Obra pública

La reforma del Pignatelli empezará en septiembre para estrenarse en marzo de 2026

Las actuaciones, que se prolongarán durante 17 meses, incluyen la instalación de 294 placas solares para rebajar el consumo energético un 30%

Los trabajos superan los ocho millones de euros 

El edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, en una vista aérea.

El edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, en una vista aérea. / ÁNGEL DE CASTRO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

La vuelta al curso político tras las vacaciones de verano llegará con andamios al Pignatelli. Las obras de reforma de la sede del Gobierno de Aragón comenzarán el próximo mes de septiembre y se prolongarán durante los siguientes 17 meses. El contrato firmado para la mejora de la eficiencia energética, mediante la instalación de placas solares, y la modernización de numerosos apartados señala que las obras deben estar finalizadas el 31 de marzo de 2026.

El presupuesto estimado para las diferentes acutaciones previstas durante el año y medio que duren las obras ascienden hasta los 8.645.714,04 euros, con el 21% de IVA incluido. La financiación de estos trabajos es en un 78,98% por los fondos europeos, ya contemplados en los presupuestos de Aragón para el presente ejercicio y los dos siguientes. El resto, que supera los 1,6 millones de euros, es aportado por fondos propios del Gobierno de Aragón. Este apartado también contemplado en los presupuestos autonómicos hasta 2026. 

La instalación y actualización de las medidas energéticas del Pingatelli será uno de los apartados más importantes de una reforma que cambiará la cara del interior de la sede de la DGA. Para maximizar el ahorro energético, se instalarán las mencionadas placas, a la vez que se cambiará la iluminación a un sistema LED, se sustituirán los aparatos de refrigeración por otros más modernos o se instalará un nuevo sistema de riego en los jardines del edificio, mediante agua de los pozos del sistema de climatización.

Un total de 294 placas fotovoltaicas ocuparán en el primer trimestre de 2026 el techo del Pignatelli. Lo harán acompañadas de tres inversores, pero no habrá dispositivos de almacenamiento de energía, que se derivará directamente al edificio. En total, la potencia de las placas será de 160,65 Kwp y serán el puntal de lanza de un plan que tiene como objetivo la reducción en torno a un 30% del consumo energético de la casa del Gobierno de Aragón en el apartado de energías primarias no renovables. Aparte de la aportación de las energías verdes, reformas en el envolvente y nuevas instalaciones térmicas colaborarán en esa reducción del consumo energético. Las placas estarán orientadas al Sur-Este y al Sur-Oeste y tendrán una inclinación de 20º, lo que supondrá unas pérdidas totales máximas del 10-15%. Así, la producción estimada total es de unos 565 MWh/año. 

Se prevé asimismo instalar sistemas de medición de energía térmica generada, energía eléctrica consumida, o energía fotovoltaica generada, entre otros, que faciliten la auditoria energética periódica de las instalaciones. 

 Esa rebaja de la cantidad de energía empleada por el edificio Pignatelli será posible, además, por la sustitución de las ventanas de gran parte del complejo. Según referencia el proyecto, las actuales carpinterías de las ventanas «presentan un grado de deterioro importante». Tampoco cuentan con vidrio doble ni elementos aislantes que protejan más el clima interior. La sustitución de estas cristaleras, situadas en los dos patios principales del edificio Pignatelli, mejorará «notablemente» el grado de resistencia térmica y reducirá «sustancialmente» los costes de mantenimiento de las ventanas, según refleja el contrato. La estética también se tendrá en cuenta y las ventanas que se instalen tendrán un diseño «lo más similar posible» a las que hoy lucen en las paredes del edificio. 

En el interior

Si bien es cierto que los principales cambios se notarán en las caras exteriores del Pignatelli, donde a partir de marzo de 2026 las placas solares serán ya una imagen habitual y asociada al complejo, la transformación del edificio se podrá ver también en su interior. Numerosas reformas pretenden convertir a la sede del Gobierno de Aragón en un espacio más moderno, accesible para el trabajador y el visitante y más eficiente en procesos del día a día.

Por ejemplo, los ascensores del inmueble, todavía de sistema hidráulico. La memoria del proyecto básico para la reforma del Pignatelli «presentan en la actualidad muchas deficiencias y averías, sometiéndose a día de hoy a múltiples revisiones y arreglos». El texto también cita que la antigüedad de los elevadores hace que no sean eficientes energéticamente, precisamente el reto que asume el Pignatelli con esta reforma. 

En total, en estas obras se sustituirán 15 ascensores, todos situados en las escaleras principales del edificio y en los módulos centrales. «Los nuevos ascensores serán de tipo eléctrico con motor dentro de la caja del ascensor por lo que no requerirán de torreones para contener sus máquinas y tendrán una clasificación A de eficiencia energética», concretan en la redacción del texto. 

Los ajustes en las zonas interiores llegarán a los techos y falsos techos del edificio. Estos segundos serán sustituidos, en el caso de las placas más deterioradas, y en algunos serán reparados y vueltos a pintar. También se especifica que se pintarán pasillos y otras zonas interiores. Pero, sin duda, en materia de nueva pintura la intervención más potente será la de la iglesia del inmueble, la conocida Sala de la Corona, la más grande e importante de todo el complejo. La intervención en el recinto contempla la pintura de la fachada, pero también la restauración del interior.

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