La cuerda entre Avanza y el comité se tensa y la huelga no se descarta

Las partes se acusan mutuamente de poner trabas en la negociación del nuevo convenio colectivo 

Un autobús urbano circulando por las calles de Zaragoza.

Un autobús urbano circulando por las calles de Zaragoza. / JAIME GALINDO

I. T. G.

Las negociaciones entre Avanza, la concesionaria del servicio de autobús en Zaragoza, y su comité de empresa no van por el buen camino. Hace ya unos cuantos meses las partes iniciaron un proceso que debe culminar con la aprobación de un nuevo convenio colectivo, puesto que el anterior caducó a finales de 2023. Y en este punto, los sindicatos y la dirección de la empresa se acusan mutuamente de torpedear las conversaciones. "Si la cosa sigue así, nos están dejando pocas salidas. Si no quieren negociar, habrá que presionar", ha afirmado a este diario el presidente de la representación legal de los trabajadores, José Manuel Montañés, de Sattra, en referencia a una posible convocatoria de paros en el servicio del bus. Este viernes se reunirá el pleno del comité para decidir cuáles son los próximos pasos a seguir.

La tensión entre las partes ya es patente. Este jueves, Avanza envió un comunicado en el que criticaba la postura de los sindicatos: "Tras apenas seis reuniones para la negociación del nuevo convenio colectivo el comité de empresa abraza de nuevo su estrategia de chantaje y huelga. Avanza considera inaceptable esta actitud del comité que, además, lejos de querer llegar a ningún tipo de acuerdo, ha presentado una plataforma económicamente inviable con aumentos salariales muy alejados de la realidad. En concreto, una subida del 16% cada año durante tres años".

Desde el comité niegan la mayor y acusan a la empresa de proferir "mentiras y falsedades". Según ha explicado Montañés, ese 16% es la suma de todas las posibilidades que los sindicatos han planteado. "En la plataforma se plantean varias formas de incremento salarial. Hemos ofrecido muchas vías de negociación. Una puede ser mediante pluses al salario base y otra mediante el IPC. Le he pedido a la empresa que elija una y el resto se caerán de la plataforma. Y lo que han hecho es sumar todas porque la realidad es que se están negando a todo. En todo este tiempo no han traído una sola propuesta", ha contado.

Con esta perspectiva, la posibilidad de una nueva huelga en el servicio del bus urbano es cada vez menos posible y más real. Y eso después de que la anterior negociación de un convenio colectivo supusiera un conflicto abierto entre las partes de 650 días con paros intermitentes.

"El convenio hay que aprobarlo este año, no dentro de tres como ocurrió la última vez. Y si no quieren negociar, no nos queda otra que presionar", ha afirmado el presidente del comité.