PLENO EN LAS CORTES

Azcón espera anunciar 10.000 millones en inversiones privadas solo en 2024

El PSOE acusa al Ejecutivo PP-Vox de cumplir el 0% de su plan de gobierno: "Aragón está en punto muerto, y en algunos aspectos incluso peor, tras nueve meses de gestión de Azcón"

El presidente reconoce que la reunión con Ribera fue infructuosa y que "en firme sacamos más bien poco, por no decir nada"

El presidente Azcón, este jueves en el pleno de las Cortes, con Vaquero y Bermúdez de Castro a su vera.

El presidente Azcón, este jueves en el pleno de las Cortes, con Vaquero y Bermúdez de Castro a su vera. / Laura Trives

A las recién anunciadas inversiones de Microsoft (4.500 millones en dos de sus tres centros de datos, los que ya están en tramitación), el Grupo Costa (473), Inditex (600) o Saica (101) se sumará una cascada de otras tantas inyecciones empresariales que alcanzarán un valor de al menos 10.000 millones de euros solo en el año 2024 en Aragón. Lo aseguró ayer el presidente del Gobierno autonómico, Jorge Azcón, que utilizó el arma más preciada del cuatripartito (las inversiones privadas que aterrizan en la comunidad) para defenderse de las acusaciones del PSOE, que le reprochan que sus nueve meses de Gobierno han dejado a Aragón «en punto muerto». Presumió el líder popular de que las cosas «están muy lejos del catastrofismo» y dejó entrever que varios anuncios empresariales se desvelarán en los próximos meses. Sin citarlos, cabe pensar que se refería a alguna de las inversiones que están sobre el alambre, como la gigafactoría de Figueruelas o la ampliación de los data centers de Amazon Web Services (AWS).

El presidente tiraba de atracción inversora para neutralizar el ataque de los socialistas en la sesión de control al Gobierno celebrada ayer en las Cortes, al tiempo que destacaba el aumento del 10% en las partidas destinadas a Educación y Sanidad, las bajadas de impuestos o la puesta en marcha de un plan de vivienda que movilizará 300 millones en 6 años y del Plan Pirineos, con más de 80 millones de inversión. Subrayó también su oposición cerrada al trasvase del Ebro, pese a lo que piensan en el PP de otros territorios. 

La portavoz del PSOE, Mayte Pérez, le había reprochado que «Aragón está en punto muerto, y en algunos aspectos incluso peor, tras nueve meses de gestión de Azcón». Pérez le recordó que con un presupuesto récord el índice de cumplimiento del plan de Gobierno «está en el 0%», según el portal de Transparencia del propio Gobierno de Aragón y le acusaba de aprovechar el rebufo del cuatripartito al «visitar una depuradora que lleva un año funcionando o anunciar un plan de reforestación que ya estaba en marcha». Lo mismo le dicen sobre las inversiones de las que saca pecho, pues aseguran que el camino viene recorrido de antes.

La socialista criticó que «la sanidad es un caos y todos los parámetros empeoran, que la política educativa es la más cuestionada de la historia en parte debido a la soberbia y a la prepotencia, las políticas sociales retroceden, la política agraria es un escándalo de ineficacia y falsedades, la política tributaria se dedica a beneficiar a cuatro ricos sin aportar nada al resto mientras se desprecia a las minorías, y se elimina de un plumazo la memoria justa y reparadora». «Lo que sigue creciendo es la lista de altos cargos, 132 cargos más en sus departamentos», denunció Pérez, para asegurar que «el que ha mejorado» es el propio presidente, «que ha adquirido notoriedad para medrar en su partido». «Aragón no mejora y usted sí», dijo la socialista.

Se defendía Azcón al contraataque, acusando a los socialistas de culpar «desde el primer mes» al nuevo Gobierno de los problemas que arrastraba el Ejecutivo de Lambán. «Usted pierde credibilidad con sus falsedades», dijo, asegurando que las listas de espera han subido porque hasta ahora no se incluían las del Hospital Militar, y añadiendo que han puesto «ambulancias donde las quitaron, que ha bajado el paro, que han lanzado un plan de vivienda con 300 millones, así como el plan Pirineos o la oposición al trasvase del Ebro. «Señores del PSOE: esperen, porque todavía nos quedan tres años y pico», concluyó Azcón. 

La guerra del agua

No fueron para menos los asuntos sobre el agua. Le preguntaba el portavoz de CHA, José Luis Soro, a Azcón que si se estaba riendo de los aragoneses al desenterrar «un cadáver tumbado por la Justicia» como el pantano de Biscarrués, en referencia a la advertencia del presidente aragonés al líder de la Generalitat en su comparecencia en el Senado. «El presidente Aragonés decía que iba a trolear, a burlarse del Senado. Nosotros fuimos al Senado a defender el principio de igualdad de los españoles, la igualdad contra el independentismo. El PSOE no cree en la igualdad, tiene socios que quieren estar por encima de los aragoneses, que creen que hay territorios que se merecen más dinero que Aragón. Y eso no lo vamos a permitir», le dijo Azcón.

A instancias del diputado del PAR, Alberto Izquierdo, que pregutnaba por los compromisos adquiridos con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, Azcón reconoció que «lo que sacamos en firme fue más bien poco, por no decir nada». Más allá de la lentitud en la ejecución en las obras del Pacto del Agua, que apenas regulan el 13% del volumen proyectado 30 años después, el presidente popular ha criticado que Ribera «no se haya comprometido a darnos ni un euro para sufragar la descontaminación del lindano ni para financiar el plan Pirineos». Poco importa, llegó a decirse, dado que la ministra podría acabar marchando marchando para Bruselas. 

Cuestión aparte fue el debate a tenor del sistema sanitario, donde Azcón aseguró que la organización de la sanidad pública «responde a esquemas del siglo XX». «El sistema está obsoleto», llegó a decir, en respuesta a una pregunta del portavoz de Aragón-Teruel Existe, Tomás Guitarte, que exigió a la DGA hacer «una oferta atractiva», que incremente el presupuesto de Atención Primaria. Azcón explicó que hay «déficits generalizados de profesionales sanitarios», la gran mayoría en Atención Primaria, y apuntó que se prevé que en los próximos cuatro años casi 300 profesionales de esta rama, un 20% del total, se jubilen. «No negamos el problema; al revés, la sanidad se ha convertido en una prioridad porque el anterior Ejecutivo se dedicó a no hacer el trabajo cuando había tiempo», dijo Azcón, que sigue empeñado en que la mejor defensa empieza por un buen ataque. 

El pleno se cerró como un espejo. Si se abrió presumiendo de inversiones, el portavoz de Izquierda Unida, Álvaro Sanz, le recriminó al Gobierno la concesión de subvenciones a empresas sin compromiso de empleo. Es el caso de Stellantis, que acaba de cerrar un ere para 35 oficinistas en Figueruelas.