Turismo

El perfil del turista: cada vez más previsor

Los gustos y preferencias de los viajeros van evolucionando constantemente a lo largo del tiempo, pero la pandemia marcó un punto de inflexión. Ahora las ideas improvisadas han dejado su sitio a planes más planificados y personalizados para los que las reservas se realizan con la máxima antelación posible

Una pareja de turistas, en el aeropuerto de Zaragoza

Una pareja de turistas, en el aeropuerto de Zaragoza / ANGEL DE CASTRO

Arturo Pola

Arturo Pola

El turismo siempre trata de adaptarse a las preferencias y expectativas de los viajeros, cada vez más exigentes. Siendo España el país de la improvisación por excelencia, o al menos así nos han visto siempre desde fuera, nuestro tiempo de ocio cada vez está más planificado y eso, por supuesto, incluye cuando salimos de casa en busca de nuevas aventuras.

El 34% de reservas de viajes, uno de cada tres, se realizan con al menos tres meses de antelación, una tendencia que no para de crecer. Uno de los principales motivos, y quizás el más evidente, es el considerable ahorro que, en la mayoría de ocasiones, que te permite conseguir planificar los viajes con la máxima antelación posible. A pesar de la tendencia inflacionista y la pérdida de poder adquisitivo, desde las agencias de viajes reconocen que una gran mayoría «dosifica» su dinero, pero prefiere recortar en otras parcelas de su vida antes que en sus vacaciones. Además, el turista cada vez busca que sus viajes sean más personalizados para vivir una experiencia única que pueda diferenciarse del resto. 

Ese valor singular es una de las mayores demandas de los viajeros, aunque en muchas ocasiones supone un incremento de los precios. Quizá debido a ello, los seguros de viaje cada vez son más solicitados por los turistas, en especial los de cancelación y los médicos, con coberturas mejoradas y cada vez más completas que tratan de dar el punto de tranquilidad necesario para poder disfrutar de la experiencia y no estar intranquilo por los problemas que puedan surgir fuera de casa.

Viajar para contarlo

Por otro lado, la tecnología es, y cada vez más una gran aliada a la hora de descubrir nuevos lugares. El 61% de los turistas españoles, según un estudio de Consumer Insigghts, utiliza su teléfono inteligente como guía, convirtiéndolo en un indispensable durante su travesía. Además de como fuente de información, los móviles sirven para dejar constancia de que el turista está descubriendo mundo. Porque muchas de las nuevas tendencias de viaje van ligadas a la necesidad de gran parte de la sociedad de mostrarse en redes sociales. El postureo marca el paso a la hora de preparar las escapadas, siendo la posibilidad de obtener buenos recuerdos en formas de fotos y videos como una de las prioridades para decantarse por un plan u otro. Por ello, el 48% de los viajeros prefiere realizar sus propios itinerarios.

El medio ambiente también es un factor que se tiene cada vez más en cuenta en los últimos años debida a la concienciación por su protección. Así, nuestras actividades individuales han cambiado, en busca de aportar y mejorar la condición ambiental, aunque sea con pequeñas acciones. En ese sentido, el 22% de los españoles realiza sus viajes con vista al cuidado del medio ambiente, asegurando que la sostenibilidad es de suma importancia durante sus días de descanso. Además, la preocupación por no alterar el ritmo natural social de los países visitados se asoma como una de las grandes inquietudes de los viajeros más comprometidos con el planeta.

Ver y comer

Sin lugar a dudas, uno de los turismos que más ha crecido desde la pandemia es el gastronómico. Que la experiencia del visitante esté vinculada con la comida es un extra que cada vez se tiene más en cuenta a la hora de organizar un viaje. Tanto es así que las comunidades autónomas españolas, incluida Aragón, tratan de potenciar esta forma de viajar y de promocionar su cocina para así atraer al máximo de turistas. 

Muchas alternativas que el fin de la pandemia han impulsado y que está provocando la masificación de muchos destinos, si es que no lo estaban ya. Debido a ello, la necesidad por adelantarse y planificar a largo plazo es ya, en muchas ocasiones, la única manera de garantizarse la posibilidad de vivir la aventura deseada.

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