Estas son las claves de la declaración de la renta 2023 en Aragón

A partir de este miércoles comienza la campaña de la renta de 2023, un proceso que permitirá a aproximadamente más de 700.000 aragoneses -el año pasado fueron 749.647- cumplir con sus obligaciones con la Agencia Tributaria hasta el 1 de julio, cuando concluirá el plazo de presentación. La campaña llega con algunas novedades, como la reducción de tributación para rentas bajas del trabajo, la subida para rentas altas de capital, la obligación de declarar a aquellas personas que hayan estado de alta en el régimen de autónomos en algún momento del año o las devoluciones a aquellos que cotizaron mediante las mutualidades profesionales. También lo hace con una disparidad en las tarifas autonómicas. Y, hablando de territorios, en el caso de Aragón resulta característico su alto número de deducciones autonómicas, un aspecto en el que conviene prestar atención.

Así lo recomienda el secretario de la junta de Gobierno del Colegio de Gestores Administrativos de Aragón y La Rioja, Iván Pineda, quien observa que la comunidad encuentra su rol «más característico» en la elevada cantidad de este tipo de deducciones propias. Así, y aunque matiza que algunas «son inservibles», insta al contribuyente a estar atento y conocerlas bien, pues muchas de ellas no aparecen en los datos fiscales y es probable que no se apliquen.

Entre ellas, destaca, por ejemplo la deducción de 75 euros para las personas mayores de 70 años. También, la deducción del 100% de las cantidades destinadas a la adquisición de libros de texto de Primaria y ESO y material escolar para sus descendientes. Y, en esa línea relacionada con la paternidad, con la deducción del 15% de las cantidades dedicadas a la guardería para hijos menores de 3 años.

De manera general, para cumplir con el fisco, el experto también aconseja comprobar los datos fiscales, recordar las operaciones realizadas a lo largo del año y estudiar bien la normativa actual.

«El IRPF es un impuesto complejo», recalca Pineda, quien considera que la mejor opción pasa por acudir a un gestor administrativo.

Un año "de transición"

Acerca de la campaña de 2023, el secretario del colegio considera que este año es «de transición», pues no se han observado «grandes modificaciones normativas» a causa de la situación política. «No tiene grandes medidas a destacar», resume.

Y, sobre Aragón, recuerda que en este año el Ejecutivo autonómico bajó las tarifas del IRPF, un cambio en el impuesto que, no obstante, augura que «se va a notar muy poco». Su punto de vista en relación con la comunidad es que se sitúa en un espacio intermedio, en relación con otros territorios.

Más allá de todas estas cuestiones, lo que Pineda describe como «la novedad número uno» es la devolución que deberán recibir aquellas personas que cotizaron mediante las antiguas mutualidades profesionales. El experto recuerda que fue en el año 1999 cuando desaparecieron estas entidades y que, por primera vez, podrá aparecer en los datos fiscales si los pensionistas podrán desgravar por ello o no, después de que una sentencia del Tribunal Supremo fallara el año pasado a favor de estos trabajadores que aportaron a las mutualidades laborales. «Esa es la novedad número uno -insiste-, sobre todo, por el número de personas implicadas, que son muchísimas». De hecho, el experto no se atreve a precisar una cifra, aunque estima que podrían ser «cientos de miles» en España y «miles» en Aragón.

«Muy importante»

En relación con este asunto, recuerda el secretario del colectivo profesional que la Agencia Tributaria ha habilitado recientemente una herramienta para solicitar las deducciones correspondientes a los años 2019, 2020, 2021 y 2022, «es decir, los ejercicios no prescritos».

Se trata de una cuestión la relacionada con este caso que define como «muy importante» porque, además de poder reclamar estas devoluciones, a partir de la inminente declaración de 2023, una vez que la administración cuente con los datos del pensionista afectado, le desgravará en adelante la cantidad correspondiente.