bróker y sin necesidad de meter tus claves en tu cuenta bancaria», apunta Jaime Arenas, abogado, socio de CL Cripto y cofundador de la asociación Blockchain Aragón.

Al guiarse por las tendencias del mercado, el valor de un activo puede subir en un día un 20%, lo que desata «trastornos de estrés y ansiedad», dice Arenas. Lo ratifica Sandra González, psicóloga sanitaria de la Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar (Azajer), quien eleva el calificativo y habla directamente de «adicciones». Cree la especialista que la percepción social es que la inversión en criptoactivos es más «inocua» que el juego. «Tenemos que tener en cuenta que no deja de ser un juego de azar. Hay una parte controlable, pero no dejan de ser especulaciones sin una base sólida o un patrón», apunta González.

"Las ganancias y pérdidas son muy grandes"

No es el asunto una cuestión exclusiva de gente joven, sino que hay de todo, dice la psicóloga. «Desde personas jubiladas a gente joven, los que desarrollan dependencia son principalmente hombres y cada vez más jóvenes por los gurús que les bombardean en Youtube. En las criptomonedas, las ganancias y pérdidas son muy grandes, por lo que las sensaciones de euforia o decaimiento generan segregaciones de dopamina muy grandes. Suelen estar todo el día delante del ordenador pendientes de los cambios», dice la psicóloga.

La descentralización permite operar sin intermediarios, lo que eleva la dependencia

La clave es que el sistema descentralizado permite operar sin intermediarios y de forma directa, por lo que hay gente que se dedica exclusivamente a mirar precios de criptos para ir a la caza del airdrop (reparto de activos gratuitos con los que luego se comercia). Para ellos, los miles de vídeos en los que podcasts y youtubers prometen El Dorado cripto es pura gasolina.

Lo que suelen publicitar estos gurús de la red son los activos que se conocen como gemas, esas criptomonedas prometidas que darán un hipersalto y para las que una precoz inversión es sinónimo de pelotazo cuando el mundo comience a invertir. «El problema es que la mayoría de veces esos youtubers promocionan esos activos porque es una moneda que han creado ellos o porque se llevan comisiones si se accede con sus códigos», explica Jesús Lorente, socio de CL Cripto, una consultora especializada en fiscalidad de criptomonedas afincada en Zaragoza. «Es cierto que existen casos que han invertido 20.000 euros y han conseguido tres millones en dos meses, pero no es lo habitual y con esa excusa todo el mundo cree que lo va a conseguir», dice el fundador de CL Cripto.

«Muchos de los clientes que nos llegan son jóvenes que no tienen trabajo fijo o cobran nóminas pequeñas… Creen que pueden ganar dinero sencillo porque cada día ven más gente millonaria en redes sociales. Pero lo cierto es que una persona así no tiene capacidad de comprar activos estables como Bitcoin porque solo uno vale más de 60.000 euros. Así que se lanzan a por activos menos estables y que en el 95% de los casos acaban por desplomar su valor», ratifica Pablo López-Blanco, director de la asesoría financiera Aragón Credit.

La primera regla del inversor

Al despacho de CL Cripto se han acercado en el último mes una treintena de personas preguntando por posibles timos. «Hay gente perdiendo 100.000 euros y pidiendo préstamos porque tienen un nivel financiero muy pequeño. Son gente joven que entra al mundillo a través de plataformas y redes sociales», apunta Jesús Lorente. Jóvenes que, además, desconocen la primera norma del inversor: recuperar la inversión inicial lo antes posible y guardarla bajo llave. «Nadie trabaja así porque es muy difícil, ya que ninguna moneda te va a generar tanto beneficio en tan poco tiempo, así que se olvidan de que las tienen», agrega López-Blanco.

Los estafadores utilizan el gancho de la subida de valores para colar timos a los más novatos

En paralelo, Internet está plagado de noticias falsas en las que Karlos Arguiñano, Pablo Motos o El Gran Wyoming están siendo investigados por supuestamente difundir un gran secreto sobre un criptoactivo. La fake news redirige al usuario a una plataforma virtual en la que se prometen altas rentabilidades. Solo hace falta invertir 500 euros en una red de inversión que pide enviar dinero a Bulgaria, Estonia y países del norte de europa. «Ves como tu inversión va creciendo y te preguntan si quieres sacar o mater más dinero. Y ahí aparecen los problemas: hay que pagar un 20% en impuestos, a un asesor, etc. Parece mentira que se caiga en estas estafas, pero hemos visto casos de deudas de 700.000 y 800.000 euros», explica Jaime Arenas.

Desde el despacho CL Cripto llaman la atención sobre las meme coins, unas criptodivisas que no tienen utilidad directa ni proyecto detrás, pero que la gente compra y vende a mansalva por lo que terminan adquiriendo mucho valor y perdiéndolo de forma abrupta. Uno de los casos más famosos es el del fundador de Tesla, Elon Musk, que disparó esta semana un 15% el valor de Doge Coin, un activo con una cara de perro como único atractivo, al insinuar que sus coches eléctricos deberían poder pagarse con esta criptodivisa.

«Lo que estamos viendo muchísimo es que se utiliza la subida de los precios de las criptos como gancho para la estafa. Muchísima gente que no había tenido contacto con el mundillo se está metiendo al ver anuncios en redes sociales, llamadas telefónicas. Al que tiene algo de conocimiento es difícil cazarle, pero al que no sabe es más fácil», añade Arenas.

«Hay multitud de timos y hay que estar muy alerta. Pero hay señales de posibles fraudes, como que te soliciten conectarte al escritorio de tu ordenador desde un remoto, que te pidan parte de las ganancias para pagar impuestos cuando quieres retirar la inversión o las rentabilidades por las nubes», advierte Jesús Lorente.

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