Cambio radical en el CEEI Aragón: el vivero del Actur quiere volver a brotar

La reconfiguración del ecosistema emprendedor de Aragón ha comenzado ya en el CEEI, la entidad del Ejecutivo autonómico que ayuda a crear y potenciar negocios y proyectos de carácter innovador. Tras más de 30 años de trayectoria, la DGA cree que ha llegado el momento de dar un giro de 180 grados a la gestión del organismo para que recupere el brillo y empuje que tuvo en el pasado. De este vivero de empresas han salido algunas de los grandes campeones tecnológicos de la comunidad, como Certest, Hiberus, Libelium, Bitbrain, Embou o Endef, pero su modelo actual se considera «agotado» y «desfasado».

«No sirve. Se había convertido en poco más que unas naves de alquiler sin alicientes», asegura Javier Martínez, quien dirige desde hace casi medio año el Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) de Aragón, cuya sede en Zaragoza está junto al campus universitario Río Ebro, en el Actur. «Hace tiempo que necesitaba un cambio radical, pero es cierto que no había un motivo para dárselo como ahora con la revolución que traen con las nuevas tecnologías», apunta.

La inteligencia artificial y otras herramientas digitales vuelven a generar «las mismas oportunidades» que surgieron hace 25 años con la explosión de internet, una revolución con la que germinó la «vieja guardia» de emprendedores aragoneses que tantos éxitos ha arrojado. Martínez, precisamente, pertenece a ese colectivo de soñadores, con varios firmas de su sello como Tom Sagan Golf, aunque sea más conocido por su faceta política como exdiputado autonómico de Ciudadanos durante ocho años.

La "nueva guardia" de emprendedores

«Queremos que vuelva a suceder lo de entonces y surja una nueva guardia de emprendedores locales», afirma. Con ese fin, se ha empezado a aplicar un plan estratégico 2024-2027 que pretende sentar las bases de funcionamiento de la entidad para los próximos 20 años. «Tenemos que optar por una mayor flexibilidad, retornar la verdadera función del CEEI: el apoyo al desarrollo de negocios y proyectos de carácter innovador», sostiene. El objetivo es quitar rigideces al modelo actual y desvincular el centro de sus instalaciones.

De esta manera, una empresa CEEI no será solo aquella que esté en sus naves-nicho, sino toda la que tenga potencial de crecimiento. El centro ha iniciado también una «búsqueda activa» de proyectos, también fuera de la comunidad, y va a ampliar el espacio de coworking. Pero el cambio más relevante y pionero, es que la entidad puede «tomar posiciones» en las compañías, bien con una parte de capital o a través de fórmulas jurídicas que garanticen el retorno del apoyo operativo que presta.

El CEEI Aragón se creó en 1992 y con sus tres incubadoras, ubicadas en las ciudades de Zaragoza, Huesca y Teruel, ha acogido más de 340 compañías emergentes.

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