Aniversario

Asapme Aragón, 40 años poniendo la salud mental en primer lugar

La Asociación Aragonesa Pro Salud Mental cumple 40 años. En este tiempo ha cambiado mucho la forma de atender a los enfermos y también el perfil, ya que cada vez se acercan a los recursos personas más jóvenes. La pandemia puso en primer plano la patología.

Los participantes en el torneo de fútbol por el aniversario de Asapme. | EL PERIÓDICOA

Los participantes en el torneo de fútbol por el aniversario de Asapme. | EL PERIÓDICOA / EVA GARCÍA

Eva García

Eva García

Adultos de más de 35 o 45 años, encerrados, de un nivel socioeconómico bajo, con gran cronicidad, con trastornos de la personalidad graves, con esquizofrenia, bipolares y con gran deterioro psicológico, cognitivo y en sus relaciones sociales. Así era el perfil de la persona con un problema de salud mental en Aragón hace 40 años. Nada que ver con el actual. Y en ello ha trabajado mucho la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (Asapme) que este año cumple su 40º aniversario. Fue impulsada por un grupo de familiares de personas con enfermedad mental que en esos momentos no tenían voz.

Hoy el perfil es «más joven», se aborda ya en etapas infantojuveniles, señala Ana López, gerente de Asapme. Se hace más hincapié en la prevención y se reconoce la patología mucho antes, por lo que se llega «menos deteriorado y mejora la inserción», asegura. En los últimos años se ha experimentado un 10% de crecimiento en los casos que cursan trastornos de ansiedad y depresión, en muchas ocasiones por problemas adaptativos, situaciones de exclusión social por pérdida de trabajo o sobrecarga emocional.

Inauguración del recurso de atención infantojuvenil de Asapme, con Ana López (a la derecha) y el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero.

Inauguración del recurso de atención infantojuvenil de Asapme, con Ana López (a la derecha) y el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero. / ÁNGEL DE CASTRO

En Asapme, el mayor avance «fue incorporar a los órganos de gobernanza a personas con trastornos mentales graves», asegura, al mismo tiempo que reconoce la gran evolución que ha tenido la salud mental, tanto farmacológica como de visión integral. Se busca un abordaje desde la prevención, pero también ofreciendo una atención psicosocial, en la que se atiende «no solo a la parte que enferma» sino que se busca mejorar otros factores, como la inclusión social, laboral y la posibilidad de disfrute de una vida plena.

Hace cuatro décadas no se hablaba de salud mental, ni de malestar emocional, seguramente tampoco de aquello que hacía sufrir a una persona. Ahora sí, en edad adulta pero también en la infantil y juvenil. La situación ha cambiado, explica la gerente de Asapme. Una persona con un problema de salud mental tenía un estigma y en la idea colectiva hacía que no se considerara posible la recuperación y por tanto «había un rechazo» incluso de las propias familias. Los que padecían esquizofrenia eran apartados. «Era impensable que llegaran a trabajar».

Siguen los prejuicios por los trastornos más graves

Hoy existe mayor conciencia social y «los prejuicios han ido disminuyendo», aunque no desaparecen. La pandemia sirvió para sacar a la luz que «cualquiera puede tener una enfermedad mental» y eso también provocó una «mayor empatía con quien la padece»; pero aún falta para aquellos que padecen un trastorno grave.

En cuanto a los menores, antes se dejaban pasar y cuando se acudía al profesional ya había mucho daño. Además, las manifestaciones dependen de la edad. El estadio depresivo en un menor puede provocar mala calidad del sueño, cambios de carácter, o dolores somáticos, es decir «dolores sin ninguna causa», que pueden estar relacionados con acoso o porque en edades tempranas «no tienen capacidad de gestionar la frustración». Antes también había, aunque ahora se han podido incrementar por la invasión de la tecnología o el ciberacoso.

Entre los avances en 40 años están el aumento de los recursos para atender la salud mental, los centros de día y la atención en el sistema público de salud. Una «reivindicación histórica» es una casa hogar para personas que «no tienen familiares que les atiendan o son muy mayores y no tienen capacidad para vivir ellos solos». Y reforzar también la atención en el medio rural donde «existe mayor carencia de recursos». En este sentido reivindican más profesionales, más psicólogos y psiquiatras porque España está a la cola, 8 y 9, respectivamente, por cien mil habitantes; cuando la media Europea es de 18 en el primer caso y en el segundo, en Alemania, por ejemplo es de 28.

Charla organizada con motivo del ciclo de conferencias sobre salud mental, que acaba de comenzar.

Charla organizada con motivo del ciclo de conferencias sobre salud mental, que acaba de comenzar. / EL PERIÓDICO

A la pregunta de cómo se ven dentro de 40 años, responde que el deseo de la asociación de pacientes es «desaparecer» pero al igual que ha cambiado el perfil en estas cuatro décadas, seguirá variando. Tener una sociedad individualista lleva a la población al aislamiento social, a una «soledad no deseada», de ahí que sea necesario impulsar el nacimiento de redes dentro de la sociedad y pone como ejemplo el proyecto del que forma parte, Zaragoza más humana, en el que más de 1.500 personas han participado en programas para fomentar relaciones.

Establecer lazos con la sociedad

Asapme ya ha comenzado la celebración de su 40 cumpleaños. Recientemente organizó un torneo de fútbol y el programa continuará en el tiempo. Habrá una cena solidaria (16 de mayo) abierta a la sociedad y también están organizando encuentros con colectivos de empresarios para enseñar que los usuarios «tienen capacidad de trabajar»; también sanitarios y servicios sociales, donde mostrarán sus recursos. Y habrá actividades culturales y colaboraciones con otras entidades para crear «esa red de trabajo conjunto que nos permita llegar a más población».

Además, han comenzado un ciclo de conferencias en Ibercaja, que se inició el 16 de abril con el tema '¿Tristeza o depresión?, donde participaron la psiquiatra infantojuvenil Nuria Núñez; el psicólogo Manuel Martínez y el pediatra José Miguel Martínez de Zabarte.

El 2 de mayo, el psicólogo Manuel Martinez, el inspector de Policía Nacional, José María Otín; la trabajadora social Cristina Sánchez y la psicóloga Silvia Per hablarán de 'Ciberacoso: cuando el enemigo está en sus bolsillos'; y el 14 del mismo mes, el pediatra Gonzalo Pin, la psicóloga Jessica Galán y el psiquiatra Óscar Ortega disertarán sobre '¿Dulces sueños? Problemas de sueño en la infancia y la adolescencia.

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