Derechos universales

Antonio Morlanes presenta su libro 'Derecho a ser' en Zaragoza

La historia se compone de 30 capítulos y en cada uno de ellos los personajes debaten sobre los Derechos Universales

Morlanes, en el centro, ayer.

Morlanes, en el centro, ayer. / Jaime Galindo

Judit Macarro

Judit Macarro

El desconocimiento de la población sobre la Declaración de los Derechos Universales fue lo que llevó a Antonio Morlanes a escribir su libro El derecho a ser. Una obra que ha presentado este jueves en la sala de actos de la Diputación Provincial de Zaragoza.

La historia se compone de 30 capítulos. «Uno por cada derecho», explica Morlanes, quien incide en que representan el núcleo fundamental «de la convivencia y la dignidad» en la sociedad. Algo que considera «los pilares sobre los cuales se construye una comunidad justa, equitativa y respetuosa».

El debate de cada uno de ellos lo protagoniza un grupo de amigos que «tomando unas cervezas en el bar de siempre reflexionan por estos temas vitales», esclarece Morlanes.

Asegura que su intención ha sido siempre «reflexionar sobre el significado y la importancia del derecho fundamental a la existencia plena y auténtica». Una idea que surgió a raíz de los artículos de opinión que escribe para EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, en los que descubrió que «la mayoría de las personas muchas veces hablan o defienden cosas que no conocen del todo». Y, a partir de ese pensamiento, desarrolló su novela en el papel a través de «una visión realista, irónica y a veces romántica».

Morlanes define en conjunto a su nuevo libro como «una obra muy humana», donde asegura que el debate y el hilo de la trama «se desarrollan de manera muy familiar y de calle». 

De hecho, el autor explica que «en principio» el relato está pensado para ser leído en los institutos. «Mi intención es que los jóvenes puedan entender sus derechos y libertades, porque considero que es algo básico que se debería enseñar siempre en los colegios e institutos», argumenta.

Avanza que, para el final de su libro, el autor quería cerrar la historia de una forma cercana al lector. Por ello, creó un relato familiar donde se debaten «cuestiones importantes que nos afectan e influyen a todos en nuestro día a día».

Una novela didáctica y reflexiva que cuenta con 260 páginas y siete ilustraciones creadas por su propio hijo, Guillermo Morlanes, al que considera «un artista maravilloso».